Revista Nueva Minería

“Se estima que alrededor del 50% del equipamiento para minería subterránea proviene de proveedores suecos. La mayoría de éstos están presentes en Chile desde hace muchos años, formando parte del desarrollo del sector minero chileno”.

Por Johan Andersson,

Trade Commissioner Business Sweden

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La exportación de mineral de hierro sueco allanó el camino para la integración de Suecia en Europa. Le dio al país una estructura financiera renovada y contribuyó al surgimiento de la Suecia moderna. Otro factor crucial en el éxito del país fue el arduo trabajo y el espíritu innovador e inquebrantable de su gente, lo que permitió un aumento en la tasa de producción a pesar de la extracción minera a niveles cada vez más profundos.

Hoy la minería sueca es una industria de alta tecnología en el verdadero sentido de la palabra, así como una fuerza impulsora de nuevas innovaciones en todo, desde productos de ingeniería y tecnología ambiental hasta eficiencia energética. Y es que cuando un sueco habla de la industria minera de su país, no sólo incluye a las minas en su discurso, sino todo el ecosistema que se ha construido alrededor de los yacimientos, incorporando también tanto al sector público como privado y académico.

Pues se estima que alrededor del 50% del equipamiento para minería subterránea proviene de proveedores suecos. La mayoría de éstos están presentes en Chile desde hace muchos años, formando parte del desarrollo del sector minero chileno.

Algunos de los proveedores suecos más importantes son Epiroc, ABB, SKF, Sandvik, Volvo y Scania. Básicamente en todas las minas subterráneas chilenas se puede, de una manera u otra, encontrar equipos de estos proveedores, que constantemente están desarrollando nuevas soluciones para avanzar en la creación de la mina del futuro. En este contexto, el desafío para la minería subterránea en Suecia se asemeja a la situación global: la necesidad de explotar mineral en minas con una mayor profundidad.

Es por esto que se formó la alianza Sustainable Underground Mining (SUM) en Suecia, que tiene como objetivo crear un nuevo estándar global en minería subterránea de mayor profundidad, la cual será digitalizada, autónoma y libre de dióxido de carbono. Estamos convencidos que este tipo de iniciativas serán fundamentales para la competitividad de toda la industria minera.

Por otra parte, el aumento en los niveles de automatización en la minería también impondrá nuevas demandas de habilidades para el personal, donde la educación continua y la capacitación de los trabajadores será esencial a la hora de adaptar rápidamente las operaciones a las nuevas tecnologías y los cambios de la industria. Si hay alguna certeza en este camino es que las empresas que puedan adaptarse a estos cambios serán ganadoras en la nueva era.