Revista Nueva Minería

La minera canadiense Teck reajustó la inversión de esta iniciativa minera, que podría alcanzar los US$7.000 millones aproximadamente, junto con proyectar nuevos retrasos en su puesta en marcha.

Por Daniela Tapia
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Es el proyecto minero en construcción más importante que existe hoy en Chile. Se trata de Quebrada Blanca Fase 2 (QB2) ubicado en la Región de Tarapacá y perteneciente, en gran parte, a la canadiense Teck.

Actualmente registra un avance que supera el 82% y cuenta con alrededor de 13.000 trabajadores en el sitio.

Durante un encuentro organizado por Aprimin, el gerente corporativo de Materiales y Servicios – Teck Chile, Sebastián Sotomayor, relevó los atributos del proyecto y los lineamientos que se han impulsado para su desarrollo.

“En términos de sustentabilidad hemos desarrollado un proyecto acorde a los nuevos tiempos, incluyendo el uso de agua desalada para la operación, patrimonio cultural, relación con las comunidades, inclusión, diversidad, entre otros aspectos”, afirmó.

QB2 también destaca por incorporar innovaciones tecnológicas de última generación, como un Centro de Operaciones Integradas ubicado en Santiago. La infraestructura corresponde a un núcleo de inteligencia que optimiza los procesos y las operaciones, inspirado en la Minería 4.0 que se centra en el uso de la tecnología inteligente para automatizar y mejorar las prácticas mineras convencionales, lo que mejora la seguridad al reducir el número de personas expuestas a los riesgos de una operación minera tradicional a gran altura.

“Gracias a esta apuesta es posible monitorear en tiempo real la producción y el suministro de energía, lo que también disminuye la exposición y el riesgo que conlleva tener a mucha gente. También promueve el desarrollo de la sustentabilidad, porque reducirá las emisiones y se utilizarán mejor los recursos. Esto es importante por nuestro compromiso con la sustentabilidad y el cambio climático, al mismo tiempo de lograr la carbono neutralidad para el 2050”, comentaron desde la compañía.

Y es que con Quebrada Blanca Fase 2 la minera no solo busca duplicar su producción de cobre consolidada, sino también aspira a reducir la proporción de carbono en su cartera y así ayudar a satisfacer la creciente demanda global de cobre impulsada por la economía de bajas emisiones de carbono.
En esta dirección amplió su estrategia de acción climática para incluir un nuevo objetivo a corto plazo para lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero (GEI) de Alcance 2 (electricidad comprada) para 2025 y la ambición de lograr cero emisiones netas de Alcance 3 (cadena de valor) para 2050, aprovechando el compromiso trazado por Teck de lograr cero emisiones netas en todas las operaciones al 2050.

Cambios relevantes

En términos financieros el proyecto está experimentando cambios tomando en cuenta que el capital estimado es de US$5.260 millones. “Nuestra guía revisada de costos de capital es de US$7.400 millones a US$7.750 millones, en función de nuestras suposiciones actuales sobre el tipo de cambio, las presiones de costos relacionadas con el clima y las condiciones del subsuelo, los impactos del Covid-19, entre otros factores”, señaló la compañía en el marco de sus resultados al cierre del tercer trimestre del 2022.

“Si bien seguimos esperando que nuestros gastos de capital para 2023 sean más bajos que los de 2022, con el aumento en la guía de capital de QB2 y las presiones inflacionarias continuas, ya no esperamos una reducción de $2 mil millones en comparación con los niveles de gasto proyectados para 2022”, añadió la firma.

Los ajustes también se evidencian en las estimaciones a nivel de producción. Al respecto, la compañía espera que aumenten los niveles de producción durante 2023 luego de la puesta en marcha de QB2. “Ahora esperamos que la producción de cobre esté en el rango de 170.000 y 300.000 toneladas por año para 2023 a 2025, desde el rango previamente divulgado de 245.000 a 300.000 toneladas por año, con 2023 en el extremo inferior del rango de orientación”, divulgó Teck en este mismo informe.

En cuanto a los plazos, desde la minera plantearon que la idea es “enfocarnos en la finalización y entrega del sistema para respaldar el trabajo previo a la operación y puesta en marcha, con un enfoque en los subsistemas necesarios para producir el primer cobre de la Línea 1, que continuamos apuntando a finales de este año. Sin embargo, si persisten los impactos en la productividad, esto se retrasará hasta enero de 2023”.

En relación a sus avances ya concluyeron los trabajos concernientes a la puesta en marcha de la línea de transmisión de 220 kV y la prueba final del tablero de distribución de la subestación principal en la concentradora. Mientras tanto está muy avanzada la puesta en marcha del área de pretratamiento de la planta desaladora y las pruebas preoperativas de las unidades de osmosis inversa de esa unidad.

Asimismo, todos los subsistemas para el Molino de Bolas No. 1 y el Molino SAG No. 1 están en pruebas preoperacionales. Junto con ello, se completó el domo de acopio de mineral y la instalación de todas las cintas transportadoras en la planta y comenzó la prueba hidráulica de las tuberías de agua en la instalación de manejo de relaves.

Futuro de la mina

¿Qué planes tiene proyectado Teck? La próxima fase de desarrollo será la Ampliación del Molino Quebrada Blanca (QBME), cuyo estudio de factibilidad, incluidas todas las actividades ambientales de referencia, se espera que se complete en 2023.

Dicha iniciativa implicará un aumento en el rendimiento del concentrador de aproximadamente un 50%, con la adición de una línea de molienda semiautógena idéntica.

“Creemos que esta configuración optimiza la línea de tiempo para avanzar en el desarrollo de este yacimiento de clase mundial, mientras aprovecha la infraestructura existente para maximizar la eficiencia del capital”, señalaron desde la minera en su último informe de resultados.

Las expectativas es que QBME se transforme en un contribuyente significativo en la cartera de crecimiento de cobre a corto plazo de la firma, con la primera producción prevista para 2026.