Caída en los precios de los metales provoca paralizacion de proyectos y despidos en Brasil

4 febrero, 2015
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Registró su primer déficit comercial en catorce años por menores exportaciones.

Como un importante productor de minerales ferrosos y metales no ferrosos, Brasil sufrió en 2014 los efectos de la caída global en el precio de los commodities. Las compañías medianas y grandes vieron sus operaciones afectadas, con paralización de proyectos, despidos, reducción cíe los márgenes y ajustes internos para reducir costos.

Las consecuencias fueron fuertes sobre las cuentas externas del país. Brasil cerró 2014 con un déficit de cuenta corriente de 4,2% del PIB, con US$ 90.900 millones, un significativo aumento en relación a 2013 (3,6% del PIB), debido, en gran parte, a la contribución negativa de los commodities a la balanza comercial, que cerró con un déficit de US$ 3.900 millones, el primer resultado negativo en catorce años.

En el caso del mineral de hierro, la baja en el precio llevó a un fuerte declive en la balanza comercial del país. Por el contrario, el alza del níquel ayudó a algunos de los productores, como Vale y Votorantim a compensar las pérdidas.

Las “cuatro grandes”

Tan sólo la caída de 50% en el precio del concentrado de hierro provocó una baja de US$ 8 mil millones en la cuenta de las exportaciones. Este es el segundo mayor producto de exportaciones del país, sólo superado por la soya. Actualmente, en cerca de US$ 65,90 por tonelada, se encuentra en su menor nivel desde 2009. “A pesar del aumento de 15 millones de toneladas en la cantidad exportada, la baja en el precio provocó una caída de 20% en los ingresos”, dijo el secretario de Comercio Exterior, Daniel Godinho. Considerando todos los commodities, las exportaciones brasileñas dejaron de recaudar US$ 12.900 millones.

China es el principal cliente del país. En los primeros nueve meses de 2014, los embarques de concentrado de hierro al mercado chino sumaron US$ 11.200 millones, 21% menos que en el mismo período de 2013, a pesar de un aumento de 3% en el volumen, a 158 millones de toneladas. Vale, que junto a las australianas BHP Billiton, Rio Tinto y Fortescue MetaIs conforman las denominadas “cuatro grandes”, registró en septiembre urna baja de 9% en sus ingresos totales brutos a 66.400 millones de reales, con un retroceso de 15% en la división de minerales ferrosos. Pero eso fue antes de que el concentrado de hierro cayera a cerca de US$ 70 por tonelada. Hasta septiembre, el precio anual medio estaba en US$ 105. Aún así, Vale logró mantener sus operaciones rentables, gracias a la alta ley de su mineral y sus bajos costos de producción. Analistas de Morgan Stanley estiman que Vale tuvo un costo medio de US$ 28 por tonelada. El costo es inferior al de sus principales competidores (de US$ 35 a US$ 55 por tonelada), aunque esa ventaja fue contrarrestada en las ventas a China debido al mayor costo de flete para la compañía (US$ 17 por tonelada).

En una posición menos cómoda que Vale, varias otras empresas fueron obligadas a revisar sus operaciones en Brasil. En este grupo están los gigantes del sector siderúrgico Gerdau, Usiminas y CSN. Lastres productoras de acero tenían planes para grandes incrementos en el volumen del mineral extraído de sus minas, pero en los últimos meses han dado señales de modificarlos.

Incluso entre las grandes de la industria, Anglo American dio inicio en 2014 a los embarques de su multimillonario proyecto Minas-Rio. Después de un retraso de cuatro años y una amortización de US$ 4 mil millones, el proyecto entró en operaciones justo en un momento desfavorable para los precios, que deberá ser compensado con reducciones de costos, afirmó el director de operaciones de la Unidad de Negocios de Mineral de Hierro de Anglo American en Brasil, Rodrigo Vilela.

Minas-Rio es uno de los proyectos que van a contribuir en 2015 a aumentar la oferta global, lo que viene ayudando a presionar la cotización del commodity en el mercado. Empresas más pequeñas, sin una gran escala de producción y sin una estructura logística propia para llevar el mineral a los puertos, también han sido afectadas.

Costo de la energía

Dentro de los metales no ferrosos, el segmento más afectado en Brasil con la situación de los precios es el aluminio. Aunque el precio del metal subió 2,5% en 2014 a US$ 1.800 la tonelada, el nivel sigue siendo insuficiente para garantizar buenos márgenes. Las compañías dicen necesitar una cotización de US$ 2.400 por tonelada para tener ganancias.

En Brasil, existe el agravante del alto costo de la energía. De 33% del gasto total de las empresas hace diez años, la energía pasó a representar 55% de los costos el año pasado, según el presidente de la Asociación Brasileña del Aluminio (Abal), Milton Rego.

Como resultado, hubo una drástica caída en la producción. De 1,6 millones de toneladas hace cinco años, las compañías locales producirán cerca de 960 mil toneladas, según estimaciones de Aba I, una baja de 42% en seis años. Novelis cerró su última operación de metal primario en el mundo, en Minas Gerais, mientras que Alcoa clausuró sus hornos en el mismo estado. En Maranháo, San Luis, Alomar, un consorcio entre Alcoa y BHP Billiton, planea cerrar 25% de su capacidad.

La caída de 14,7% en los precios del cobre también dejó marcas en el país. Además de afectar los ingresos por metales de Vale, hizo que otros empresarios no tuvieran estímulos para avanzar en sus proyectos. Ese fue el caso de Aura MineraIs, que desarrolla una operación en el estado de Alagoas.

El lado positivo

A diferencia de los demás commodities metálicos, el zinc subió 5,3% y el níquel escaló 7,3%. Ambos fueron importantes para compensar, parcialmente, las pérdidas en otros commodities en los balances de empresas como Votorantim y Vale.

Como sexto productor de níquel del mundo, Brasil es un exportador. En Pará, la británica Horizonte Minerals pretende dar inicio en 2016 a la instalación de una fundición ele 18 mil toneladas anuales. La fuerte baja en el precio del petróleo tuvo más efectos positivos que negativos. A pesar de la petrolera estatal Petrobras, el país es importador de petróleo y de combustibles. Los analistas estiman que el impacto será positivo en el balance de la empresa, porque la estatal decidió no reducir los precios de las gasolinas en el mercado interno. Eso permitirá que la compañía tenga una mejora en sus márgenes.

Fuente: Diario Financiero

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