La modelación hidrológica como herramienta de gestión del recurso hídrico

23 mayo, 2022
Gonzalo Sánchez Banda

Los modelos no solo sirven para cuantificar problemas actuales, sino que también se pueden utilizar para predecir condiciones futuras.

Por: Gonzalo Sánchez Banda Ingeniero en Obras Civiles y magíster en Ciencias de la Ingeniería UDP,
Académico Diplomado en Gestión de calidad de aguas superficiales a escala de cuenca
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Chile atraviesa un escenario cada vez más grave de megasequía, un fenómeno que llegó para quedarse y que está marcado por la dramática escasez de precipitaciones, extendida durante un largo período de tiempo y que cubre casi todo el territorio nacional. Según un estudio de Fundación Chile (“Transición Hídrica: El futuro del agua en Chile”, de 2019), en base a un análisis en profundidad de seis cuencas del país, 44% de los problemas de brechas y riesgo hídrico tienen que ver con fallas en la gestión del agua y su gobernanza, incluyendo falta de transparencia del mercado del agua, falta de coordinación entre instituciones, una limitada fiscalización a los usuarios y falta de información. Más atrás aparecen el crecimiento de actividades productivas y sobreotorgamiento de derechos (17%); los problemas relacionados a deficiente calidad del agua (14%); y la disminución de precipitaciones de agua – nieve y derretimiento de hielos (12%).

Este contexto pone de manifiesto la necesidad incrementar el monitoreo de caudales y variables de calidad de aguas de los cauces, priorizando el estudio científico. Si no se tienen datos ni un panorama completo del problema en una zona, es imposible tomar decisiones realistas para mejorar la escasez hídrica.

Reconociendo que la mayor parte del problema tiene que ver con la gestión del agua, la modelación hidrológica es una herramienta clave para apoyar la toma de decisiones de política pública. Permite estudiar a cabalidad una cuenca hidrográfica y los componentes del ciclo hidrológico (precipitación, infiltración, escorrentía y agua subterránea); utilizando variables de entrada y de los modelos se obtienen caudales y escorrentía.

Los usos de los modelos hidrológicos y de calidad de agua son extensos. Por ejemplo, pueden utilizarse para cuantificar el caudal de un cauce e identificar los procesos hidrológicos, identificando el aporte de agua subterránea la evapotranspiración y la interacción entre todas las variables del ciclo hidrológico. Con los modelos, investigación y una buena base de información, puede mejorarse la gestión y manejo de las obras hidráulicas, y la gestión de las cuencas.

Por otra parte, los modelos de calidad de aguas son sumamente interesantes para gestionar el uso de pesticidas o regular los desechos en industrias mineras. Teniendo en cuenta que el 14% del problema de sequía en el país es por este factor, se vuelve fundamental realizar una correcta cuantificación y gestión de los nutrientes y sedimentos para cuidar el recurso.

Los modelos no solo sirven para cuantificar problemas actuales, sino que también se pueden utilizar para predecir condiciones futuras. Por ejemplo, investigar los efectos del cambio climático, al modificar variables del ciclo hidrológico para analizar cómo afectaría a una zona.

Es por estas razones que dado el contexto actual es fundamental incorporar modelos hidrológicos en conjunto con un mayor monitoreo de datos para poder caracterizar y estudiar correctamente las cuencas de nuestro país.

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