División El Teniente: Hacia una cultura de la protección laboral

2 enero, 2019
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En visita a la división El Teniente de Codelco, Revista Nueva Minería y Energía conoció las políticas de seguridad y salud ocupacional que está aplicando la operación minera, además de abordar los desafíos que la división tiene en ambas materias.

Por Daniela Tapia, desde Rancagua

Revista Nueva Minería y Energía

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Fue en enero de 2016 cuando se produjo el más reciente accidente fatal que remeció a la división El Teniente de Codelco. El trabajador fallecido era Eustaquio Moreno Navarro, de 53 años, padre de dos hijos y trabajador de la empresa Geovita, quien se encontraba realizando labores al interior de la mina subterránea de la División El Teniente.

Desde la compañía lamentaron el suceso y volvieron a poner el foco de atención en reforzar las condiciones de seguridad para que los trabajadores puedan desempeñar sus labores al interior del yacimiento. Trabajo que está siendo llevado a cabo por la Gerencia de Seguridad y Salud Ocupacional de la División El Teniente de Codelco, anteriormente denominada HSEC debido a la fusión con Medioambiente.

Esta unidad, encargada de administrar la ley de accidentes y enfermedades profesionales N°16.744, tiene por objeto dedicarse a la protección, tanto del personal propio como externo que ejerce funciones en la operación minera, y que depende de la gerencia corporativa en materias de salud y seguridad profesional de Codelco.

Pero si hay un factor que preocupa a esta unidad es resguardar la salud de los trabajadores, por lo que reconocen cuatro riesgos en esta área. El primero es la sílice que provoca la enfermedad conocida como silicosis, luego está el ruido, también el arsénico proveniente de la fundición Caletones de El Teniente y por último, las enfermedades relacionadas con mecanismos kinéticos (lesiones laborales osteomusculares).

“Más que políticas propias lo que estamos haciendo es materializar de manera efectiva los protocolos del Ministerio de Salud. Además, formamos parte de las mesas tripartitas regionales y nacionales que abordan la enfermedad de la silicosis”, comenta Jorge Camhi, gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de la división El Teniente.

Dentro de los riesgos que más amenazan la salud de los trabajadores destaca el arsénico, que no cuenta con un protocolo por parte del Ministerio de Salud. Pero en El Teniente elaboraron un estándar de seguimiento a esta enfermedad dado que su efecto es inmediato en los trabajadores, por lo que realizan controles periódicos. También tienen su propia mutual.

Al respecto, el ejecutivo cuenta que en el año 2011 tuvieron que detener la fundición Caletones, ya que tenían reclamos de personas cuyos exámenes resultaron alterados. En ese entonces, plantea el profesional, la velocidad de reacción de la empresa ante esta situación no era la adecuada.

“Ahora la situación es distinta. La gente que tiene casos alterados de arsénico sale de la operación y se procede a realizar un análisis causal para determinar el estado y las consecuencias de la enfermedad. También le hacemos un seguimiento a las personas que ya no trabajan en la operación y a quienes se les ha detectado arsénico en la sangre”, señala el gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de la división El Teniente.

Deuda con la salud ocupacional

En la Gerencia de Seguridad y Salud Ocupacional de El Teniente se definen como la autoridad fiscalizadora de la división, ya que se preocupan de los controles efectivos de las operaciones.

“No escatimamos gastos en materia de seguridad y salud y realizamos mediciones de higiene industrial, ya que no nos conviene detener las operaciones de un chancador que está emitiendo mucho polvo, por ejemplo”, señala Jorge Camhi.

A esto se suma que son fiscalizados por el Sernageomin, la Dirección del Trabajo, el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso). De hecho, asevera el propio ejecutivo, Sernageomin los fiscaliza cada 15 días.

En relación a la seguridad sostienen que han avanzado en cuanto a normas e inspecciones, pero aún queda camino por recorrer. Una de las medidas que en esta materia destacan en la empresa son las “tarjetas de alarma” (tarjetas verdes) que portan los trabajadores y que tienen como propósito detener la operación si ésta no cumple con las condiciones mínimas de seguridad.

Pero en la división tienen un reto ambicioso: eliminar esta gerencia en los próximos años, ya que aspiran a crear una cultura de la seguridad en la que cada trabajador incorpore este elemento como norma de vida.

“Si bien llevamos 3 años sin accidentes fatales, nuestra meta es erradicarlos y posicionar a la salud ocupacional al mismo nivel que la seguridad. Reconocemos que en este primer punto tenemos una deuda, por lo que debemos englobar ambas áreas en un solo concepto que sea más amplio y significativo: protección laboral. Ahí debemos poner todo nuestro esfuerzo y nuestras capacidades”, concluye el máximo representante de la unidad de Seguridad y Salud Ocupacional de la división El Teniente de la cuprífera estatal.

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