“Agradezco que reconozcan mi trabajo”

16 noviembre, 2012
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16-11-2012 Nueva Minería & Energía
En el marco de la Cena Anual 2012 la Sociedad Nacional de Minería, Sonami, premió al pequeño productor minero de Tierra Amarilla, Ivar Rojas, por su capacidad de emprendimiento y visión de la minería

“Estoy muy agradecido por haber sido merecedor de este reconocimiento entregado por Sonami. Es el esfuerzo de tantos años de trabajo que me han llevado a la superación personal, como también al progreso familiar”, sostiene Ivar Rojas, pequeño productor minero de Tierra Amarilla quien se hizo acreedor del premio otorgado por la Sonami en la categoría Pequeña Minería.

Ivar Rojas Olivares es oriundo de Copiapó. A sus 66 años ha logrado grandes objetivos en lo que se refiere a su labor como pequeño productor minero en la Región de Atacama.

Este año, el directorio de Sonami decidió entregar el premio Sociedad Nacional de Minería, en la categoría de Pequeña Minería, a Ivar Rojas por su esforzada trayectoria empresarial, caracterizada por su capacidad de emprendimiento, lo cual también lo hizo acreedor del premio “Emprendedor Minero”, otorgado por la Empresa Nacional de Minería, Enami, que lo destaca como un genuino representante de la tradición minera de la Región de Atacama.

Rojas es padre de 4 hijos, de los cuales dos de ellos siguieron sus pasos en la minería, ya que son ingenieros civiles en minas y metalurgia. Se siente orgulloso de su familia y de haber podido incentivar a que sus hijos fueran profesionales. Y es que asegura que no ha sido fácil su trayectoria en esta industria. “Han sido grandes sacrificios, pero todos han valido la pena”, comenta.

Logros laborales

El productor no viene de una tradición minera. Sus padres fueron agricultores de Nantoco, al interior de Tierra Amarilla. Fue ahí donde vivió su infancia y parte de su adolescencia.

Cuando tenía apenas 16 años, su cuñado lo invitó a trabajar en la Mina Rincón de Agua, ubicada en Sierra Granate, en Tierra Amarilla. Desde ahí, comenzó un largo aprendizaje en minería, pasando por diversos yacimientos, y especializándose en cursos técnicos impartidos en Copiapó.

En 1974 ingresó a trabajar como perforista en Codelco, El Salvador, donde se desempeñó hasta 1984. Un año más tarde, dio un gran paso al tomar la decisión de independizarse y comenzar su propio emprendimiento. Fue así como se asoció con un productor de la zona y adquirieron la pertenencia minera Sol Naciente, la que trabajaron durante 2 años y tuvieron a su cargo a 10 trabajadores. Dos años después, esta sociedad llegó a su fin y la propiedad fue vendida.

Posteriormente, en 2003 arrendó 4 pertenencias mineras, ubicadas en el sector de Puquios, las que mantiene hasta la fecha.

“Creo que mi mayor logro es haberme mantenido en el mercado a pesar de que el precio del cobre bajó en el año 2007”, dice Rojas.

Actualmente, tiene 15 trabajadores a su cargo, cuenta con un potente stock de maquinaria y posee una producción mensual de 1.000 toneladas de mineral de cobre de lixiviación, sulfuro y fundición directa. Además, es propietario de las pertenencias La Vizcacha, de 60 hectáreas, y Victoria, de 70 hectáreas, ambas ubicadas en el sector de Puquios.

“Nuestra presencia es a nivel regional, por lo que se venden 600 toneladas de cobre insoluble 1 a 2% y 500 toneladas de cobre soluble 2,5 a 3,5% y cobre de fundición directa 20 toneladas de 15 a 25%”, sostiene el pequeño empresario.

Últimamente, ha tenido una serie de reuniones con Enami por una importante propuesta que la estatal estaría ofreciéndole y que podría cambiar su futuro. “Esperemos que todo salga bien. Es un importante proyecto que, de resultar, podría ser enormemente beneficioso, tanto para mí, como para mis trabajadores”, concluye.

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