Revista Nueva Minería

Con un sostenido crecimiento, Antofagasta se ha convertido en un destino muy cotizado para el turismo de negocios. Sin embargo, en su interior aún no hay plena conciencia sobre el potencial que la región tiene para sobresalir. ¿Qué es lo que falta y qué es lo que se está haciendo al respecto?

Por Franco Bruna, desde Antofagasta

Revista Nueva Minería y Energía

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La Región de Antofagasta ha experimentado un fuerte crecimiento, tanto a nivel económico como cultural. Esto ha concitado el interés de turistas, normalmente para conocer los paisajes y lugares relevantes de la zona. Pero también hay un grupo importante de personas que ven a la perla del norte y sus alrededores como una potencial zona de inversión y oportunidades laborales. Ellos entran en la categoría de “turismo de negocios”.

A lo largo de Chile, la actividad ha ido en aumento. Según cifras de la Subsecretaría de Turismo, entre 2007 y 2017 hubo un incremento del 38,5% en la cantidad de gente que visitó el país por asuntos de trabajo. Por el lado económico, su importancia resalta aún más, considerando que en 2017 el ingreso de divisas por este concepto ascendió a US$665 millones.

Generalmente, el turismo de negocios se divide en dos segmentos. El que más suele relacionarse con el término es el turismo corporativo, compuesto por trabajadores que acuden a una ciudad para cumplir tareas dadas por la compañía o empresa a la cual pertenecen.

El otro es uno que ha ido en reciente alza en todo el mundo. Se trata del turismo MICE (sigla en inglés que agrupa a reuniones, incentivos, convenciones y eventos). El foco aquí está puesto en atraer el interés de inversionistas para que vengan a la zona y la perciban como una que contribuya al desarrollo de las áreas en que se profesionalizan.

Antofagasta: Potencial no aprovechado

Claudio Yáñez es uno de los más indicados para hablar del momento actual del turismo de negocios en Antofagasta. Su experiencia como director regional del Servicio Nacional de Turismo (Sernatur) los tres últimos años del gobierno anterior, le dio una perspectiva de cuáles son las dificultades para consolidar a la región como una de las principales plazas en el país.

“Aquí mismo está todo el conocimiento, las productoras, el transporte y la infraestructura hotelera. Está el nivel de empresas, pero falta una que coordine y logre la consecución de los eventos”, explica Yáñez.

La principal iniciativa para analizar el tema se reflejó en el Consejo Directivo de Turismo de Negocios, donde empresas privadas de orientación hotelera y gastronómica, entre otras, se conjugan con estamentos públicos como Sernatur, Corfo y la Asociación de Industriales de Antofagasta (AIA). El objetivo es mejorar la competitividad, mediante el fortalecimiento de la actividad turística.

Los miembros de esta instancia también aportan desde su propio funcionamiento. La AIA, por medio de la Antofagasta Convention Bureau (ACB), se focaliza en promocionar a la zona como destino en sí, mientras que Corfo lanzó un Programa Territorial Integrado (PTI) que por medio de actividades y capacitaciones propició una mayor comunicación entre los gremios del área.

Aun así, según Claudio Yáñez no es suficiente: “La profesionalización en el sector privado es la que está faltando. Hoy, aún a veces el organizador de convenciones es el hotel o la universidad, quienes se centran en la programación del congreso en sí, pero no en las variantes externas”.

Una vez concluida su labor en Sernatur, Yañez fundó STM Consultores con el objetivo de ocupar ese rol, pues si bien el fondo de las visitas es laboral, es necesario el complemento con actividades de ocio.

“Para poder captar a un turista, hay que tener varios elementos a consideración. No es menor que Antofagasta tenga buenos atractivos hacia el exterior. A lo de negocios, se le puede conectar lo cultural y lo de aventura”, explica el también CEO de la empresa.

Por consecuencia, aspectos como el alojamiento o las excursiones también son importantes para proporcionar una experiencia completa a los visitantes, permitiéndoles ver a la región no solo como un centro de negocios, sino que también como un lugar atractivo para viajar.

En vistas a materializar este panorama, diversas iniciativas innovadoras se han generado. Una de ellas es WorldTrail, una Startup creada por estudiantes de la Universidad Católica del Norte que, por medio del concepto de turismo inteligente, busca ser una novedosa forma de unir el patrimonio natural y cultural de la región con los turistas.

“Nuestro país tiene un gran potencial turístico, pero faltaba un nexo para poder difundir, promocionar y dar a conocer todos los servicios que engloba el turismo de una manera fácil y accesible para los usuarios”, explica Francisco Rojas, uno de los creadores de este emprendimiento, en conjunto con Rodrigo Flores y Guido González.

“Ofrecemos un sistema de calendarización rápido y efectivo para los tours ofrecidos por los operadores y la generación de una ruta turística en la ciudad de Antofagasta. Por otra parte, buscamos generar una red social local, donde sean los mismos turistas quienes tendrán la posibilidad de emitir sus comentarios y de recomendar lugares”, profundiza.

Se espera que para Exponor 2019 ya esté en marcha el prototipo inicial para que, posteriormente, se lance esta aplicación al mercado; que si bien es dirigida a todo tipo de turistas, no cabe duda de que contribuirá a la búsqueda de la consolidación de Antofagasta como un lugar consolidado para actividades de negocios.