Control de polvo: Un desafío permanente

1 julio, 2023
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El mercado ofrece un completo portafolio de fórmulas para mitigar el material particulado en suspensión, mientras nuevos desarrollos se abren camino con el foco en una minería más segura, sostenible y responsable con su recurso más valioso: los mineros que la hacen posible.

Por Constanza Schaub
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Una de las preocupaciones más apremiantes de la industria minera es el control de polvo, enemigo invisible que acecha las distintas etapas de la operación, impacta en el medio ambiente y pone en riesgo la salud del recurso humano. Y es que erradicar la silicosis, enfermedad pulmonar irreversible que hoy mantiene en alerta a países mineros como Australia, Brasil y Chile, se ha vuelto un desafío gravitante para la actividad.

Hace pocas semanas, la Seremi de Salud de Antofagasta, Jessica Bravo, llegó hasta María Elena con el fin de concientizar a la población respecto a los riesgos de la sílice, en una actividad organizada y materializada por la Mesa Regional del Plan Nacional de Erradicación de la Silicosis (Planesi), que integran organismos como la Mutual de Seguridad, ISL, IST, ACHS, Federación Minera Chile, Dirección del Trabajo y Seremi de Salud, programa implementado en 2017.

En la instancia, Bravo planteó que la prevención de este mal, junto al cáncer y otras enfermedades pulmonares crónicas, tiene un componente de responsabilidad tanto de las empresas que generan el riesgo de exposición a sílice, como de los trabajadores/ras, en el centro de trabajo donde se deben aplicar las medidas de control e ingeniería de procesos que eviten la polución.

Una estrategia global

En conversación con Revista Nueva Minería y Energía, el ingeniero civil mecánico y especialista en manejo de material y control de polvo, Efraín Bozo, explica que hay que hacer una distinción entre el polvo sedimentable, compuesto por partículas grandes y pesadas que tienden a asentarse en las superficies y, por tanto, el riego y el uso de agentes aglutinantes ayudan a evitar su dispersión. Por otro lado, está el polvo no sedimentable, formado por partículas más pequeñas y livianas que permanecen en suspensión durante largos períodos y que constituye el principal peligro para los trabajadores y el entorno: el MP10.

“En minería, cuando regamos los caminos, lo que estamos haciendo es preocuparnos del polvo sedimentable para que no se levante y no del MP10, porque no sedimenta”, advierte el profesional.

A juicio del experto, “Cuando abordamos el problema del MP10 en la planta lo hacemos de forma local. Por ejemplo, en una transferencia confinamos o aplicamos supresión y controlamos el polvo -con cierta eficiencia o no- sin embargo, el MP10 sigue presente y puede levantarse aguas abajo, lo que no es bienvenido en el proceso porque afecta la producción. Luego este material llega al relave y sigue contaminando”, asegura.

Y es que abatir las micropartículas en suspensión en amplias extensiones, no es fácil. El ingeniero reconoce que existen métodos muy eficientes -pero para el control localizado- y que no necesariamente solucionan el problema aguas abajo. “El único sistema verdaderamente efectivo es la captación de polvo (a baja velocidad modificada) con eliminación”, sostiene.

Pero ¿cómo materializar esta fórmula? El especialista es autor de un proyecto de innovación que propone eliminar el MP10 local y globalmente por medio de la granulación. La iniciativa, que espera desarrollar de la mano de Castro Ingeniería, se trata de un proceso inverso a la conminución, que busca captar el material particulado, transformarlo en pellet y devolverlo posteriormente al sistema.

A través de él aumentaría la recuperación en la flotación al disminuir el ultrafino: MP15 (nominal para el cobre). Además, protege el medio ambiente y la salud al eliminar definitivamente parte importante del MP10. Del mismo modo se disminuye la sílice libre cristalizada contenida en la fracción respirable MP5 y, finalmente, evita la volatilidad de los polvos.

Perspectivas del mercado

Mientras la crisis hídrica ha obligado a las compañías a establecer estrategias de gestión del agua, los proveedores han hecho lo propio con un amplio portafolio de productos y servicios innovadores y que aportan a la sostenibilidad.

Miguel de Heeckeren, ingeniero de proyectos de Tecnagent Chile-SigSig S.A., comenta que “la compañía posee un enfoque hacia la sustentabilidad y junto a DSI ofrecemos una solución integral y profesional a la mitigación de polvo. De manera creciente una serie de aplicaciones en la industria minera se han resuelto utilizando agua de mar como fluido para generar niebla seca, por lo que, modificando algunos componentes, los sistemas de generación de neblina seca de DSI están preparados para su uso, contribuyendo al medio ambiente y permitiendo el ahorro de agua dulce en las operaciones”, explica el profesional.

Respecto a nuevos desarrollos, Claudia Cataldo, gerente técnico de Vialcorp comenta que “estamos en permanente búsqueda de nuevos productos, ya sea desarrollos propietarios como nuestra emulsión asfáltica H14 diseñada para rampas mineras, como también la distribución de marcas de prestigio mundial. De hecho, ya se encuentra en marcha blanca nuestro primer módulo de aplicación inteligente, el cual, mediante una red móvil de sensores de polvo, determina de manera autónoma dónde, cómo y cuándo se debe aplicar el supresor. Ello permitirá a los operadores de camiones de riego concentrarse sólo en la conducción, disminuyendo así riesgos de accidentes y gasto en agua. De esta forma, seguimos a la vanguardia en el desarrollo de tecnologías de supresión de polvo como referente para la industria mundial”, destaca.

Actualmente, la supresión de polvo conlleva el cuidado a la salud ocupacional de los trabajadores como del medioambiente y, tan importante como los anteriores, a la rentabilidad operacional.

“Como parte de la economía circular, desarrollamos un producto en base a polímeros orgánicos con una biodegradabilidad del 100%, ahorrando un 98% de agua en el riego de caminos, con una eficiencia que supera el 99% la mitigación del MP10 y disminuyendo un 95% el uso de camiones de riego al año”, afirma Óscar Ubillo, director de nuevos negocios de PiedrasJuntas – Quimeco.

El ejecutivo reconoce que, “estas cifras se logran “gracias a la eficiencia y buen uso de este supresor de polvo en la gran minería, permitiendo así disminuir fehacientemente la huella de carbono, un desafío que debemos cumplir a cabalidad como industria”.

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