Revista Nueva Minería

Manuel Montecino

12-02-2012 Nueva Minería & Energía – Noticias
Manuel Montecino:
El padre de la cápsula Fénix
Su capacidad para liderar equipos y ser uno de los mentores de la cápsula Fénix que devolvió a la superficie a los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José, lo hicieron merecedor del premio al “Profesional Distinguido”, que anualmente otorga el Instituto de Ingenieros de Minas

Daniela Tapia

Jueves 5 de agosto de 2010. 15:00 horas, al noroeste de Copiapó. El instante preciso en que un derrumbe deja atrapados a 33 mineros bajo tierra, en la mina San José. La noticia no tarda en recorrer el país, pero la información es confusa. Sólo se sabe que hay un accidente que amenaza con ser una de las peores tragedias mineras del país.

Se viven momentos de angustia y conmoción. Sin embargo, se necesita tranquilidad y serenidad para planificar el rescate. Y sobre todo, aunar esfuerzos y recurrir a los mejores expertos.

Uno de ellos es Manuel Montecino Molina, superintendente de Gestión de Producción en la Gerencia de Recursos Mineros de la División El Teniente de Codelco, quien no tarda en llegar a la mina San José para poner toda su experiencia y conocimiento al servicio del histórico rescate.

Al poco tiempo, ya era uno de los asesores clave de la parte de ingeniería y evaluación de todos los proyectos que fueron presentados para concretar el rescate. Identificar dónde había sido el derrumbe y cuáles eran las obstrucciones para llegar a los mineros, buscando distintas alternativas, fueron algunas de sus ocupaciones en esos dramáticos días que siguieron al accidente.

“Participar en estas labores tuvo de dulce y de agraz, ya que iniciamos nuestro trabajo para tratar de llegar a los mineros a través de un rescate subterráneo, pero la operación debió ser suspendida. Luego, retomamos nuestro objetivo hasta tomar contacto con los mineros. Supimos responder a las responsabilidades asignadas para poner en funcionamiento un mega proyecto de rescate como el desplegado con los mineros del yacimiento San José”, sostuvo.

Sin embargo, el célebre rescate tuvo su punto cúlmine cuando la cápsula Fénix ingresó al lugar para rescatar a los mineros atrapados. El ideólogo de este instrumento fue el propio Montecino, quien desplegó sus talentos para llevar a cabo este titánico desafío.

“La parte conceptual la hice yo. Conceptualmente soy yo el que creó la jaula en el momento en que se tuvo el primer contacto con el primer sondaje, vimos que la alternativa era una chimenea o un ducto por el cual se podían sacar”, comenta.

Tenientino de corazón

La relación con la minería de este ingeniero civil en minas (mención explotación) de la Universidad de Chile fue sorpresiva. Cuando se encontraba cursando la enseñanza media le correspondió hacer un trabajo respecto a los volcanes, por lo que consultó a Enami y a la Biblioteca de Codelco. Ahí nació su amor por la minería.
“Generalmente los mineros tienen algún parentesco con alguien, algún conocido en el sector. En mi caso no, soy el primer minero de la familia”, cuenta.

En su juventud, jugaba a la pelota dos o tres veces por semana. “En la cancha me transformaba. Me decían el perro, ya que no dejaba pasar ningún gol”, recuerda con humor Montecino.
Tras egresar de la universidad, inició su carrera profesional en la División El Teniente de Codelco, y donde ha ocupado diversos cargos hasta hoy.

Se declara un fanático de la minería subterránea. “Hay una mística, que al menos yo la vivo y la siento. Es un desafío día a día. Es imaginarse, dentro de lo que estamos insertos, donde se ve la labor que se realiza, pero se sabe que a 100 metros hay otra operación, pero que no se ve. Hay que imaginársela”, indica.
Asimismo, es experto Sernageomin Clase A, una categoría especial para tratar los temas de seguridad tanto en minería subterránea como a cielo abierto.

Pero sin duda, una de las experiencias que marcaron su vida para siempre fue el rescate de los 33 mineros del yacimiento San José.

“En esta última experiencia Manuel siempre ha destacado que la clave para el éxito fue el trabajo en equipo y la permanente seguridad que se aplicó a todas las labores. Siempre ha sido una persona de bajo perfil y en su trabajo se ha destacado por la fuerza”, mencionó emocionado el entonces gerente general de la División El Teniente, Octavio Araneda, tras presentar las cualidades del galardonado en el marco de la 63° Convención Anual del Instituto de Ingenieros de Minas de Chile (IIMCh).

Reconocimiento

Todos los años, el Instituto de Ingenieros de Minas se reúne para destacar a los socios que han contribuido al progreso del país. En 2012, el reconocimiento más importante recayó en Manuel Montecino.

En una emotiva presentación, el entonces gerente general de la División El Teniente, Octavio Araneda, abordó las razones del premio otorgado a Montecino. “Tiene una combinación muy notable y rara de talentos, un carácter de hierro, tesón, fuerza y energía. Capacidad de liderar equipos y compromiso y al mismo tiempo un ingeniero de minas brillante, detallista experto y que es capaz de generar soluciones prácticas y novedosas a los desafíos más grandes”, señaló.

En tanto, para Montecino, fue una tremenda satisfacción “el que me hayan nominado. Un gran orgullo de la labor que he realizado en El Teniente”, expresó.

Su pasión por la minería es inagotable. En la mina subterránea más grande del mundo, Montecino actualmente está haciendo una reparación de un estallido de rocas en el nivel Teniente 7. Una labor inédita, incorporando varias innovaciones muy importantes.