Biomasa: Una ventana de oportunidades

30 agosto, 2021
Columna de opinión - Vicente Rodríguez_foto

“Las instituciones de fomento e investigación por parte del Estado deben crear las condiciones adecuadas para el desarrollo y masificación de la biomasa, para que aporte en los desafíos ambientales futuros del país”.

Por Vicente Rodríguez, gerente Corporación de Certificación de Leña
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Mucho se habla de la biomasa respecto de sus ventajas y de las posibilidades enormes que tiene su desarrollo e innovación en Chile.

Pero en invierno, cuando tenemos ciudades altamente contaminadas por material particulado, muchos actores asocian el “mal uso de leña” y la “ausencia de regulación” directamente con la biomasa, catalogando a todo el mercado como “contaminante”, cuestión que es un error y que debemos ir aclarando en nuestro lenguaje.

Al respecto, cabe destacar que el uso de leña a nivel residencial alcanza solamente el 20% de la energía proveniente de la biomasa, en tanto que el 80% restante se usa en el sector industrial y de transformación. Pues la tecnología utilizada permite emisiones muy bajas en comparación con otros combustibles, como el carbón o los derivados del petróleo, por ejemplo, en donde la ventaja principal de la biomasa es que es un energético renovable.

Visto de otro modo entonces, la biomasa representa para nuestro país un potencial enorme para la descontaminación de las ciudades, al incluir otras formas de combustible, como leña certificada, pellet, chips de madera, briquetas, entre otros, al igual que la diversificación de los modelos de negocio utilizados para entregar su energía.

Desde el punto de vista de las metas que se ha impuesto Chile para descarbonizar la matriz energética, la biomasa representa un alto potencial debido a que nuestro país posee tradición productora de biomasa.

En este contexto, esta materia prima puede ser un aporte relevante en la producción energética de combustibles de nueva generación, como por ejemplo, el hidrógeno verde, entre otros.

El desarrollo de esta nueva generación de energéticos contribuiría en la meta del país respecto de mitigar la emisión de gases de efecto invernadero, sobre todo considerando que el sector energético es uno de los grandes emisores en Chile y, por tanto, uno de los sectores que requerirá mayores esfuerzos de innovación y diversificación hacia energías más renovables y limpias.

Si bien la biomasa presenta amplias ventajas en el contexto de descontaminación ambiental, reducción de emisiones GEI, aporte a la descarbonización energética, generación de empleo, independencia energética, propiciar el manejo de los recursos naturales, entre otras, en Chile es un sector con reglas poco claras y con bajo incentivo para su masificación, crecimiento e innovación a gran escala.

Es por esto que las instituciones de fomento e investigación por parte del Estado deben crear las condiciones adecuadas para el desarrollo y masificación de la biomasa, para que se convierta en un sector que realmente aporte en los desafíos ambientales futuros del país, siguiendo la tendencia mundial al respecto.

Finalmente, debemos recordar que en Chile los combustibles provenientes de la biomasa, llamados biocombustibles sólidos de madera, no se encuentran regulados. Por ende, no son fiscalizables ni estandarizables, aspecto que creemos es clave si queremos darle a la biomasa el lugar que le corresponde en el contexto de los compromisos ambientales que posee Chile, entre ellos, la descarbonización.

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