Energía Undimotriz: La lucha por conquistar el mar

10 abril, 2023
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Aun cuando Chile posee más de 6 mil kilómetros de costa y un potencial estimado de 164 GW de generación, la tecnología que utiliza la fuerza de las olas para generar energía sigue en una etapa muy temprana. Un escenario que investigadores y empresas están determinados a cambiar.

Por Cristián Venegas
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Con una longitud de 6.435 kilómetros, la costa de Chile posee un indiscutible potencial eléctrico no explotado que algunas estimaciones cifran en 164 GW. Sin embargo, pese a ese escenario que pareciera óptimo, las tecnologías que buscan aprovechar el poder de las olas están aún en una etapa muy preliminar y lejos de los rendimientos de otras fuentes renovables mucho más competitivas, como la solar y la eólica.

Para el Dr. Lorenzo Reyes-Bozo, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chile, las energías asociadas a mares, como la undimotriz, han tenido menor atención y menor desarrollo, es así como “hoy en día el costo de producción de energía con estas tecnologías asociadas a los océanos, es muy alto respecto a lo que pasa con las tecnologías asociadas al sol, en que el costo de producción del kilovatio es mucho más barato”.

Un contexto que no difiere demasiado de lo que sucede a nivel global, explica el experto, pues si bien “hay esfuerzos en algunas partes del mundo en que se están desarrollando cierto tipo de tecnologías, sigue siendo a nivel de prototipo, por lo tanto, el costo de producción y el costo de la energía es bastante alto”.

Un diagnóstico con el que coincide el Dr. en Ingeniería Mecánica de la Universidad Técnica de Dinamarca, Fabián Pierart, quien además lidera el proyecto Generador Undimotriz Lakfenewen en la Región del Bío Bío: “La energía undimotriz todavía no es competitiva y tal vez nunca lo sea, no lo sabemos, puede que en el futuro lo logre y tal vez no”, sostiene. Aunque también advierte que “no necesariamente requiere ser una alternativa eficiente para ser utilizada”.

Primero en Latinoamérica

Una de las pocas experiencias que ha desafiado la “corriente”, es el proyecto Open Sea Lab implementado desde abril de 2021 por Enel Green Power Chile. Proyecto de investigación y desarrollo que se realiza a través del Centro de Investigación e Innovación en Energía Marina (MERIC, por sus siglas en inglés), que además cuenta con fondos de Corfo.

“Se trata del PB3 PowerBuoy que, instalado frente a las costas de Las Cruces en la Región de Valparaíso, es el primer convertidor de energía de las olas a escala industrial en Latinoamérica y el quinto a nivel mundial”, detalla el jefe de Innovación de la compañía, Rodrigo Paredes.

Este innovador sistema es capaz de convertir la energía undimotriz en energía eléctrica que se almacena en un sistema de baterías de 50 kWh ubicado al interior del PB3 PowerBuoy, y que alimenta los diferentes sensores oceanográficos que monitorean el entorno marino.

El equipo no se encuentra conectado eléctricamente a tierra y la información que se obtenga de este dispositivo permitirá conocer el comportamiento de las olas, optimizar el recurso y liderar así la investigación de este tipo de energía renovable en el país y en el mundo, en condiciones reales, complementa el ejecutivo de Enel.

Proyecto Lakfenewen

Volviendo al sur de Chile, específicamente a la comuna de Lebu, encontramos el proyecto Generador Undimotriz Lakfenewen, iniciativa financiada por el Gobierno Regional del Bío Bío y su Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FlC-R), que es encabezada por Fabián Pierart, quien además es codirector del Grupo de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Universidad del Bío Bío.

El académico precisa que la partida del proyecto, que suministrará electricidad a pymes gastronómicas del borde costero; fue en agosto de 2022 y que “las primeras etapas tienen que ver con definir algunos detalles de nuestro prototipo inicial, tenemos un laboratorio en que hemos probado diferentes tipos de tecnologías y estrategias de control, cómo maximizar la energía y moverlo para poder escalarlo”.

“Finalmente llegamos a una tecnología que podría implementarse en el mar, pero que ahora estamos terminando de definir. La idea es que en agosto de 2023 tengamos el sistema construido y en el mar, pero aún no generando energía eléctrica, solamente la parte mecánica, como las boyas, el anclaje, todo el sistema”, explica el ingeniero sobre el proyecto que en agosto de 2024 estaría generando energía y que tendría un costo total de $150 millones, aunque el prototipo costará mucho menos dinero, recalca.

Pierart, aun cuando sostiene que la undimotriz puede actualmente “no ser una buena opción a nivel comercial”, sí puede serlo a escala humana, con fines sociales y para solucionar algunos problemas particulares o como complemento de otras tecnologías. Además de tener la ventaja de no sufrir intermitencia, ya que “la principal problemática de la eólica y la solar, que son las más populares, es que son muy variables, dependen mucho de sí es día o es noche, o de si hay viento suficiente o no, y de las condiciones climáticas. Mientras que las olas siempre están ahí, generando, no paran nunca, los 365 días y las 24 horas, y esa cualidad le da una ventaja, le daría más robustez al Sistema Eléctrico Nacional que siempre depende de combustibles fósiles”.

Escala industrial

Respecto de si la energía undimotriz puede escalar en Chile de la investigación y los prototipos, a un nivel industrial, el jefe de Innovación de Enel, Rodrigo Paredes, sostiene que la posibilidad es cierta, pues Chile con más de 6 mil kilómetros de costa es un país con un oleaje fuerte y mareas que lo hacen muy propicio para la generación de energía a través del mar.

En esa línea, asegura que la undimotriz “es una oportunidad de ampliar las fuentes energéticas renovables no convencionales en la matriz nacional y también de contribuir a la generación de energía a nivel local, con un potencial de energías marinas de 164 GW. Hay varias experiencias en el mundo, principalmente en Reino Unido, Estados Unidos, Canadá, España y Portugal”.

¿Es necesario subsidiar?

Una de las preguntas que surge al conocer el desarrollo todavía temprano de la energía undimotriz, es si las subvenciones o subsidios podrían estimular su desarrollo. Si se hace historia, según plantea Lorenzo Reyes-Bozo, quien además es director del Grupo de Investigación en Energía y Procesos Sustentables de la U. Autónoma; todas las tecnologías de energías renovables no convencionales han tenido un fuerte apoyo y subvención del Estado.

En este sentido, dijo que “uno puede ver, por ejemplo, el camino que recorrió la energía solar fotovoltaica en España, donde efectivamente se subsidiaba muy fuerte el desarrollo tecnológico y la construcción de plantas fotovoltaicas, y eso permitió el desarrollo tecnológico, la creación del mercado y el set de los precios que se tienen hoy”.

“Por lo tanto, con la energía undimotriz pasa un poco lo mismo, hay que tener un fuerte compromiso, instrumentos y políticas públicas que permitan el desarrollo de estas tecnologías, primero porque Chile tiene 4.500 kilómetros lineales de costa y tiene un potencial interesante que explotar (…) hay otro elemento que también es importante desde el punto de vista de la política, con la Estrategia Energética 2050 que establece claramente que el primer énfasis de energías renovables va a ser la solar y la eólica, y luego todas las demás”, analiza el especialista.
Ante la misma consulta, Paredes, de EGP, considera que al igual que el hidrógeno verde, la energía undimotriz y mareomotriz requieren apoyo gubernamental, “por ser nuevas tecnologías y para generar un nuevo mercado que impulse el desarrollo masivo de estas y así reducir sus costos”.

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