Proveedores en tiempos de pandemia: ¿hacia dónde deben redirigir sus esfuerzos?

27 julio, 2020
Codelco, El Teniente - trabajadores

“Si bien la industria ha estado recorriendo por años un camino conducente a una minería inteligente, el entorno actual representa un catalizador importante para dar celeridad al desarrollo e implementación de nuevas tecnologías”.

Por Enrique Molina, director ejecutivo de Expande*
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La aparición y rápida propagación del Covid-19 nos ha demostrado lo vulnerables que podemos llegar a ser ante situaciones inesperadas y desconocidas. En el plano internacional se ha tenido que aprender haciendo en base a un trabajo colaborativo entre organizaciones de alcance global, como la Organización Mundial de la Salud (OMS), actores del sector público y privado.

Y si bien aún se sigue trabajando para lograr dar con la vacuna que frene el avance de la pandemia, se han generado grandes esfuerzos, entre ellos, desde el mundo científico, para dar con el antídoto y coordinar y convenir medidas de mitigación y prevención.

A nivel de los sectores productivos, la industria minera no ha estado ajena al impacto del coronavirus, aun cuando desde hace años han estado adoptando políticas para resguardar la salud e integridad de sus trabajadores, desarrollando protocolos, metodologías e invirtiendo grandes sumas de dinero en resolver condiciones subestándar y promoviendo una cultura del autocuidado.

Hoy si bien el sector ha logrado reaccionar a tiempo, estamos frente a una situación de la cual aprendemos día a día. En este contexto cabe preguntarse, ¿cómo se desarrollará la actividad en los próximos años?, ¿cómo resguardar la salud de los trabajadores y asegurar la continuidad operacional de los centros productivos?, ¿cómo reduciremos la exposición y concentración de las personas?

Las respuestas son variadas y van desde el liderazgo hasta la educación, pero en todas de ellas aparece un común denominador: la innovación. Esta es la herramienta mediante la cual encontraremos las respuestas y soluciones a todos los eventos, que al igual como el coronavirus, nos desafiará en los próximos años.

Nuestra visión al respecto es que si bien la industria ha estado recorriendo por años un camino conducente a una minería inteligente, el entorno actual representa un catalizador importante para dar celeridad al desarrollo e implementación de nuevas tecnologías, que tengan en su centro un mayor resguardo y seguridad de los trabajadores.

Sin embargo, esto será posible en la medida que exista un trabajo mancomunado y una sinergia entre las compañías mineras, que demandan soluciones tecnológicas, y los proveedores que las desarrollan.

En este sentido, es importante que los proveedores logren entender cuáles son las tendencias tecnológicas que la industria requiere incorporar en el corto, mediano y largo plazo, de manera tal que puedan ir orientando sus desarrollos a los que el sector demanda.

Hoy, por ejemplo, y así lo deja en claro la publicación “La Ruta del Emprendimiento en Minería”, que desarrollamos junto a Vantaz y Endeavor, sólo un 30% de los emprendimientos se circunscribe dentro de las tendencias tecnológicas requeridas por la minería, específicamente Internet de las Cosas y robot y drones, lo que evidencia aún más los espacios para innovar y explorar que tienen los proveedores.

Al mismo tiempo, el “Estudio de Caracterización de Proveedores de la Minería Chilena 2019”, que elaboramos con Brinca, señala que sólo el 45% de los proveedores declara estar trabajando el desafío “seguridad laboral”, y un 43% “minería inteligente”.

Asimismo, conceptos como los Centros Integrados de Operaciones, tienen al menos una década en la industria, y representan también una oportunidad para acelerar y potenciar su implementación con la disrupción de nuevas disciplinas y tecnologías desarrolladas por proveedores locales, tales como uso de satélites para el control operacional de tranques de relaves, drones para la captura de información georeferenciada, monitoreo de instalaciones y sensores para monitorear la variabilidad de los procesos, entre otros.

En esta misma línea, las compañías mineras irán rediseñando sus estrategias operacionales para maximizar la eficiencia de los procesos, para lo cual requerirán de técnicas de análisis de datos, como algoritmos que incorporan Inteligencia Artificial, redes neuronales, machine learning y computadores capaces de procesar varios cientos de gigabytes de información digital, que permitan facilitar la conversión de datos en información oportuna para la toma de decisiones.

Estos ámbitos, sumados a la automatización, robotización, remotización y autonomía, abren grandes oportunidades para que los proveedores puedan desarrollar sus competencias, conocimiento, y transformar sus desarrollos en negocios tecnológicos que generen valor para las compañías y diversifiquen nuestra economía.

Hoy más que nunca el desafío está en fomentar un ecosistema de proveedores que sea flexible y capaz de desarrollar de forma eficiente y efectiva soluciones que no sólo atiendan la contingencia inmediata, sino que sean pensadas y diseñadas con una mirada a largo plazo, ya que crisis como la del Covid-19, pueden ser más usuales de lo que creemos en el futuro.

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*Artículo preparado de manera exclusiva por Enrique Molina, director ejecutivo de Expande, para revista Nueva Minería y Energía.

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