Cobre, sinónimo de limpieza y desinfección

22 julio, 2020
Innovación (ilustración: Fabián Rivas)

Un emprendimiento logró otorgarle valor agregado al cobre, por medio de la elaboración de nanopartículas de metal rojo con un tamaño de entre 5 y 50 nanómetros. Éstas reducen la utilización de distintas sustancias tóxicas. Un aporte significativo en tiempos de contingencia sanitaria.

Por Camila Morales
Revista NME
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Innovar, repensar el sector. Ése ha sido uno de los mensajes principales de la industria minera en las últimas décadas. Los desafíos son variables, y con la ayuda de la innovación y las nuevas tecnologías, se espera superar los retos y ampliar los campos de desarrollo del metal rojo.

Con este propósito en 2016 nace Nano Process, empresa fundada por Roberto Cifuentes, que se origina con el deseo de innovar, impactar y dar un valor agregado a la industria del cobre nacional. La idea central del emprendimiento era romper con el uso tradicional de este metal.

Tras años de estudios y diversas investigaciones en el área de la nanotecnología, la empresa pudo lograr nanopartículas de cobre, las cuales tienen un tamaño entre 5 y 50 nanómetros, y pueden tener un uso industrial para la formulación de nuevos materiales y diferentes aplicaciones.

Liset Gómez, socia y cofundadora de la firma, comenta que con las nanopartículas de cobre se pueden optimizar los recursos para diferentes áreas, ya que tienen una enorme capacidad bactericida y biocida reconocida a nivel mundial. “Hoy en día son un gran aporte para el medio ambiente y la salud de las personas, pues se reduce la utilización de distintas sustancias químicas que, si bien son reconocidos agentes biocidas, resultan ser tóxicas”.

Con este objetivo, la compañía logró validar un proceso que permite producir grandes volúmenes de nanopartículas, además de dispersar y estabilizar esta innovadora sustancia en agua desionizada, libre de solventes y aditivos sintéticos.

Uso industrial

La iniciativa surgió bajo la idea de crear nuevos productos que pudieran ayudar a las personas e industrias, y que fueran más amigables con el medioambiente. Una de estas innovaciones es un limpiador de superficies con nanopartículas de cobre RC-71, que ya se encuentra a la venta. Este producto destaca por lograr una baja en la carga microbiana de distintas superficies, evitando la transmisión de enfermedades.

“De forma paralela nos encontramos trabajando con una reconocida empresa de pinturas, quienes ya han lanzado al mercado pinturas con nuestras NanoCU, y nos encontramos realizando estudios para impregnar maderas con nanopartículas de cobre”, adelanta Liset Gómez.

Respecto a las proyecciones, la representante de la firma indica que son “muy positivas”. La empresa espera llegar a producir 100.000 litros mensuales del limpiador de superficies durante el 2020, y paralelamente desarrollar otros productos relacionados a la limpieza y desinfección. “Sabemos que el aseo e higiene es muy relevante en lugares donde hay un tránsito masivo de personas, como lo son los hospitales y universidades”, añade la cofundadora de la empresa.

Además, desde la firma destacan que las nanopartículas de cobre actualmente son exportadas a Latinoamérica, y están trabajando en futuros proyectos con empresas de Francia, Australia y Alemania, gracias a que la nanotecnología validada es modular.

Cada módulo es capaz de producir 10 Kg de nanopartículas de alta pureza por día, y es posible ampliar el número de módulos de acuerdo a los requisitos del mercado. “Tenemos la logística para enviar concentraciones de nanopartículas dispersas en agua a cualquier parte del mundo, en bidones de 120 o 200 Lt en contenedores sellados”, destacan en la empresa.

Pero como toda innovación, desde Nano Process identifican ciertas trabas para masificar la iniciativa. ¿Cuál es una de las principales complicaciones? Los permisos. “Los tiempos de espera son demasiado largos. Faltan instituciones acreditadas y preparadas para las nuevas tecnologías, donde se puedan realizar estudios certeros que sean válidos en distintos países”, argumenta Liset Gómez.

Cabe destacar que los desarrollos mencionados anteriormente fueron posibles gracias a la empresa madre de Nano Process, llamada Great Process. Esta compañía se dedica a la venta y exportación de un aditivo refinador de grano DXG-F7, el cual mejora la calidad física y química de los cátodos de cobre, catalogándolos como “cátodos premium”. Liset Gómez destaca que este producto se vende en casi todas las compañías mineras de Chile y también lo exportan a España, África y México.

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