La minería en 2021 y sus desafíos para el próximo año
“Uno de los desafíos más importantes consiste en lograr que el país nos comprenda mejor. Para poder cumplir la Agenda Social, Chile necesita más que nunca impulsar su desarrollo minero”.
Por Philippe Hemmerdinger, presidente; y Sergio Hernández, director ejecutivo, ambos de Aprimin
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Nuestra evaluación del escenario minero 2021, no obstante las dificultades de operación que trajo la pandemia, es positiva. Las cifras de producción de cobre a noviembre aún no están, pero se advierten algo menores que durante el 2020. El empleo ha ido aumentando. El catastro de inversiones de Cochilco a 10 años, si bien disminuyó en un 4%, se debió principalmente a que de esa cartera han salido proyectos que ya están en operación. Los proveedores de la minería observamos con optimismo estas cifras.
Ahora bien, el escenario para el 2022 estará marcado por la nueva Constitución, por las expectativas que genera el nuevo gobierno y los nuevos integrantes del Congreso Nacional, por la esencial recuperación del orden público y por las demandas sociales. Consideramos que el tema constitucional es el de mayor importancia para el largo plazo. La minería en Chile ha crecido gracias a un modelo económico abierto al mundo y un manejo de las finanzas públicas ejemplar, amparado por una institucionalidad que ha dado certeza jurídica.
Las principales normas constitucionales que han permitido este exitoso modelo económico de desarrollo minero son el Estado subsidiario en materia empresarial, sin perjuicio del valor estratégico y económico de un Codelco estatal y de una Enami fomentando al pequeño minero, los instrumentos de protección al derecho de propiedad, las garantías constitucionales en general, entre otras. En las leyes, el régimen judicial de concesiones, los derechos del concesionario minero, un nivel apropiado de impuestos a la renta y royalty minero, por decir algunas.
Estas normas son parte del debate constitucional, en el que los gremios y la industria estamos siendo partícipes. Estamos convencidos que las legítimas demandas sociales sólo serán posibles de satisfacer con recursos económicos y un modelo constitucional y legal que fortalezca la inversión y el crecimiento del país. Así Chile ha disminuido la pobreza en 30 años de democracia. Los proveedores mineros estamos conscientes de nuestra responsabilidad en ser parte del desarrollo del sector, en la mejora de las relaciones con los trabajadores, en el aporte vía impuestos y otras acciones comunitarias, todas indispensables para cumplir la Agenda Social. En nuestras empresas las políticas de inclusión, diversidad, niveles de remuneraciones y beneficios laborales y los empleos compatibles con la sostenibilidad de las empresas, las relaciones con las comunidades, son parte esencial de nuestros desafíos.
Esos responsables cambios, que antes del estallido social ya existían, están formando parte de los indicadores de éxito de los proveedores mineros y son nuestro aporte a la Agenda Social y la estabilidad futura de Chile. Estamos viviendo un momento complejo en el país, sobre cuya solución dependerán las proyecciones de crecimiento del sector, del cual depende parte importante cumplir la Agenda Social. Uno de los desafíos más importantes consiste en lograr que el país nos comprenda mejor. Para poder cumplir estos compromisos, Chile necesita más que nunca impulsar su desarrollo minero, porque las oportunidades para el cobre, el litio, el cobalto son las más atractivas. Así respondemos en la defensa de las condiciones que Chile ofrece para la inversión, el empleo y el crecimiento; única forma de mejorar las condiciones de millones de chilenos que merecen una vida mejor.
