Japón: De luces y sombras

23 diciembre, 2020
Japón_foto_001

La pandemia del Covid-19 le enrostró al país nipón la necesidad de mejorar sus índices de crecimiento económico. Pero además relevó la importancia de avanzar hacia la consolidación de la sociedad digital y la sustentabilidad.

Por Daniela Tapia
Revista Nueva Minería y Energía
_________________

Las características de Japón indicaban que sería uno de los países donde el Covid-19 golpearía con fuerza debido a su cercanía geográfica con China, cuna de origen del virus; su alta densidad poblacional; y el gran número de adultos mayores. Sin embargo, aquello no sucedió. ¿Qué pasó?

Fue en mayo cuando el entonces primer ministro Shinzo Abe anunció que la estrategia de Japón para enfrentar el virus sería “un nuevo estilo de vida”, donde el coronavirus comenzaría a ser visto como parte de la cotidianidad.

De esta manera, surgió el plan conocido como “san mitsu”, una recomendación de salud pública que se ha convertido en la regla de oro para convivir con el virus, y que se traduce en evitar lugares con poca ventilación, donde haya multitudes, y con gente hablando en voz alta en espacios cerrados.

Desde la Embajada de Japón en Chile afirman que si bien han experimentado un aumento en la cantidad de contagios por Covid-19 y que dicha tendencia continúa, el número de contagios es de 9,5 personas por cada diez mil, que en comparación con los otros países del G7, es bajo.

Pero si de efectos se trata la economía nipona se ha visto particularmente afectada, por lo que se llevó a cabo un plan para enfrentar el impacto de la crisis. Este consistió en una campaña denominada “Go To Campaign” que inyecta recursos fiscales por 1.679,4 mil millones de yenes para las diversas industrias aquejadas por la pandemia, especialmente la industria de los viajes, la del turismo y la gastronómica.

“Está planeado continuar y ampliar el apoyo de acuerdo a las necesidades que surjan a futuro”, señala al respecto Kikuo Take, primer secretario de la Embajada de Japón en Chile, quien destaca además la implementación de medidas de apoyo para las grandes empresas mediante préstamos, y subsidios directos a las pequeñas y medianas compañías.

Para Jorge Rojas-Vallejos, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Andrés Bello (Unab), el tamaño total del estímulo fiscal es del orden de dos trillones de dólares, el más grande del mundo.
Este paquete de ayuda busca, a ojos del docente, contribuir a mitigar los efectos de la pandemia del Covid-19 en una economía que ha tenido una década de bajo crecimiento, promediando un 1.3% anual desde 2010 a 2019.

“Consideremos que Japón ya tenía una deuda pública del orden de 200% del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que con estos 2 trillones de dólares adicionales, estarían en alrededor de un 240% del PIB”, sostiene Rojas-Vallejos.

En el discurso que el Primer Ministro, Yoshihide Suga, pronunció el 26 de octubre ante el Congreso no sólo se refirió a la importancia de que el país nipón mejore su tasa de crecimiento económico, sino que además detalló los principales retos a los cuales se enfrenta Japón.

Entre ellos está la necesidad de compatibilizar las medidas contra el Covid-19 y la economía; la materialización de una sociedad digital y las cadenas de suministro; el desarrollo de una sociedad verde, con especial mención en alcanzar la carbono neutralidad al año 2050; y crear un nuevo flujo de personas, es decir, dar mayor fluidez al empleo.

“Todos estos son temas que requieren desafíos audaces, pero para que Japón sea un país que siga contribuyendo a la solución de los diversos problemas como un miembro de la comunidad internacional, considero que ninguno de ellos puede eludirse”, asevera Kikuo Take.

En este contexto, el ejecutivo también releva que el próximo año se realizarán los Juegos Olímpicos de Tokio, que se habían suspendido producto de la pandemia, a lo que se suma que en 2025 se llevará a cabo la Expo 2025 Osaka, Kansai, en la isla Yumeshima de Osaka.

Oportunidades comerciales

En este escenario convulso, las relaciones comerciales entre Chile y Japón están bajo observación. ¿Qué se analiza? En opinión del académico de la Unab, los vínculos con Japón han sido estables en la última década, pero no han tenido el crecimiento potencial que se desearía.

Al respecto, Rojas-Vallejos plantea que China se ha transformado en el principal socio comercial de Chile seguido de cerca por Estados Unidos, pero Japón se ha quedado relegado a un quinto lugar con una participación menor al 7% del intercambio comercial total de Chile.

“En 2019 las exportaciones japonesas retrocedieron un 5,6%, mientras que sus importaciones disminuyeron un 5,0%. Con estos datos, una oportunidad es mejorar el comercio entre ambos países mediante acuerdos que promuevan los bienes y servicios de cada país en el otro”, expresa.

El analista asegura que Chile es un país abundante en recursos naturales y Japón es rico en capital humano. Por lo tanto, una política comercial que incentive y promueva la cooperación entre empresas de ambas naciones podría tener beneficios significativos.

“Promover el intercambio de conocimientos en el plano productivo y laboral resulta fundamental para crear empresas de capitales chileno-japoneses. La pandemia podría ser la puerta de entrada hacia una colaboración más profunda con Japón y así hacer frente a la hegemonía comercial que China adquiere cada vez más en la zona Asia-Pacífico”, manifiesta Jorge Rojas-Vallejos.

En la Embajada de Japón en Chile, en tanto, hacen hincapié en que la industria de los videojuegos se podría alzar como una herramienta de cooperación interindustrial entre Chile y Japón.

“Mención aparte merecen los esfuerzos para la instalación de un cable submarino que una a Chile con Australia y Asia, que se encuentra actualmente en estudio, así como el fomento para la introducción del 5G. Ello contribuirá al fortalecimiento de la cooperación entre ambos países en torno a la industria de las TIC”, explica Kikuo Take, agregando que otra área valiosa de cooperación es la industria del hidrógeno verde.

El TPP11, por cierto, no escapa del foco de atención por parte de la casa diplomática, que recalca que dicho acuerdo ya entró en vigencia en 2019 para 7 países, dentro de los cuales se encuentra Japón.

“Creo que una pronta aprobación del TPP11 en Chile es esencial a la hora de crear un ambiente adecuado para la realización de los esfuerzos estratégicos del país, tales como la sociedad digital o el hidrógeno verde”, concluye Take.

Noticias Relacionadas