Hacia un Chile carbono neutral

28 agosto, 2023
Columna Cristina Victoriano_001

La colaboración entre el Estado y el sector privado será fundamental para acelerar la adopción de tecnologías limpias y avanzar hacia un futuro sustentable y libre de emisiones en el transporte.

Por Cristina Victoriano, subdirectora Ejecutiva de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE).

Chile se ha propuesto alcanzar la carbono-neutralidad en 2050, lo cual implica reemplazar los vehículos a combustión por vehículos de cero emisiones en el sector del transporte, tal como se establece en la Estrategia Nacional de Electromovilidad, que impone la meta de que al 2035 el 100% de las ventas de vehículos livianos y medianos serán cero emisiones. Esta meta requiere esfuerzos tanto del Estado como del sector privado.

Por otra parte, nuestro país destaca por su amplia capacidad de generación de energía renovable gracias a sus abundantes recursos naturales, como la radiación solar y un atractivo potencial eólico a lo largo de su geografía. Además, con una política pública decidida de fomento al hidrógeno verde, el país se posiciona como un actor clave en el desarrollo de esta fuente de energía limpia y sostenible.

En términos tecnológicos, la electromovilidad es una opción madura y rentable en varios casos de uso a nivel mundial, con ventas mensuales de vehículos eléctricos que superan el millón de unidades. Sin embargo, en Chile, la adopción de la electromovilidad aún es incipiente, representando menos del 1% de los vehículos vendidos.

Por otro lado, el uso de vehículos de hidrógeno (H2V) en el transporte es limitado a nivel global, con menos de 100 mil unidades en circulación, en comparación con los aproximadamente 30 millones de vehículos eléctricos a batería. Aun así, hay segmentos del transporte donde los vehículos eléctricos de batería no son una alternativa viable, lo que abre la posibilidad de considerar tecnologías como el hidrógeno verde.

Para abordar este desafío, el Ministerio de Energía, a través de la Agencia de Sostenibilidad Energética, ha implementado programas clave. Por una parte, la Aceleradora de Electromovilidad brinda asesoramiento a organizaciones en el desarrollo de proyectos piloto con vehículos eléctricos de batería de litio. De manera similar, el programa “Mi Taxi Eléctrico” facilita la adquisición de vehículos eléctricos para taxis y colectivos a través de cofinanciamiento, incluyendo la instalación de cargadores residenciales. Además, el programa “+Carga Rápida” se enfoca en fomentar la instalación de infraestructura de carga rápida en regiones donde es escasa o inexistente.

Por su parte, la Aceleradora de Hidrógeno Verde busca descarbonizar segmentos del transporte donde los vehículos eléctricos de batería no son viables, y promover el uso del hidrógeno verde en diferentes sectores industriales. Mediante apoyos técnico-económicos, se busca acelerar proyectos medianos y pequeños para su implementación en el corto plazo.

Es importante destacar que la electromovilidad y el hidrógeno verde son tecnologías complementarias en la transición hacia la descarbonización del transporte. Mientras la electromovilidad ofrece soluciones rentables y maduras en diversos casos de uso, el hidrógeno verde puede ser una alternativa en segmentos específicos.

El camino hacia la carbono-neutralidad en el transporte es desafiante, pero los programas implementados demuestran el compromiso de Chile en esta dirección. La colaboración entre el Estado y el sector privado será fundamental para acelerar la adopción de tecnologías limpias y avanzar hacia un futuro sustentable y libre de emisiones en el transporte.

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