Ley de eficiencia energética y el camino a la excelencia

13 julio, 2021
Columna de opinión - Mónica Gazmuri_foto

“La EE se implementa, da resultados, se hace costumbre, se instala como estándar mínimo o un desde; y genera un círculo virtuoso de desarrollo económico en sintonía con lo social y medio ambiental”.

Por Mónica Gazmuri, gerente general Asociación Nacional de Empresas de Eficiencia Energética (ANESCO Chile)
_________________

Hasta hace pocos años mientras Chile crecía, las empresas ni cuenta se daban del gasto en energía y la pérdida de productividad que ello significaba en cada uno de sus procesos. Lo mismo pasaba con el medio ambiente, casi no existía.

Hoy con una situación distinta a nivel global y en lo local, donde las empresas enfrentan múltiples desafíos, y la energía se encarece permanentemente, la eficiencia energética se vuelve un aliado para contrarrestar las pérdidas y reflotar.

Por otro lado, de la mano de la ley de eficiencia energética, estas medidas pueden extenderse a todos los sectores productivos, incluido el servicio público, con lo cual y según la experiencia internacional, la eficiencia energética (EE) se implementa, da resultados, se hace costumbre, se instala como estándar mínimo o un desde; y genera un círculo virtuoso de desarrollo económico en sintonía con lo social y medio ambiental.

Mientras más grande es la industria, más gasta y más debe cuidar. Es así que la eficiencia a través del modelo ESCO también contribuye a este tipo de empresas con soluciones integrales y de altas inversiones que se pagan con los ahorros obtenidos en un mediano y largo plazo. El modelo ESCO no sólo permitirá los ahorros comprometidos, sino también aliviar la responsabilidad y dejarlo en manos de un tercero experto que vela por los resultados, pues de éstos también depende su pago.

La minería en Chile, el sector más importante en el PIB, sumado a los desafíos propios del sector, tiene más ojos viendo su desempeño, motivados por la sustentabilidad e impacto en el entorno y comunidades y en los recursos naturales como el aire, agua y suelos.

Como un gran consumidor de energía, casi un tercio del total nacional, también es una industria altamente contaminante con cerca del 14% de emisiones de CO2 nacionales, derivadas -directa e indirectamente- de la energía que consume.

Procesos como la extracción, el procesamiento, la fundición, refinación, relaves y transporte, sólo significan oportunidades de transformación y mejoramiento a través de la eficiencia energética y el cambio de combustibles a renovables para autoconsumo.

He aquí, a través de las ESCOs, y sus soluciones de EE y ERN -una vez más- son una alternativa para cumplir con sus compromisos ambientales y convertirse verdaderamente en una minería verde y del siglo XXI.

Las exigencias de los compradores y de los inversionistas a nivel global, como sabemos, no darán crédito por mucho tiempo a empresas que no estén alineadas con los principios de desarrollo sostenible. En definitiva, el camino es la excelencia o no será.

Noticias Relacionadas