Revista Nueva Minería

Distintos hechos han convulsionado a la principal empresa del país durante este año y que la han tenido en portada de los principales medios de comunicación. En las siguientes páginas, se abordan algunos de estos episodios que están trazando su camino.

Por Daniela Tapia
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Un año algo desafiante ha sido este 2022 para Codelco. Varios son los hechos que han convulsionado a la principal empresa del país, donde uno de los principales fue la decisión de cerrar la fundición Ventanas, situación que provocó la paralización de las divisiones a mediados de año.

A poco más de un mes de este episodio -y al cierre de esta edición- ingresó a la Cámara de Diputados y Diputadas el proyecto que modifica la Ley N° 19.993, el cual viabiliza el cierre de esta fundición al posibilitar que el tratamiento de los productos de la pequeña y mediana minería de Enami pueda ser realizado por Codelco en instalaciones distintas de la emplazada en la bahía Quintero-Puchuncaví.

A esto se suma que las proyecciones financieras tampoco parecen ser favorables. La estatal informó a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) que, revisados los indicadores de gestión corporativos y considerando el avance del ejercicio 2022, se ajustó la estimación de producción anual 2022 a un rango entre 1.489.000 y 1.509.000 toneladas de cobre fino, teniendo presente que el Presupuesto del año en curso consideraba una producción anual de 1.608.000 toneladas.

Entre las razones que explican esta baja en la producción destaca la menor recuperación en la División Ministro Hales por efecto del rediseño de la mina, implementado tras el deslizamiento de material ocurrido a fines del año pasado.

En Chuquicamata, según se señala en el informativo, se observa una menor ley de la mina subterránea por razones geomecánicas y por problemas en el sistema de manejo de materiales (domo y correas), además de una menor disponibilidad de la planta.

En tanto, la División El Teniente ha sido afectada por el congelamiento del embalse El Sapo y el consecuente menor tratamiento. Mientras que en División Andina, en tanto, las condiciones de la infraestructura de la planta han implicado una menor recuperación y tratamiento.

“Sin perjuicio de lo anterior, se continuarán haciendo los máximos esfuerzos para alcanzar el mayor nivel de producción posible al término del año”, expresó la compañía en el oficio.

Tal estimación va en línea con lo expresado por el presidente de la estatal, Máximo Pacheco, quien reveló en una entrevista que el bache en la producción del mineral no será solo durante este ejercicio, ya que para 2023 se espera que el impacto se profundice a unas 170 mil toneladas, con el respectivo efecto económico para la empresa y las arcas fiscales.

Respecto a los proyectos estructurales el líder de la cuprífera expresó, en esta misma entrevista ofrecida a El Mercurio, que “efectivamente están retrasados y fuera de presupuesto. Esa conversación, en el directorio y dentro de Codelco, es prioritaria, forma parte de este esfuerzo de concentrarnos en los temas estratégicos y estructurales que tenemos para adelante”.

“Sabemos que al 2030 el 75% de la producción saldrá de proyectos nuevos, por lo que si retrasamos los estructurales es arriesgar una caída en producción”, destacó.

Hito histórico

Pese a este escenario de bajas cifras y malos pronósticos, en un hecho inédito en la historia de la empresa, los ministerios de Hacienda y Minería anunciaron a mediados de año la autorización para que Codelco reinvierta en promedio un 30% de sus utilidades en los ejercicios 2021 al 2024 para fortalecer el balance financiero.

La noticia estuvo antecedida por el compromiso declarado por el Presidente Gabriel Boric en su cuenta pública anual. “Tenemos que reinvertir en Codelco y no estrujar todos los recursos que produce”, señaló en esa ocasión.

Otra apuesta relevante que dio a conocer la Corporación fue el acuerdo del directorio en su sesión del mes de junio, que permitió la firma del contrato para la construcción de la planta desalinizadora para las operaciones de Chuquicamata, Radomiro Tomic y Ministro Hales, ubicadas en Calama.

El proyecto, que será ejecutado bajo un modelo de negocio tipo BOOT (Build, Own, Operate and Transfer), implica una inversión de más de US$1.000 millones y el empleo de hasta 2.700 personas en el peak del período de tres años de construcción.

Desde la empresa relevan que se trata de una iniciativa crucial para el cumplimiento de una de las metas ambientales de la empresa, que apunta a reducir el consumo unitario de agua continental en 60%, mediante la combinación de una mejora de la eficiencia de los procesos operativos, la reutilización del agua de los depósitos de relaves y la incorporación de la planta desalinizadora.

“Tenemos tremendos desafíos en materia de sostenibilidad. Hemos dado pasos significativos, algunos no exentos de controversia. Han sido decisiones difíciles pero basadas en la firme convicción de que Chile merece una empresa que, además de aportarle importantes recursos económicos, sea referente en el cuidado del medioambiente y de las personas”, indicó Máximo Pacheco al momento de presentar la iniciativa.

Apuestas sustentables

La sustentabilidad también ha sido un eje crucial en la estrategia de negocios que ha implementado la estatal, concretando distintos avances en esta materia.

Así, dentro de las iniciativas desarrolladas hasta ahora destacan el inicio del suministro desde fuentes renovables para Chuquicamata por un total de 200 megawatts; el estreno del primer equipo eléctrico para la construcción de la mina subterránea en la misma división; el aporte al desarrollo de camiones de extracción (CAEX) cero emisiones y el desarrollo de la industria de hidrógeno verde.

Además, junto a las principales compañías mineras que forman parte del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM), la firma anunció una nueva meta: ser carbono neutral al 2050.

Una de sus iniciativas más importantes es la puesta en marcha de la Academia de Sustentabilidad. Se trata de un nuevo espacio interno de formación que convoca a los trabajadores y trabajadoras a reconocer las brechas de la compañía y a trabajar en conjunto para que la empresa se posicione en referente de la minería responsable.

Dentro del programa de formación está el curso “Compromisos 2030” en el cual se expondrá la urgencia de la transformación en sustentabilidad en el contexto del cambio climático, los impactos de la minería y el valor del cobre como mineral del futuro, además de profundizar en conceptos como huella de carbono, huella hídrica, economía circular, estándar de tranques, desarrollo del territorio y material particulado.

“Invitamos a nuestros colaboradores a profundizar sus conocimientos, planificar, alinear y gestionar acciones donde cada uno de nosotros podamos generar proyectos e iniciativas en nuestros espacios de trabajo, así como colaborar con los grandes proyectos, para el logro de los desafíos que nos imponen estas exigentes metas para el cumplimiento de los Compromisos de Sustentabilidad al 2030. Codelco es un referente mundial de producción de cobre, y para mantenernos en dicha posición, debemos ser además referentes en minería sustentable”, manifestó la directora de Cambio Climático y Producción Responsable, María José Ruiz-Esquide.

De esta manera, entonces, varios son los pasajes y hechos que han marcado y continuarán delineando la historia de la principal empresa del país. ¿Qué otro desafío sumará en su lista en un contexto complejo a nivel mundial, pero que a su vez avanza hacia un futuro sostenible? La pregunta queda abierta.