Minería chilena 2030 – 2050, la oportunidad para alcanzar el desarrollo sostenible
Los riesgos globales, asociados al cambio climático, el estrés hídrico y la pérdida de biodiversidad, son factores que debemos considerar para alcanzar la sostenibilidad.
Por Iván Honorato, Senior socio ECOS Chile.
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En la actualidad, Chile es una potencia en producción minera, ya que somos el primer productor del mundo en cobre, yodo y renio y, en segundo lugar, en producción de litio, molibdeno y boro. Sin embargo, existen varios factores que están poniendo en riesgo la posición que nuestro país tiene a nivel mundial, como ha sido la pérdida de crecimiento en producción, pérdida de competitividad, riesgos climáticos, conflictos con comunidades, falta de certeza jurídica y la aparición de actores con intereses opuestos.
En el mismo sentido, los riesgos globales, asociados al cambio climático, el estrés hídrico y la pérdida de biodiversidad, son factores que debemos considerar para alcanzar la sostenibilidad.
Adicionalmente, no podemos olvidar que existe un gran número de proyectos que no se encuentran regulados ambientalmente, sin embargo, tenemos 1911 RCA aprobadas de este tipo de iniciativas, siendo el 90,6% reguladas por una DIA y 9,4% por un EIA (SEA, 2023).
De los proyectos mineros regulados ambientalmente, se han reconocido desviaciones en el tiempo por la autoridad, existiendo a la fecha 140 procedimientos sancionatorios iniciados por la SMA, por incumplimiento o desviaciones asociados a compromisos de RCA, normas de emisión y/o denuncias por las comunidades.
Para avanzar en un modelo de minería sostenible, se proponen algunos ejes para 2030, como es el desarrollo de un modelo de gobernanza con los tomadores de decisión, que establezcan y promuevan la generación de reglas claras y certeras, así como un modelo de implementación de estas, en un formato colaborativo entre los actores.
El desarrollo de estrategias y herramientas de relación, cooperación y gestión con comunidades, organizaciones sociales, consejos de cuencas, entre otros. Junto al desarrollo de estrategias hídricas de usos de fuentes complementarias (desalinización) y recirculación del agua en procesos productivos.
La satisfacción de la demanda energética a través de la generación de energías renovables, durante las horas de demanda y la generación e implementación de modelos preventivos de cumplimiento ambiental y social.
Entre los ejes estratégicos para el 2050 tenemos: El desarrollo de nuevos modelos de proyectos mineros que incorporen principios de sostenibilidad desde su exploración, diseño, desarrollo y cierre.
El abastecimiento de 100% de energía de fuentes renovables, junto al abastecimiento de agua de procesos productivos principalmente por fuentes complementarias, y la implementación de modelos productivos eficientes.
Por último, la implementación de planes de cierre de faenas mineras 100% controlados y automatizados, sumado a la recuperación de especies y paisajes afectados por proyectos mineros.
