Los refuerzos de Teck en Chile

1 octubre, 2016
Teck

(Foto: Teck)

(Foto: Teck)

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La reducción de costos ha traído beneficios a la estrategia de desarrollo seguida por la firma canadiense Teck, la que ha ido aparejada con su plan de inversiones. Y en este aspecto destacan sus principales apuestas en Chile: el proyecto Quebrada Blanca Fase 2 y NuevaUnión, ex Corredor.

Revista Nueva Minería y Energía

Daniela Tapia
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Reducción de costos y eficiencia operacional han sido la clave que las compañías mineras han asimilado para afrontar la “tormenta” del bajo precio de los metales que afecta a la industria. Y la firma canadiense Teck no está ajena a esta realidad.

Como resultado de los esfuerzos que la compañía ha implementado en materia de reducción de costos en todas sus operaciones, su cash cost de cobre antes de los créditos por subproductos se ha reducido en un 21% respecto del año 2012.

Sin embargo, en 2015 la minera presentó números negativos en las dos operaciones con las que tiene presencia a nivel nacional. En el caso de Quebrada Blanca las pérdidas ascendieron a US$141 millones y en Carmen de Andacollo a US$4 millones.

En cuanto a producción, la situación tampoco fue favorable el año pasado. En el caso de Quebrada Blanca, la operación presentó problemas en junio del 2015 por desplazamientos de terreno en la zona de sus plantas de Extracción por Solventes y Electroobtención (SX-EW), lo que se suma a una caída de la ley del mineral que desplomó la producción en un 19%, es decir, a 39,1 mil toneladas.

Un panorama similar experimentó la mina Carmen de Andacollo, situada en la Región de Coquimbo, que produjo 68.300 toneladas de cobre contenido en concentrado en 2015. En tanto, la producción de cátodos de cobre fue de 4.700 toneladas en ese mismo año, en comparación con las 4.300 toneladas de 2014. Mientras que en 2015 Quebrada Blanca produjo 39.100 toneladas de cátodos de cobre, en comparación con las 48.000 toneladas de 2014.

Pese a este escenario de altibajos en la producción que predomina en la industria, en la compañía minera mantienen el optimismo gracias a su plan de inversiones, en el que destacan sus principales apuestas en Chile: el proyecto Quebrada Blanca Fase 2 y NuevaUnión, ex Corredor.

Considerada su mayor carta en Chile, el año pasado Teck presentó a la autoridad ambiental de la Región de Tarapacá, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para el proyecto Quebrada Blanca Fase 2 como parte del proceso de aprobación ambiental.

Y es que este proyecto es crucial para la canadiense, ya que es un activo de larga vida que operará a través de varios ciclos de precios y generará valor a lo largo de los años. De ahí que el EIA -según plantea la propia firma- da cuenta de las ventajas que el proyecto podría generar para la región, al igual que las medidas de mitigación ambiental propuestas.

De aprobarse el proyecto crearía un estimado de entre 9.000 y 11.000 empleos durante el punto máximo de demanda de mano de obra en la etapa de construcción y más de 2.400 puestos de trabajo directos e indirectos durante la operación. En cuanto a la energía necesaria para la construcción y operación del proyecto, la firma tiene un acuerdo de suministro de energía con AES Gener.

Pero el aspecto que ha sido objeto de análisis para la compañía es el costo de capital del proyecto, el que fue reestimado del orden de US$ 4.500 a US$ 5.000 millones. A esto se suma el trabajo que ha llevado a cabo la compañía para optimizar la iniciativa, incorporando una concentradora con capacidad para 140.000 toneladas por día e instalaciones relacionadas; una nueva instalación portuaria y una planta desalinizadora; y ductos para el transporte de concentrado y agua desalinizada.

Según las proyecciones, se espera que Quebrada Blanca Fase 2 tenga una capacidad de producción anual de más de 250.000 toneladas de cobre y 8.000 toneladas de molibdeno en concentrados durante los primeros 10 años de vida de la mina.

Considerada su mayor carta en Chile, el año pasado Teck presentó a la autoridad ambiental de la Región de Tarapacá, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para el proyecto Quebrada Blanca Fase 2 como parte del proceso de aprobación ambiental. (Foto: Teck)

Considerada su mayor carta en Chile, el año pasado Teck presentó a la autoridad ambiental de la Región de Tarapacá, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para el proyecto Quebrada Blanca Fase 2 como parte del proceso de aprobación ambiental. (Foto: Teck)

¿Qué le espera a este proyecto? La compañía sostiene que la decisión de proceder con su desarrollo dependerá de la aprobación ambiental y de las condiciones del mercado, entre otros factores. En este sentido, considerando el cronograma del proceso de aprobación ambiental, esa decisión no ocurriría antes de mediados de 2018.

NuevaUnión, la otra joya de Teck

Otra de sus grandes apuestas es el proyecto NuevaUnión, ex Corredor, nacido de la combinación de los proyectos Relincho -de Teck- y El Morro -de Goldcorp-.

Si bien la fusión entre ambos proyectos fue anunciada hace casi un año, ahora está dando sus primeros pasos. El primer gran hito ha sido la conformación de la primera línea de ejecutivos. El equipo está liderado por el vicepresidente senior de Goldcorp y ex vicepresidente de proyectos para la región africana de Kinross, Mike Hubbard, secundado por Walter Droppelmann, de Teck, quien se desempeña como gerente de proyecto.

El grupo también está conformado por Petri Salopera como gerente de Sustentabilidad, quien anteriormente trabajó en Rio Tinto y Escondida; por el ex Codelco, Sergio Molina, a cargo de la relación con las comunidades; y la ex gerente de Medio Ambiente de Energía Austral, Sandra Moreira, encargada del Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

Ubicado en la provincia del Huasco, NuevaUnión es uno de los mayores proyectos de cobre-oro-molibdeno no desarrollados en América Latina y que contempla una vida útil mayor de al menos 32 años. Mientras que su inversión inicial estimada es de US$3.500 millones, con una producción anual proyectada de 190.000 toneladas de cobre y 315.000 onzas de oro.

Dentro de sus innovaciones destaca el uso de agua de mar desalada para su proceso. A su vez, el uso de una instalación de relaves común, ubicada en el sector de Relincho, según lo que ha dicho la propia empresa, responde a las preocupaciones expresadas por la comunidad local en relación a la ubicación de la instalación de relaves propuesta anteriormente por el proyecto El Morro, en la cuenca del río Huasco.

“El hecho de tener infraestructura reducida también implica un menor consumo de energía, por lo que hay menor emisión de gases de efecto invernadero”, comentan desde Teck.

En cuanto a las fuentes laborales que generará, se estima que el proyecto cree alrededor de 4.000 puestos de trabajo durante la fase de construcción y aproximadamente 1.400 durante la operación.

¿En qué está ahora esta iniciativa? Recientemente terminó la primera ronda de participación pública anticipada, en la que se dio a conocer el proyecto y se anunció el inicio del levantamiento de líneas de base ambiental y social participativas.

A esto se suma el hecho de que la firma canadiense también está realizando exploraciones, en la provincia de San Felipe, Región de Valparaíso, para analizar la calidad del mineral. Un dato no menor, considerando que Teck es la cuarta empresa en Chile con mayor cantidad de hectáreas en concesiones de exploración según el último catastro del Servicio de Geología y Minería (Sernageomin), con 3,72% de la superficie total del país en esa condición.

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