Aporte de las ERNC a la matriz energética creció 10% en 4 años

7 noviembre, 2018

Un fuerte desarrollo principalmente de proyectos solares y eólicos ha permitido que actualmente Chile diversifique sus fuentes de energía, ganando en sustentabilidad y en seguridad en la distribución, tanto para clientes residenciales como industriales.

EI crecimiento económico de Chile ha llevado aparejado un aumento de la demanda energética y, por ende, el desarrollo de nuevos proyectos que permitan cubrir las necesidades residenciales e industriales. En 2006 —y según el CDEC-SIC (actual Coordinador Eléctrico Nacional) en el informe de septiembre de la Comisión Nacional de Energía—, la demanda máxima horaria en el Sistema lnterconectado Central —SIC— (hoy integrante del Sistema Eléctrico Nacional —SEN— junto con el Sistema Interconectado del Norte Grande, SING) alcanzaba un máximo de 5.768 MW, mientras que en 2016 el peak en el SIC había aumentado a 7.789 MW, con un crecimiento promedio de 2,5%.

Hoy, bajo el SEN la demanda máxima llegó, en agosto según Generadoras de Chile, en su boletín de Mercado Eléctrico, de septiembre. a 10.294 MW, lo que demuestra que para un país en crecimiento como el nuestro, la búsqueda de nuevos recursos energéticos es una necesidad.

El mismo informe señala que la capacidad instalada registrada a agosto para el SEN fue de 24.068 MW y energía generada 6.491 GWh.

Importancia
En este escenario cobran especial relevancia las Energías Renovables No Convencionales (ERNC).”Contar con alternativas renovables para la generación de energía es muy importante para nuestro país no solo en términos de seguridad de suministro, a través de la diversificación de nuestra matriz de generación energética o de alcanzar una menor dependencia de combustibles importados al contar con fuentes de generación propias, sino que en lo que respecta a sostenibilidad, aspecto clave en el desarrollo de la matriz energética del país”, señala Juan Pablo Payero, jefe de Industria y Minería de la Agencia de Sostenibilidad Energética.

Es que los acuerdos internacionales y los compromisos asumidos como país en materia de cambio climático han agregado nuevos desafíos a la generación energética de Chile. De ahí la necesidad de masificar las energías renovables, tal como lo evidencian los más de 4.000 MW de potencia instalada renovable que posee el SEN, que representa el 19% del total instalado. “Claramente aumentar estas cifras es posible y será solo cuestión de tiempo”, explica el profesional de la Agencia.

Efectivamente, la CNE estableció que en septiembre la capacidad instalada neta de ERNC alcanzó los 4.602 MW -1.803 MW en 2014 según el Centro de Energías Renovables (CER)-, equivalente al 20% de la matriz energética nacional -9,01% hace 4 años-, con casi el 99,3% conectado al SEN.

A la fecha, hay aprobados 29.496 MW, pero en construcción 961 MW, por lo que restan muchos proyectos por ingresar al SEN en los próximos años.

“Nuestro país es privilegiado en cuanto a alternativas energéticas limpias. Disponemos de recursos renovables como el solar, eólico, geotermal, hídrico e incluso undimotriz y mareomotriz que, sin lugar a dudas, pueden contribuir a que en un mediano plazo nuestra matriz sea 100% renovable, un lujo al que no cualquier país puede aspirar. Esta capacidad es de mucha relevancia para el crecimiento de Chile, ya que permite proyectar un desarrollo económico limpio, sofisticado y competitivo”, asegura Carolina Cuevas, líder de Sustentabilidad de Fundación Chile y directora de la Plataforma de Innovación Abierta en Energia Solar, Brilla.

Apoyo de CORFO
Desde el Comité Solar Corfo, su director ejecutivo, Rodrigo Mancilla, plantea que un país pobre en recursos energéticos fósiles (energía del pasado) puede ver afectada su competitividad, pues queda sometido a los vaivenes de los mercados globales. No obstante, las naciones ricas en recursos energéticos renovables (energía del futuro) pueden soñar con la independencia energética, contribuir a combatir el cambio climático y, en definitiva, aportar al desarrollo sustentable del país.

“Y Chile es de los más ricos a nivel global en energías renovables, y en solar somos el mejor-, sentencia. Por ello, Corfo apoya con una serie de programas. Por ejemplo, bajo los instrumentos de Bienes Públicos y Desafíos de Innovación cuentan con 22 proyectos por más de S3.600 millones, entre aportes públicos y privados. Los proyectos se ejecutan desde 2015 e incluyen iniciativas como sistemas de limpieza de paneles, tecnologías para detección de fallas, mejorar el rendimiento de los sistemas y desarrollo de equipos electrónicos, entre otros.

En otra línea, destacan iniciativas como el Programa Desarrollo de Tecnologías de Energía Solar Fotovoltaica para Climas Desérticos y Alta Radiación —AtaMoSTec—; “Desarrollo de Sistema de Combustión Dual Hidrógeno-Diésel para Camiones de Extracción Mineros (CAEX)” y “Adaptación de la Operación de Equipos Móviles Mineros de Diésel a Hidrógeno, mediante Celdas de Combustibles”.

Mancilla resalta que Corfo hará “la apuesta más importante de la historia del país para el desarrollo de capacidades tecnológicas relevantes en materias de energía solar, minería de bajas emisiones y materiales avanzados de litio”, a través de un llamado internacional, en el cual se espera que participen empresas y centros tecnológicos de clase mundial.

Para ello se dispondrá de un financiamiento por 10 años que se espera en total alcance a cerca de USS 200 millones, proveniente de los contratos.

Fuente: La Segunda

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