Depósitos de relaves: Desafíos para una gestión ambiental moderna

10 octubre, 2023
Opinión

Las nuevas iniciativas y regulaciones, sumado al creciente interés de la ciudadanía y su empoderamiento, generan un contexto en el cual los procesos de evaluación ambiental se han vuelto más exigentes y complejos.

Por Patricio Walker Huyghe, Senior ECOS Chile, ingeniero Civil Ambiental UC, Magíster en Ciencias de la Ingeniería UC
y Magíster en Medio Ambiente,Gestión, Evaluación y Derecho Ambiental de la UFT
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Según el último Catastro de Depósitos de Relaves publicado por Sernageomin (actualizado a octubre de 2022), existen más de 750 depósitos en Chile, lo que lo sitúa como el tercer país en el mundo con mayor número de este tipo de instalaciones, solamente superado por China y Estados Unidos. Al respecto, el ministerio de Minería ha realizado un diagnóstico y propuesto estrategias y medidas de gestión, lo cual consta en el Plan Nacional de Relaves para una Minería Sostenible y en la Política Nacional Minera 2050, destacándose tres pilares de acción: seguridad de la población, medio ambiente, y economía circular e innovación.

El tema de seguridad ha sido históricamente el centro de atención, existiendo ejemplos recientes de catástrofes por colapso de infraestructura a nivel internacional, lo que ha impulsado el desarrollo de estándares globales cada vez más exigentes. Por otra parte, los temas ambientales relacionados han ido cobrando relevancia en las últimas décadas, destacándose aspectos como las emisiones atmosféricas y el impacto en el régimen hídrico local, lo cual puede ser materia de conflictos socioambientales, sobre todo en territorios compartidos con actividades agrícolas o cercanos a zonas pobladas.

Esto plantea un gran desafío a nivel país, sobre todo si consideramos que a futuro se espera una mayor generación de relaves (por la baja en las leyes), y que una parte importante de la producción minera se proyecta en la zona central, donde existe una mayor densidad poblacional y, por ende, mayor competencia por el uso del suelo y recursos hídricos. En este contexto han surgido varias iniciativas que apuntan a mejorar el monitoreo, para generar más y mejor información, con miras a una gestión más moderna, transparente y con foco preventivo. En esta línea destacan el Programa Tranque, la creación de un Observatorio Nacional de Relaves en el Sernageomin y la Instrucción general para la vigilancia ambiental del componente agua en relación a depósitos de relaves de la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA).

Las nuevas iniciativas y regulaciones, sumado al creciente interés de la ciudadanía y su empoderamiento, generan un contexto en el cual los procesos de evaluación ambiental se han vuelto más exigentes y complejos. Por otra parte, en los proyectos activos que cuentan con Resolución de Calificación Ambiental, el ámbito del cumplimiento ambiental se vuelve crítico. De hecho, al analizar los procedimientos de sanción iniciados por la SMA a instalaciones de minería metálica, se aprecia que los depósitos de relaves son el segundo lugar donde más infracciones se producen, las cuales son calificadas generalmente como graves o gravísimas.

Esto es un claro llamado de atención a redoblar esfuerzos en la gestión ambiental relacionada a los depósitos de relaves, y a modernizar las herramientas de seguimiento y control conforme a las nuevas directrices y estrategias preventivas establecidas a nivel nacional.

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