El poderío japonés en suelo chileno

26 diciembre, 2019
Japón - robot - tecnología

Según expertos, para Chile es muy importante que Japón, la tercera economía del planeta y el cuarto socio comercial del país después de China, Estados Unidos y Brasil, invierta en suelo nacional, y particularmente en la principal actividad económica como es la minería.

Daniela Tapia
Revista Nueva Minería y Energía
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Con escasos recursos y un medio extraordinariamente hostil, Japón se ha convertido en una gran potencia económica, cuyo modelo ha servido para inspirar a una amplia gama de países en la senda del crecimiento económico y el desarrollo. Imagen que se ha visto reflejada principalmente, en el poderío de su industria tecnológica, automotriz y de productos manufacturados.

No en vano, hoy la nación asiática tiene la tercera parte de los robots industriales a nivel mundial y es uno de los países, donde las empresas realizan grandes inversiones en I+D en el área de la robótica. No sólo eso. Sus productos gozan de una destacada presencia en el plano internacional. Marcas como Toyota, Nissan, Isuzu, Sony y Panasonic dan cuenta de ello.

Su éxito en los más diversos campos también se atribuye a la relación que el país nipón ha construido con otras latitudes. Chile no es la excepción, donde la minería ha concentrado el interés del “gigante milenario”.

Ejemplos de esto hay varios. En diciembre del 2018, el directorio de la minera canadiense Teck entregó su visto bueno para la construcción del proyecto Quebrada Blanca 2 (QB2), una decisión que -dada la inversión requerida de US$4.700 millones- fue posible gracias al cierre de una alianza estratégica con el consorcio japonés Sumitomo Corporation.

Pero la participación de Sumitomo en la minería chilena también se extiende a otras operaciones como Minera Sierra Gorda, que controla la polaca KGHM, y en Candelaria, operada por Lundin Mining.

Otro caso es el de la minera Caserones, emplazada en el Valle de Copiapó y controlada por la japonesa Lumina Copper. Se trata de una faena que ha tenido momentos complejos, pero que ahora, luego de cinco ejercicios en los que ha debido enfrentar diversas dificultades en su operación, se espera que este 2019 podría alcanzar al fin sus metas de producción, superando por primera vez las 153 mil toneladas de cobre fino.

Con todo, si hay algo en lo que han coincidido varios expertos, es que para Chile es muy importante que Japón, la tercera economía del planeta y el cuarto socio comercial del país después de China, Estados Unidos y Brasil, invierta en suelo nacional, y particularmente en la principal actividad económica como es la minería.

Tecnología japonesa al servicio de la minería

En este último tiempo, la tecnología japonesa ha aterrizado en Chile, con el fin de mejorar la productividad y los procesos de las faenas mineras. Uno de los proveedores nipones más importantes es Komatsu, compañía que lleva en el mercado chileno más de 40 años representada por empresas distribuidoras, y que en 1999 se estableció directamente en nuestro país, a través de la creación del Holding Komatsu Cummins Chile, incorporando experiencia y tecnología, así como recursos técnicos y humanos.

En el portafolio de la empresa no sólo cuentan con camiones mecánicos, sino también con tractores, bulldozers, motoniveladoras, camiones aguadores, excavadoras hidráulicas, cargadores, entre otros productos que se enmarcan en la era de la digitalización y la automatización.

Yokogawa es otra de las empresas japonesas presentes en Chile. Fundada en 1915, la compañía participa en amplias actividades en las áreas de medición, control e información. Dentro de su plataforma de soluciones figuran el sistema Wireless ISA100 para aplicaciones en pilas de lixiviación, y el sistema de control DCS, el cual puede comunicarse con distintas marcas y trabaja con diferentes protocolos de comunicación.

Y si hace poco tiempo los drones, más conocidos como sistemas de vehículos aéreos no tripulados (SANT o VANT en español, y UAV o UAS en inglés), comenzaron a revolucionar la industria minera a nivel mundial, varias empresas que ofrecen estos aparatos ya están operando en Chile, donde destacan las japonesas.

De hecho, prontamente la empresa Terra Drone Chile, una de las más recientes filiales de la empresa japonesa Terra Drone Corporation, empezará a funcionar en Chile, realizando pruebas piloto de vuelo de drones de alto alcance, para vigilancia aérea de faenas mineras en el país.

Entre los beneficios que conlleva la implementación de esta tecnología está el aumento en la seguridad de los trabajadores en las faenas hasta la precisa recolección de datos. Según estudios, la aplicación de esta tecnología podría aminorar en un 75%, por ejemplo, el tiempo en levantamientos topográficos versus la forma tradicional.

De esta manera, grandes, pequeñas y medianas compañías niponas han abierto oficinas en Chile y viceversa, generando un rico intercambio de experiencias y vínculos. Hoy, el foco está puesto en que tanto Chile como Japón fortalezcan su alianza de cooperación a través de varios proyectos e ideas en los ámbitos más diversos. Una apuesta donde el sector minero seguirá cobrando protagonismo.

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