Mejorando la seguridad de las operaciones mineras
“En el mediano y largo plazo vemos que el futuro de la minería es la llamada “Minería Autónoma Colaborativa”, donde máquinas y humanos colaboran en las tareas de extracción de mineral”.
Por Javier Ruiz del Solar, director ejecutivo Advanced Mining Technology Center (AMTC)
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Si bien se piensa que el principal beneficio de automatizar y robotizar procesos productivos -en particular procesos mineros- es aumentar su eficiencia y productividad, existe otro beneficio aún más importante, que tiene relación con mejorar la seguridad laboral y la calidad de los puestos de trabajo.
En el Centro Avanzado de Tecnología para la Minería (AMTC), parte importante de nuestro quehacer en automatización para la minería, apunta a desarrollar sistemas y maquinarias que puedan cumplir las mismas tareas que los operarios humanos, de tal forma de alejarlos de tareas peligrosas y de ambientes adversos.
Polvo, altas temperaturas y derrumbes son algunos de los riesgos a los que se ve expuesto el personal humano al interior de las faenas mineras, y un equipo autónomo o teleoperado puede permitir que una persona ya no tenga que laborar en ese entorno adverso.
El hecho de alejar a las personas de tareas peligrosas ha permitido, asimismo, poder dar continuidad a las operaciones mineras en medio de la pandemia del Covid-19. En efecto, la teleoperación de equipos mineros desde Centros Integrados de Operaciones es el equivalente al teletrabajo en otras industrias.
El beneficio adicional de la teleoperación de equipos es que el trabajador no solo no pierde su empleo, fruto de la automatización de una máquina o un proceso, sino que al no tener que desplazarse a la mina y poder operar desde un centro urbano, aumenta la calidad de su puesto de trabajo y dispone de mayor tiempo libre al no tener que desplazarse a la mina.
La División El Teniente de Codelco es un ejemplo exitoso y pionero en esta materia, al operar diversos equipos -entre ellos los martillos pica-roca ubicados al interior de sus minas- desde su centro de operaciones en Rancagua.
En el mediano y largo plazo vemos que el futuro de la minería es la llamada “Minería Autónoma Colaborativa”, donde máquinas y humanos colaboran en las tareas de extracción de mineral.
Bajo este paradigma, equipos y vehículos operados tanto en forma autónoma como teleoperada o bien bajo control humano directo, colaboran. Las tareas peligrosas son realizadas por equipos autónomos y teleoperados y cuando éstos necesitan asistencia, aquella es provista por los operadores humanos.
Podemos afirmar que la automatización y la robotización de tareas y procesos unitarios nos permitirán alcanzar una minería más segura, donde las personas puedan colaborar sinérgicamente con máquinas y equipos autónomos y teleoperados.
Sin duda, la pandemia del Covid-19 ha permitido acelerar estas transformaciones en pro de la seguridad de las trabajadoras y los trabajadores de la minería.
