La minería y la futura nueva Constitución

19 abril, 2021
Columna de opinión - Cristían Quinzio_foto

“Para mantener la contribución de la minería al Chile del futuro, es necesario incentivar nuevas exploraciones, para lo que es conveniente modificar el actual sistema de concesiones mineras”.

Por Cristián Quinzio, profesor Derecho de Minería, Escuela de Derecho de la Universidad de Chile.
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Es nuestro parecer que en la próxima discusión de la nueva Constitución los recursos naturales y su forma de aprovechamiento volverá a ser un tema central. En particular, la captura de parte de la renta minera por el Estado de Chile. Es una realidad que en los últimos 30 años la minería ha sido un relevante motor para el desarrollo del país, gracias al sustantivo incremento de la inversión privada, que ha permitido elevar la producción de tan solo cobre hasta, aproximadamente, 5.7 millones de toneladas.

Para mantener la contribución de la minería al Chile del futuro, es necesario incentivar nuevas exploraciones, para lo que es conveniente modificar el actual sistema de concesiones mineras que permite su extremada concentración en unos pocos actores, bloqueándose así la entrada de nuevos actores al mundo de la exploración minera.

Y en lo que toca a la captura de parte de la renta minera, nos parece que hasta el día de hoy el Estado chileno no ha podido obtener para sí una parte importante de esa renta, resultando conveniente repensar el actual impuesto específico a la actividad minera (“IEAM”) y su reemplazo por un royalty.

¿Qué proponemos entonces para la nueva Constitución en materia minera? Lo primero, mantener inalterado el dominio minero estatal, al igual que fuera introducido en la Reforma Constitucional de la Ley N° 17.450 de 1971, con sus características de absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible.

Lo segundo, darle una real conexión a ese dominio estatal con el otorgamiento de derechos de concesión a particulares, obligando a quienes se les otorgan a desarrollar actividad minera o pagar multas por no hacerlo, todo bajo el principio de que el otorgamiento de concesiones se hace con un objetivo: satisfacer el interés público que justifica su otorgamiento.

Y en lo que toca al IEAM, proponemos sea reemplazado en la nueva Constitución por un royalty, que perfeccionando el IEAM permita lograr una más equitativa repartición de la renta económica obtenida de la explotación de la riqueza minera de dominio estatal, invirtiendo los recursos que se recauden en la creación de otros activos productivos que le permitan a las generaciones futuras no extrañar los recursos mineros ya explotados.

Espero que al entrar a la discusión de estas materias, todos nos mostremos abiertos a la introducción de cambios a una legislación minera que lleva más de 40 años de vigencia, con el propósito último de remar por una más moderna, dinámica y mejor minería, que nos permita continuar beneficiándonos de sus innegables bondades.

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