Cumbre de los Pueblos se toma el debate medioambiental

20 diciembre, 2019
Medio ambiente (Ilustración, Fabián Rivas)

En pleno estallido social el presidente Sebastián Piñera anunció la cancelación de la COP25 en Chile, lo que fue un duro golpe para las organizaciones que se preparaban para este encuentro mundial. Pero el anuncio no los detuvo. El debate se concretó en la denominada “Cumbre de los Pueblos 2019”.

Por Camila Morales
Revista Nueva Minería y Energía
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Fue el 30 de octubre cuando el presidente Sebastián Piñera anunciaba la cancelación de la COP25 y el foro APEC en Chile, debido al estallido social que ha obligado a modificar la hoja de ruta del gobierno y la sociedad en su conjunto. “Nos causa mucho dolor (…), pero hemos basado la decisión en un sabio principio de sentido común”, argumentó el mandatario a casi un mes del esperado encuentro medioambiental.

La noticia caló hondo en las entidades que llevaban meses trabajando en el desarrollo de propuestas y temas para la Conferencia de las Partes de Naciones Unidas, más conocida como COP25. Pero el entusiasmo y las manifestaciones sociales como telón de fondo, hicieron que algunas organizaciones continuaran con el desarrollo de un encuentro en la materia, pese a que la COP25 se trasladara a Madrid, a más de 10 mil kilómetros de distancia.

Se trata de la Cumbre de los Pueblos 2019, evento que se realizó entre el 2 y el 7 de diciembre en la Universidad de Santiago de Chile (Usach) y que convocó a más de 160 organizaciones y comunidades indígenas relacionadas al área medioambiental, provenientes de Chile, América Latina y Europa, principalmente.

Bajo el slogan “salvemos la tierra, cambiemos el sistema”, la actividad tuvo un cariz más alternativo y autónomo en comparación a lo que iba a ser la COP25, lo que permitió incluir actividades anexas al debate medioambiental, como lo fue el espacio dedicado especialmente para mujeres, jornadas para niños y niñas y actividades relacionadas al proceso constituyente que se avecina.

Industrias extractivas en la mira

Entre los temas abordados durante los seis días que duró el encuentro, el análisis de las industrias extractivas fue un área debatida de manera reiterada. Uno de los expertos que se refirió a este tema fue Eduardo Gudynas, secretario ejecutivo del Centro Latinoamericano de Ecología Social (Claes) de Uruguay.

En el marco de un panel de conversación, Gudynas indicó que “erróneamente se asume que los extractivismos se desarrollan en países neoliberales, pero hay naciones o gobiernos que no son definidos como neoliberales, pero sí extractivistas, como fue el caso de José Mujica en Uruguay”.

Para el experto, los gobiernos progresistas de la región pusieron restricciones a las inversiones extranjeras privadas, pero a la vez potenciaron aquella llegada de capital foráneo. “Bajo estos términos es muy difícil que un país mantenga un equilibrio, pues tiene control del mercado, pero a la vez lo concede a la inversión para industrias de materias primas, por ejemplo”.

Respecto a este punto, Soledad Mella, dirigente del Movimiento Nacional de Recicladores de Chile, comentó que “en medio de un contexto en que la sobreexplotación de los recursos naturales es la realidad de todos los países de América Latina, llegó el momento de reflexionar más allá y apuntar hacia una economía circular, porque si no le ponemos freno, las nuevas generaciones lo lamentarán”.

En medio de este debate, ¿cuál fue el análisis sobre la industria minera? Para el representante de Claes, “el verdadero desafío para Chile si quiere dejar atrás el modelo extractivista, es preguntarse cómo generar recursos sin tener que depender tanto de la minería (…), porque hay que tener claro que el extractivismo neoliberal está al debe a la hora de hablar de ‘justicia ambiental’”.

Con este cuestionamiento al pilar económico más importante de Chile, para Eduardo Gudynas es clave una “reconversión productiva, donde se priorice la sostenibilidad ambiental e inclusión social. Los senderos de cambio debieran apuntar a modificar las actuales estrategias enfocadas en producir ‘mercancías’ para exportar”.

Agua, el elemento vital

La escasez hídrica en algunas zonas del país ha intensificado el debate respecto a la utilización de este vital elemento. La situación llega a tal nivel de gravedad, que en 20 años más Chile podría llegar a tener los mismos índices de sequedad que actualmente encontramos en África, de acuerdo a datos de Greenpeace.

Es por eso que la acción que puedan adoptar grandes sectores económicos es fundamental. En este sentido, pese a que aún hay una serie de desafíos por superar, el sector minero destaca por la reutilización del recurso, en comparación a otras grandes industrias que operan en Chile.

“Recuperar el agua es fundamental (…). Los Tratados de Libre Comercio (TLC) socavan ese camino hacia la soberanía, porque cuando se importan las paltas también se llevan con ella el agua. De hecho, la agroindustria consume mucha más agua que la minería en Chile”, indicó María Elena Rozas, representante de la Red de Acción en Plaguicidas y Alternativas de América Latina (RAP-AL).

El evento tuvo una alta concurrencia. Ya que se realizó en una universidad, jóvenes estudiantes también se sumaron al encuentro de análisis y reflexión. (Foto: Camila Morales)

Los retos suman y siguen cuando se trata de recursos hídricos y cuidado de los glaciares. Por ello, la organización de la Cumbre de los Pueblos 2019 emitió una declaración a partir de las opiniones y reflexiones compartidas durante el desarrollo del encuentro. En este documento, ponen sobre la mesa una demanda que ha sido ampliamente debatida en el contexto de las manifestaciones sociales: la desprivatización del agua.

Chile es el único país del mundo en que el agua es privada y no es considerada un derecho humano. Frente a esta realidad, desde la Cumbre de los Pueblos solicitan “la desprivatización del agua y la protección efectiva e integral de los glaciares”. Sumado a ello, desde la organización hacen un llamado a “rechazar el impulso de falsas soluciones al cambio climático, que profundizan la crisis y robustecen el modelo que la genera”.

Con una amplia convocatoria, y tras la cancelación de la COP25 en Chile, la Cumbre de los Pueblos se transformó en uno de los eventos medioambientales más importantes del país. Más cuando su desarrollo se enmarcó en la previa al proceso constituyente que comienza en abril próximo, donde temas claves para la sustentabilidad ambiental podrían discutirse en la nueva Carta Magna.

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