Alemania en medio de una “tormenta” perfecta

26 octubre, 2022
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Con crisis energética, una recesión económica que amenaza con profundizarse, y en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania, Europa y Alemania en particular está viviendo una “tormenta” perfecta. Con todo ello, los lazos de cooperación entre Chile y este país europeo parecen ser más relevantes que nunca para enfrentar este complejo escenario.

Por Daniela Tapia
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“El presidente ruso, Vladimir Putin, solo renunciará a sus ambiciones imperiales que arriesgan destruir a Ucrania y Rusia, si reconoce que no puede ganar la guerra. (…) Por eso, no aceptaremos ninguna paz dictada por Rusia y por eso, Ucrania debe ser capaz de rechazar el ataque de Rusia”, dijo el canciller alemán, Olaf Scholz, en su primer discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas que se realizó a fines de septiembre.

El mensaje de la autoridad alemana se da en medio de la amenaza de Putin de usar armas nucleares contra Occidente junto con anunciar la movilización parcial de 300.000 reservistas, hecho que podría implicar una nueva escalada en este conflicto bélico y que involucraría a gran parte del globo.

Y es que la posición de los países europeos -incluyendo a Alemania- de apoyar decididamente a Ucrania y sancionar a Rusia ha llevado el conflicto al campo energético, lo que se prevé esperable desde el punto de vista geopolítico dada la alta dependencia de Europa en relación con los hidrocarburos rusos.

Para el cientista político y académico de la Universidad Alberto Hurtado, Francisco Vicencio, Rusia ha aprovechado esta situación y ha utilizado su posición para poner en serios problemas a Europa, mientras se acerca el invierno.

“De ninguna manera es casualidad el cierre repentino del gasoducto Nord Stream 1 por una falla menor. A ello se suman problemas adicionales que agudizan el escenario, como las recientes fugas tanto en ese gasoducto como en Nord Stream 2 justo el día en el que se inauguraba la “Baltic Pipe” (gasoducto desde Noruega hasta Dinamarca y Polonia), que podría traer efectos medioambientales serios en el Mar Báltico”, comenta.

El analista político también sostiene que es altamente probable que Rusia limite totalmente las exportaciones a países europeos para la época invernal, por lo que los líderes del viejo continente ya se están preparando para enfrentar este panorama.

“Además de los planes para disminuir el consumo de gas y de mantener las reservas por encima del 80% de capacidad, en Alemania se encuentran retrasando la descarbonización de la matriz, mientras que en Francia están apuntando hacia la energía nuclear y preparando todas las fuentes alternativas para suplir la demanda, mirando a Noruega y al Golfo Pérsico”, agrega.

El problema en Alemania pasaría a ser crítico, puntualiza Vicencio, dado que hasta el año pasado importaba cerca del 55% del gas de Rusia, lo que sería complejo de suplir totalmente con más fuentes alternativas.

Recesión económica

Como consecuencia de este complejo cuadro, el alto precio del gas ha conllevado a alzas de la energía que no solo están afectando a la industria, sino también a los propios hogares alemanes, por lo que el gobierno ya ha anunciado presupuestos millonarios para hacer frente al aumento de la inflación.

La producción agrícola, por ejemplo, podría llegar a la baja en ciertos rubros que requieren altos niveles de energía, como el lácteo, que ha incrementado los precios de algunos productos como el queso, la mantequilla y la leche en polvo.

“Esto es extrapolable al resto de la agroindustria, trayendo un efecto considerable a la ya existente crisis alimentaria a raíz de la baja en la productividad de Ucrania por la misma guerra. Indudablemente esto puede traducirse en mermas en la cadena de valor y aumento del desempleo”, explica el especialista en relaciones internacionales.

Toda esta situación, por si fuera poco, se enmarca en la recesión económica mundial que ya se está comenzando a sentir, aunque sus causas sobrepasan el conflicto bélico de Rusia con Ucrania.

En el caso del país europeo, desde la Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria (AHK Chile) coinciden en que esta crisis está fuertemente condicionada por la situación energética general del país, pues su economía se basa en gran medida en industrias pesadas que requieren gas y petróleo como materia prima o para sus procesos de producción.

“Estas industrias sufren consecuencias en su competitividad a nivel internacional. Sin embargo, al mismo tiempo se observa un esfuerzo de todos los actores públicos y privados respecto a la búsqueda de mayor eficiencia en el uso de la energía, nuevos procesos y nuevas soluciones tecnológicas”, indica Cornelia Sonnenberg, gerente general de la entidad.

Relaciones hoy más que nunca

Una pregunta que vale la pena hacerse en medio de este panorama es ¿cómo se proyectan las relaciones entre Chile y Alemania? En opinión de Francisco Vicencio, difícilmente se vean afectadas, aunque sí podrían verse perjudicadas tras dilatarse la ratificación de la modernización del Acuerdo de Asociación entre Chile y la Unión Europea.

“Aquello impacta la seriedad con la que nuestro país ha llevado las relaciones económicas internacionales y el prestigio que ha logrado durante décadas a partir de la integración”, añade.

No obstante, en AHK Chile sostienen que el foco de trabajo entre ambos países está puesto en implementar soluciones colaborativas; generar más valor desde las respectivas condiciones locales; y potenciar los ecosistemas con innovación, investigación y desarrollo.

“En lo que va del año se han realizado encuentros de alto nivel entre representantes de los gobiernos de Chile y Alemania para explorar de qué manera se pueden ampliar las ya existentes alianzas en el ámbito de la minería y los recursos minerales, las energías, la economía circular y la lucha contra el cambio climático”, comenta Cornelia Sonnenberg.

Pero el protagonista de esta relación bilateral ha sido el hidrógeno verde, pues tanto Alemania como Chile pertenecen al grupo de países -junto a Arabia Saudita, Australia, China, Emiratos Árabes y Países Bajos- que se encuentran investigando y desarrollando esta fuente de generación energética.

“La estrechez energética de Alemania podría catalizar el potencial que tiene Chile con respecto al hidrógeno verde, lo que sería muy ventajoso para nuestro país”, destaca Francisco Vicencio.

Recientemente el presidente de Chile, Gabriel Boric, y el canciller alemán, Olaf Scholz, se reunieron en la Cumbre de la ONU para consolidar acuerdos en torno a una economía más sostenible, donde el desarrollo del hidrógeno verde tuvo un lugar destacado en la conversación.

En medio de estos desafíos y en un escenario mundial que no promete buenos augurios, los lazos de cooperación entre Chile y Alemania parecen ser más relevantes que nunca. Las economías de ambos países podrían verse beneficiadas gracias al fortalecimiento de la sustentabilidad, una tendencia donde tanto Chile como Alemania cuentan con un gran potencial a la hora de enfrentar la actual crisis climática que azota al mundo.

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