Revista Nueva Minería

Uno de los problemas fundamentales que impide la incorporación de la mujer al sector minero, es que la igualdad de género no está asumida como estrategia de negocio por las empresas mineras en nuestro país. A pesar de existir avances respecto de las políticas y estándares empresariales, aún persisten importantes brechas en la implementación de las mismas, fundamentalmente, a través de prácticas no explícitas ni reconocidas que discriminan mayoritariamente a las mujeres.

Por Myriam Baher Retamal, abogada
Estudio Claussen y Velasco
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Como bien se sabe, la industria minera se caracteriza por ser una actividad económica, donde la mayoría de sus trabajadores son hombres. Durante los últimos años Chile impulsó una mayor incorporación de mujeres en el sector minero, a través de algunas políticas públicas y de diálogo con el sector privado. De esta forma, la participación femenina en este mercado del trabajo minero incrementó sostenidamente en los últimos años en nuestro país.

Según el informe elaborado por la Comisión Chilena del Cobre, titulado “Representación y caracterización de la mujer en el sector minero en Chile, año 2020” en la última década, existió un aumento gradual del porcentaje de mujeres que se desempeñaron en el sector minero, pasando desde 6 puntos porcentuales en el año 2010 a 10,3% en el año 2020, trabajando principalmente en cargos relacionados con áreas no operativas, con un 42%, seguido de área mina, con un 28%, y seguido de la concentradora, con una participación del 12%, pero sólo con un 8% de participación de mujeres, desempeñándose en cargos de toma de decisiones, como directoras, gerentes, superintendentes o jefas.

Según cifras de Sernageomin (2020), basado en la estadística de accidentabilidad del reglamento de seguridad minera, se cuantificaron 234.964 trabajadores en el 2020, de los cuales sólo 22.045 correspondieron a mujeres, dando, como resultado que la participación laboral femenina en la minería, incluyendo a mandantes y contratistas, fue de 9,4% en el año 2020.

No obstante el aumento de la participación laboral femenina en el mundo minero chileno, aún se mantiene una fuerte brecha respecto de otros sectores económicos. A mi juicio la participación de las mujeres en el sector minero, especialmente en algunas regiones de nuestro largo país, representa una oportunidad para tener un empleo de calidad, generar ingresos y ejercer su autonomía económica, aportando a la productividad e innovación del sector, contribuyendo así al desarrollo sostenible, y a una mayor igualdad.

Lamentablemente, un factor determinante que impide la participación de la mujer en el mundo minero, es el arraigo de variables culturales y operacionales que acentúan las desigualdades entre hombres y mujeres. Como bien se sabe, la industria minera se organiza con sistemas de turnos y desplazamiento de trabajadores, perpetuando la permanencia de roles tradicionales: el hombre proveedor de recursos y la mujer, a cargo del trabajo de cuidado, con dependencia económica del sostenedor de la familia. Resulta sorprendente que solamente a fines del siglo XX, en 1996, se modificó en Chile el código laboral para permitir a las mujeres trabajar en faenas mineras.

A pesar del esfuerzo sostenido desde el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, aún existen pocas medidas de conciliación entre vida laboral y vida familiar en empresas mineras.

Uno de los problemas fundamentales que impide la incorporación de la mujer al sector minero, es que la igualdad de género no está asumida como estrategia de negocio por las empresas mineras en nuestro país. A pesar de existir avances respecto de las políticas y estándares empresariales, aún persisten importantes brechas en la implementación de las mismas, fundamentalmente, a través de prácticas no explícitas, ni reconocidas, que discriminan mayoritariamente a las mujeres.

Para paliar los problemas antes indicados, a nivel central se realizan esfuerzos para fortalecer la incorporación de las mujeres en la minería, esfuerzos que son liderados desde el sector público por el Ministerio de Minería y el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género. El desafío de incorporar más mujeres al sector minero en Chile aún no es asumido como eje central del desarrollo de la minería, pues sigue siendo, un tema aislado abordado en espacios dedicados a la mujer, como la Mesa de Buenas Prácticas Laborales a nivel central o las Mesas de Mujer y Minería en las regiones, sin instalarse en espacios de diálogo y de toma de decisiones estratégicos del sector.

Es absolutamente necesario concienciar a las planas ejecutivas, a los líderes gremiales de la minería y actores políticos, respecto de la imperiosa necesidad de incorporar a las mujeres al sector minero, para ello, es necesario cambiar la cultura organizacional y la estructura empresarial de forma transversal y verticalmente, ya que la igualdad de género, debe necesariamente, ser comprendida, asumida e internalizada, por las autoridades del País, el sector privado y fundamentalmente, por los dirigentes empresariales como una condición determinante que ayude al desarrollo del sector minero.

Un paso importante en esta área, desde el sector institucional fue trabajo realizado en diciembre de 2022, por la Mesa Nacional Mujer y Minería, instancia público-privada que promovió políticas de inclusión y la presencia femenina en la industria. La ministra de Minería, el ministro de Educación, junto a representantes de las carteras de la Mujer y Equidad de Género y del Trabajo y Previsión Social, firmaron un acuerdo de cooperación para implementar y fortalecer políticas que permitan potenciar la participación femenina en diversas dimensiones.

Esperemos que este trabajo genere resultados, y la mujer participe cada día mas en es hermoso sector, que tantas satisfacciones genera en nuestro país.