Potenciando la industria textil con nanopartículas de cobre
En medio de la contingencia sanitaria por el coronavirus surge una iniciativa que busca evitar los contagios intrahospitalarios, por medio de la vestimenta utilizada. El foco es reactivar la industria textil, entregando al mercado telas con propiedades antimicrobianas.
Por Camila Morales
Revista Nueva Minería y Energía
_________________
Conocidas son las propiedades antibacterianas y antisépticas del metal rojo. Sus comprobadas cualidades en la materia ha puesto en boga los beneficios del cobre, y en medio de la propagación del Covid-19, este metal asoma como un gran aliado para combatir los contagios.
En este contexto, se hace necesaria su mayor inserción en los centros hospitalarios. Ya se ha hablado de mascarillas e insumos médicos, pero ¿qué sucede con la vestimenta utilizada? Esta fue la interrogante que movilizó a dos empresas de confección textil y la compañía IndustrialNano.
“Esta iniciativa surge dada la contingencia del coronavirus, pues nos hizo ir más allá, y darnos cuenta de que los contagios cruzados e intrahospitalarios se debían al contacto con las superficies, pero también por la vestimenta”, comenta Julio Schultz, gerente Comercial de IndustrialNano.
Es ahí cuando este emprendimiento comienza a desarrollarse. Bajo el cuestionamiento de cómo insertar cobre a todo tipo de material textil, la iniciativa busca proteger y otorgar espacios más higiénicos, especialmente en lugares de mayor vulnerabilidad de contagio.
Nanopartículas como protagonistas
El procedimiento consiste en un proceso industrial especial, donde se fijan las nanopartículas de metal rojo -de fabricación y creación propia de la empresa- a diferentes tipos de telas o textiles (algodón, poliéster, polycotton, TNT,etc.), entregando propiedades antimicrobianas resistentes a lavados.
El resultado es la impregnación de cobre en distintos tipos de telas, para la posterior confección de prendas finales, como mascarillas, ropa de cama, cortinas, etc. Tal como destaca Julio Schultz, “este proceso potencia y reactiva la industria textil en Chile, entregando telas protegidas con cobre metálico y evitando dependencia de mercados internacionales”.
De esta manera, el objetivo es entregar inocuidad, seguridad y control de la propagación microbiana. Es decir, otorgar a estas telas mayor valor agregado, evitando bacterias, hongos, virus y ácaros gracias a las cualidades del cobre.
A nivel de detalle, “la innovación consta de cobre líquido a temperatura ambiente, un aditivo industrial basado en nanopartículas esféricas de metal rojo suspendidas y estabilizadas en una solución acuosa. Es una tecnología de creación propia que busca entregar las bondades del cobre a productos de uso cotidiano”, agrega el ejecutivo.
Entre las principales características del producto destaca que no es tóxico, su bajo costo y facilidad de uso, una efectividad sobre 99,9% en productos finales bajo norma ISO 22196:2011 e ISO 20743, y su solución acuosa en suspensión estabilizado, lo que garantiza homogeneidad en la manufactura final.
Respecto a las proyecciones de la iniciativa, Julio Schultz comenta que buscan “abastecer al mercado nacional e internacional con textiles, productos terminados, así como las nanopartículas (materia prima) para la elaboración de este proceso en empresas extranjeras. Esperamos en un corto-mediano plazo utilizar esta tecnología para aprovechar las bondades del cobre en todo el mundo desde una elaboración y fabricación chilena”.
No obstante, los desafíos son grandes. Como todo emprendimiento, quienes encabezan esta innovación identifican problemáticas a la hora de pensar en masificar la iniciativa. El representante de IndustrialNano comenta que “la competencia fraudulenta o imitaciones” sería uno de los problemas al que se tendrían que enfrentar, aunque, advierte, podría “ser evitado con sellos especiales”.
El ejecutivo indica que otra complicación son las fronteras para la exportación del producto, dada la contingencia por el coronavirus. Además, el “bajo interés nacional y la desinformación de este tipo de soluciones para la regularización rápida de estos productos”, los cuales, a su juicio “debieran ser de primera necesidad, y hoy no son considerados de tal forma por entes regulatorios”.
Pese a estas complicaciones, las expectativas son altas, tomando en cuenta que tanto la materia prima, como sus productos finales, ya están siendo exportados a países como Estados Unidos, China, Dubai, México, Perú y Argentina, y están en conversaciones para sumar más mercados.
