La importancia de aumentar la participación femenina en ciencias aplicadas y minería
Un estudio realizado por Cochilco revela que el 81% de las empresas cuentan con políticas de diversidad e inclusión y cerca de un 75% tienen políticas de género asociadas al incremento de participación de mujeres. Sin embargo, estos datos están liderados por la gran minería, ya que en empresas medianas y de menor tamaño esto avanza a pasos mucho más lentos.
Por Leonor Ardiles Química Metalúrgica, Coordinadora de Desarrollo de Nuevos Negocios
BASF Chile S.A.
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Ya no hay dudas de que la incorporación de mujeres en la minería, especialmente en roles de liderazgo, tiene muchos beneficios. Y aunque en Chile se han hecho avances importantes, la participación femenina en carreras de Ingeniería en Metalurgia/Química es de apenas un 11%.
Muchos estudios demuestran que la presencia de mujeres en la minería, especialmente en roles científicos y técnicos, permite aprovechar sus habilidades de integración, liderazgo en equipo, rigurosidad en seguridad, enfoque en la sustentabilidad y otras herramientas interpersonales propias del género femenino, que son invaluables en un sector que enfrenta desafíos cada vez más complejos.
Gracias a un trabajo conjunto entre el Estado, la academia y el sector privado en pro de la equidad, la participación de mujeres en la industria ha crecido a un 12,6%, pero todavía quedan sesgos culturales que deben desaparecer para alcanzar las cifras de países como Canadá o Australia, donde representan más del 17% de la fuerza laboral del sector.
Un estudio realizado por Cochilco revela que el 81% de las empresas cuentan con políticas de diversidad e inclusión y cerca de un 75% tienen políticas de género asociadas al incremento de participación de mujeres. Sin embargo, estos datos están liderados por la gran minería, ya que en empresas medianas y de menor tamaño esto avanza a pasos mucho más lentos.
La Política Nacional Minera 2050 establece el objetivo de alcanzar un 20% de participación laboral femenina para el 2030 y un 35% para el 2050. Estas metas no solo son aspiracionales, sino también necesarias para asegurar una representación más justa y balanceada, pero queda un largo camino por recorrer. Para lograrlas, es esencial continuar con la colaboración entre el sector privado, las empresas mineras y los proveedores e impulsar programas de formación, talleres y capacitaciones para generar espacios de aprendizaje en equidad de género y promover la inclusión desde las etapas formativas.
Un ejemplo de lo anterior es la alianza de BASF con la Universidad Católica del Norte (UCN), para promover la investigación, el desarrollo y la innovación en la minería, incentivando a los jóvenes a participar en actividades desarrolladas dentro de sus laboratorios instalados en la misma Universidad.
Al promover alianzas que impulsen la capacitación, desarrollo y empleo de mujeres en la minería, así como acuerdos y normas que permitan y faciliten su buen desempeño, la industria puede transformarse en un ejemplo de equidad de género y eficiencia, demostrando que el aporte de la mujer no solo es valioso, sino esencial para un futuro exitoso.
