La geotermia en la encrucijada

21 junio, 2021
Columna de opinión - Claudio Huepe_foto

“El debate actual sobre el reglamento de potencia es un momento fundamental no solo para el desarrollo de la geotermia, sino también para la orientación que tomará la transición energética”.

Por Claudio Huepe, director Centro de Energía y Desarrollo Sustentable U. Diego Portales
_________________

El desarrollo acelerado de la energía eléctrica renovable en Chile ha estado marcado por dos tecnologías principales: la solar fotovoltaica y la eólica. Estas dos fuentes de energía han pasado de representar menos de un 2% de la matriz eléctrica en el año 2010 a más de un 20% en el 2020.

Este cambio sustancial contrasta con el de la generación eléctrica geotérmica, una energía igualmente renovable y que pese a estar consolidada desde hace más de 50 años, representa hoy menos del 1% de la matriz eléctrica chilena, menos incluso que la energía solar de potencia. Si se considera además la generación de pequeña escala o doméstica, la brecha es aún más marcada.

La incorporación acelerada de las tecnologías renovables eólica y solar se debió a una conjunción de factores: una fuerte baja de los precios internacionales de la tecnología, la menor conflictividad social de los proyectos renovables, la preocupación climática de empresas y Estado y una regulación que supo adaptarse rápidamente, permitieron el despliegue rápido del potencial.

En el caso de la geotermia, no todos estos factores confluyen de manera tan evidente. En efecto, un obstáculo clave que enfrenta la energía geotérmica es que, pese a ser una fuente de energía no intermitente, su costo supera significativamente al de las energías fotovoltaica y solar.

En la geotermia ocurre, además, que los sitios son más acotados y específicos, por lo que las preocupaciones ambientales y sociales son algo más complejas. Adicionalmente, como para otras renovables, las restricciones de transmisión también son determinantes.

Estas condiciones algo menos favorables para la generación eléctrica geotérmica ponen a prueba la capacidad de la regulación de orientar el desarrollo eléctrico y de entregar el soporte relevante para el despliegue efectivo de todas las tecnologías renovables, que serán necesarias para la transición energética nacional.

En efecto, ante la creciente amenaza del cambio climático y la necesidad de acelerar los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono, ya no es posible pensar en una regulación que no tenga por objetivo definido la transición energética. Esta regulación debe buscar activamente favorecer el desarrollo de la diversidad de renovables requeridas y estructurar el rol que puede tener cada una en la transición, buscando también la máxima eficiencia dinámica y la flexibilidad necesaria. La geotermia posee atributos que deben ser parte del proceso.

El debate actual sobre el reglamento de potencia es un momento fundamental no solo para el desarrollo de la geotermia, sino también para la orientación que tomará la transición energética.

El modelo regulatorio debe ser revisado para considerar dimensiones tan relevantes como el uso de los recursos disponibles, la necesidad eventual de acelerar la reducción de emisiones, el proceso de incorporación de las renovables variables, la salida de las centrales a carbón o incluso, el aprovechamiento económico del potencial renovable y un desarrollo industrial más limpio.

La geotermia se encuentra en esa encrucijada. El camino que se tome marcará el desarrollo energético de los próximos años.

Noticias Relacionadas