Reforma energética en México: Un acuerdo para seguir creciendo

31 marzo, 2014
Reforma energética en México:Un acuerdo para seguir creciendo

Karla Flores

Columna de opinión de Karla Flores
Karla Flores

La aprobación de esta reforma energética en México es un hecho histórico luego de 75 años de nacionalización, donde se espera atraer inversión extranjera sin perder la propiedad de los recursos

El parlamento mexicano aprobó la reforma energética impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto, la que fue presentada en agosto pasado, en el marco del pacto por México. La aprobación de esta reforma, que entre otras medidas da paso a los privados en la exploración y explotación de hidrocarburos a través de contratos de utilidades compartidas, es un hecho histórico luego de 75 años de nacionalización, donde se espera atraer inversión extranjera sin perder la propiedad de los recursos.

La exploración y explotación de hidrocarburos y minerales radioactivos, así como el control del sistema eléctrico, y la transmisión y distribución de electricidad, eran consideradas actividades exclusivas y estratégicas del Estado. Con la reforma, se permitirá a los privados participar en la exploración y explotación de hidrocarburos a través de contratos donde se resguarde la propiedad de la nación sobre los recursos.
Es claro que la apertura a los privados en la exploración y explotación de hidrocarburos en el sector eléctrico y las energías renovables, es un cambio estructural en la economía mexicana, que dará un nuevo impulso a su potencial de crecimiento. Sin embargo, cabe destacar que las leyes secundarias serán determinantes en el grado de éxito de esta reforma, tanto por la responsabilidad respecto de los incentivos, como por la capacidad de propiciar un sistema atractivo para los inversionistas. A este respecto, es la corrupción un riesgo latente importante a tener en cuenta.

La modalidad de los contratos va desde el pago en efectivo por el pago de servicios hasta la producción conjunta, lo cual será definido en cada caso. Un punto clave es que los contratos podrán ser contabilizados por los privados en sus balances, por tanto hará más atractivo el sistema. Adicionalmente se permitirá la refinación, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos o sus derivados, medida que potencia menores costos energéticos para las empresas productivas que hoy deben importar una parte importante de su consumo de derivados del petróleo debido a la falta de infraestructura estatal para el refinamiento. En el sector eléctrico se abre la posibilidad de contar con producción y comercialización de electricidad por parte de privados, manteniendo la distribución y el control del sistema en manos del Estado.

Por último, se crea un Fondo Soberano de ahorro petrolero (Fondo Mexicano del Petróleo), donde ingresarán y se administrarán los recursos provenientes de los contratos antes mencionados. Este fondo contará con un Comité Técnico conformado por dos miembros independientes aprobados por el Senado, el gobernador del Banco de México y los equivalentes a ministros de Hacienda y Energía.

Con todo, la adopción de esta reforma energética impulsada por Peña Nieto y aprobada en pos del pacto por México, es un cambio estructural positivo en la economía mexicana, que permitirá incrementar los niveles de crecimiento potencial y da cuenta de la importancia de los acuerdos sociales respecto de los temas relevantes.

Por Karla Flores, Economista Senior CorpResearch (CorpBanca Inversiones).

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