¿Cómo enfrentar la escasez del agua? Una tarea pendiente en el sector minero

15 marzo, 2012

07-03-2012 Nueva Minería & Energía – Opinión

Estos últimos días hemos pasado de la preocupación por el déficit hídrico en diferentes regiones de Chile, a la acción y discusión sobre las soluciones para enfrentar este problema global.

Para sobrellevar esta situación, se han dispuesto distintas medidas de emergencia, tanto para el consumo doméstico como industrial. En la agricultura se han desarrollado algunas técnicas de optimización del uso del agua y ya se está trabajando en un plan de medidas con el fin de generar una política hídrica en el país.

Frente a este panorama hay que tener una mirada más a largo plazo, pues sabemos que una crisis hídrica frena el desarrollo y puede llevar a producir pérdidas socioeconómicas importantes.

En el norte ya se ve una escasez grave del agua, y no sólo por la demanda de las mineras que requieren del recurso hídrico para llevar a cabo sus operaciones (según la Dirección General de Aguas los usos mineros representan el 9% de las extracciones totales de agua). Pero todos los que nos vemos involucrados en esta industria tenemos la obligación de buscar soluciones, incrementar la eficiencia en la utilización del recurso y mitigar los impactos de nuestra actividad.

Una alternativa es utilizar agua de mar en los procesos mineros y desalarla para consumo humano. Esto no sólo contribuiría a enfrentar la crisis, sino que también generaría un beneficio directo a las comunidades que ya enfrentan problemas de suministro, por el uso intensivo del agua de las napas subterráneas.

Esta iniciativa sustentable, que ya ha puesto en práctica la minera de yodo Algorta Norte, no tiene un bajo costo inicial, pero reduce la presión sobre otras fuentes de recursos hídricos como las napas subterráneas y aumenta la disponibilidad del mismo, sobre todo para el consumo de agua potable y el regadío. A la larga, la disponibilidad del recurso vuelve más rentable la operación y la inversión se vuelve ganancia.

Además, se puede mantener el control del agua a producir y mejorar su calidad, mezclándola con agua más pura o con una proporción de distintos componentes químicos.

Todos estos beneficios se suman a la posibilidad de volvernos más competitivos, otorgándole mayor seguridad a la exportación de minerales, manteniendo estándares internacionales en términos medioambientales y llevándonos a posicionarnos como un país socialmente responsable.

Por William Leung, Controller de minera Algorta Norte

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