Energía eólica: Cuando los vientos soplan con fuerza

28 diciembre, 2020
Energía Eólica_foto_001

En Chile, la energía eólica se ha instalado de forma creciente en la matriz. Un hecho que se verá reforzado con el plan de descarbonización puesto en marcha en el país, y que tendrá a esta alternativa como una de sus protagonistas.

Por Daniela Tapia
Revista Nueva Minería y Energía
_________________

Es uno de los tipos de recursos energéticos limpios más desarrollados en el mundo y con mayor potencial. Hablamos de la energía eólica.

China es el líder mundial en capacidad instalada de energía generada por el viento y cuenta con el parque eólico terrestre más grande del planeta en la provincia de Gansu. Le sigue Estados Unidos que posee seis de los diez parques terrestres más extensos, incluyendo el Centro de Energía Eólica en California, y luego se posiciona Alemania, que tiene la capacidad eólica instalada más alta de Europa.

¿Y en Chile? Fue en noviembre de 2007 cuando entró en operación el primer parque eólico unido al Sistema Interconectado Central (SIC), ubicado en la localidad de Canela, Región de Coquimbo. El parque partió con 11 aerogeneradores que producen 1,65 MW cada uno, con una generación anual de 46.000 MWh. Desde entonces el país ha ido incentivando fuertemente el desarrollo de este tipo de energía.

Durante agosto de este año, la generación eólica alcanzó su mayor aporte mensual histórico, entregando 600 GWh al Sistema Eléctrico Nacional (cerca de un 10% de la generación total del sistema).

Desde la Asociación de Generadoras señalan que para poner esto en perspectiva, dicho aporte energético (conseguido en un solo mes) es un poco menos del doble de la energía eólica que generó el sistema en la totalidad del año 2010 (325 GWh). Más aún, en un espacio de 5 años (2014-2019), la generación eólica anual más que triplicó su aporte al sistema, y en un espacio de 10 años (2009-2019) aumentó más de 60 veces su aporte.

Según Rodrigo Solís, director de Estudios y Contenidos de la entidad, los proyectos eólicos en construcción, a diferencia de los proyectos solares, concentrados en más de un 90% en las regiones de Tarapacá, Antofagasta y Atacama, están distribuidos por todo el país.

De los 2.2 GW eólicos en construcción, 1.2 GW están en la zona norte (regiones de Antofagasta y Atacama) y todos los demás proyectos están distribuidos en regiones del sur (principalmente Araucanía, Biobío y Los Lagos).

Una opinión que comparte Diego Hollweck, gerente general de Latin America Power, quien plantea que las expectativas respecto a la entrada en operación de nuevos proyectos eólicos van en línea con el crecimiento sostenido observado en los últimos años.

“Según datos de la Comisión Nacional de Energía (CNE), se estima que para el año 2022 se agregarán 2.084 MW de proyectos que actualmente están en construcción, lo cual es una buena noticia para todo el sector”, dice el ejecutivo.

Atributos relevantes

El análisis es claro: las energías renovables, entre ellas la energía eólica, llegaron para quedarse gracias a los impactos positivos que generan en el ecosistema energético chileno.

Uno de ellos apunta a la incorporación de más electricidad renovable en distintos puntos del sistema, evitando así en algunos casos, la congestión en transmisión a la cual se ve muchas veces expuesta la energía solar.

Otro aspecto importante que releva Solís, de la Asociación de Generadoras, es que estos proyectos representan un impulso al desarrollo económico regional, el cual resulta fundamental en el contexto de la pandemia para avanzar hacia una reactivación sostenible.

“La entrada de estos proyectos al Sistema Eléctrico Nacional, que está pronosticada para los próximos doce meses, también permite avanzar en la diversificación de la matriz energética y en el reemplazo del uso de combustibles fósiles, ambas características necesarias para alcanzar un sistema energético sustentable y resiliente que permita descarbonizar efectivamente la economía del país”, afirma el profesional.

Al respecto, el líder de Latin America Power, compañía que ha puesto en marcha diversas iniciativas de generación renovable en el país, entre ellas el parque eólico San Juan de Chañaral de Aceituno, coincide en que la participación de la energía eólica en el plan de descarbonización tiene un rol esencial.

Pero además hace hincapié en los avances tecnológicos que se han llevado a cabo en esta industria. Entre estas innovaciones están las mejoras en el diseño de aerogeneradores, que hacen más eficiente el uso del recurso eólico; la incorporación de soluciones de big data, que permiten bajar los tiempos de mantenimiento, mejorando la disponibilidad; y los pronósticos de viento más acertados y extendidos en el tiempo, lo que permite mejorar la planificación del sistema eléctrico.

Flexibilidad y desafíos

En el camino que ha emprendido el país hacia la transición energética, el gobierno ha estado trabajando en la Estrategia de Flexibilidad, la cual se centra básicamente en la capacidad del sistema para responder a variaciones imprevistas en la demanda o en las condiciones operativas.

En este contexto, los especialistas dicen que existe consenso en que la flexibilidad puede y debe provenir de distintos puntos en el sistema, tales como las tecnologías de almacenamiento, centrales de generación con capacidad de respuesta, o consumos flexibles.

Para Solís, hoy por hoy en el Sistema Eléctrico Nacional, la principal fuente de flexibilidad proviene de centrales de generación mediante esquemas de reservas y servicios complementarios de control de frecuencia.

“Si bien estos servicios típicamente están asociados a centrales térmicas y de embalse, este es un paradigma que ha ido cambiando con el avance de nuevas tecnologías y la apertura de nuevos mercados. En el caso de Chile, proyectos eólicos como Cabo Leones I de EDF e Ibereólica en Freirina, o Punta Sierra de Pacific Hydro en Ovalle, han avanzado para poder ofrecer estos servicios al sistema, y así convertirse a su vez en fuente de flexibilidad, lo que ha sido destacado a nivel mundial y latinoamericano”, asegura Rodrigo Solís, de Generadoras.

Hollweck, por su parte, proyecta que en el futuro los parques eólicos también podrán ser una opción a la hora de producir hidrógeno verde, para reemplazar combustibles fósiles en diferentes eslabones de las actividades industriales y mineras.

Con todo, los retos que enfrenta la energía eólica son varios, por cierto. Pero en lo que no cabe duda es que Chile tiene la capacidad y los recursos para ser un referente en la materia.

Algo en lo que Latin America Power están de acuerdo, y agregan que este reto debe estar acompañado de políticas sustentables y responsables con el medio ambiente y las comunidades, que fomenten el cuidado del planeta y el desarrollo conjunto del país. Todos esfuerzos encaminados para que los vientos soplen con más fuerza cada día.

Noticias Relacionadas