Almacenamiento y movilidad eléctrica: Impulsando el proceso de descarbonización
El potencial de las baterías de litio no se limita al almacenamiento y respaldo de energía. También pueden proporcionar servicios complementarios a la red, tales como el control de frecuencia y tensión, así como la capacidad de responder con rapidez ante contingencias del sistema. Esto consolida su papel como columna vertebral de la transición energética.
Por Ignacio Rivas, jefe de Movilidad Sostenible e Hidrógeno Verde de la AgenciaSE
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Descarbonizar la matriz eléctrica es una meta tanto para Chile como para varios países del mundo. En este camino de reducción de emisiones de gases efecto invernadero, el almacenamiento energético es un pilar fundamental para integrar fuentes renovables intermitentes y ampliar la flexibilidad del sistema eléctrico.
En este contexto, las baterías de litio, al volverse más asequibles, se perfilan como una alternativa cada vez más viable y eficaz para almacenar electricidad, dotando de flexibilidad al sistema e impulsando su integración con fuentes renovables intermitentes. Además, tal como ocurre con la tecnología fotovoltaica, las baterías tienen la ventaja de poder ser implementadas tanto de manera distribuida como a gran escala.
No obstante, el potencial de las baterías de litio no se limita al almacenamiento y respaldo de energía. También pueden proporcionar servicios complementarios a la red, tales como el control de frecuencia y tensión, así como la capacidad de responder con rapidez ante contingencias del sistema. Esto consolida su papel como columna vertebral de la transición energética.
Es así como el avance de la electromovilidad multiplica las oportunidades del almacenamiento en cuatro frentes.
Primero, mediante la tecnología vehicle-to-grid (V2G), los vehículos eléctricos pueden operar como baterías conectadas a la red, como se demostró en el primer sistema V2G de Latinoamérica implementado en la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE). Además, la “Ley de almacenamiento y electromovilidad” posibilita la inyección de energía de los vehículos eléctricos a la red.
Segundo, las baterías de los vehículos eléctricos pueden reutilizarse como almacenamiento estacionario una vez que concluyen su vida útil en el vehículo. En ese sentido, es una buena noticia el trabajo que está liderando el Ministerio de Medio Ambiente para elaborar el decreto que permita aplicar la Ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor) a Baterías. Esta medida podrá establecer metas de recolección y reciclaje, como también valorizar las baterías de vehículos eléctricos para que puedan reutilizarse como almacenamiento estacionario una vez que sean retiradas del vehículo.
Tercero, los vehículos eléctricos, al contar con baterías, se convierten en una carga flexible, capaces de adaptar su consumo y así brindar flexibilidad a la red. De esta manera, la electromovilidad disminuye la necesidad de implementar otras tecnologías que entreguen flexibilidad al sistema.
Cuarto, la electromovilidad demanda baterías cada vez más eficientes y a menor costo. Lo anterior, impulsa la investigación y desarrollo de las baterías de litio en general, haciéndolas cada vez una opción de almacenamiento más costo-efectiva para la red eléctrica.
Sin duda, el almacenamiento es fundamental para viabilizar la transición energética. El avance tecnológico de las últimas décadas habilita distintas alternativas para incorporar almacenamiento en el sistema eléctrico. En particular, el avance de la electromovilidad permite y permitirá potenciar la incorporación de almacenamiento al sistema eléctrico.
