Revista Nueva Minería

Gracias a la implementación de una serie de innovaciones tecnológicas, Sierra Gorda SCM se ha transformado en la ‘escuela’ de la minería de baja ley.

Por Paula Chapple
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En octubre pasado el Consejo de Dueños de Sierra Gorda SCM ratificó oficialmente a Tomasz Piwowarczyk como gerente general de la compañía. El ejecutivo habló con Revista Nueva Minería y Energía respecto de los planes de la minera, junto con destacar los pasos que han dado hacia la excelencia operacional y la seguridad.

“Nuestra misión es mejorar la operación actual, orientando su desarrollo hacia los Pilares Estratégicos recientemente redefinidos. Apuntamos a la excelencia operacional y crecimiento, la producción de ‘cobre verde’ con baja huella de carbono e hídrica, para cumplir con nuestra misión de generar valor para la humanidad, la comunidad y los accionistas”, destaca el ejecutivo.

A la vez, la minera busca mantener una cultura organizacional única, que destaca por su ambiente de trabajo, donde se prioriza la seguridad y salud de las personas.

¿Cuáles son los principales retos que enfrenta hoy Sierra Gorda?

Desde sus inicios, Sierra Gorda SCM ha enfrentado retos superiores a los de otras faenas, debido a que sus leyes de mineral son las más bajas de la gran minería, lo que la convierte en una operación muy desafiante. Contamos con una ley de mineral promedio inferior a 0,4%, contra un promedio de 0.8% en la industria, y una desfavorable relación lastre-mineral. Hoy somos pioneros en minería de baja ley, sin embargo, alcanzar y mantener esa posición requiere una mejora continua de la gestión y saber ajustarse a las condiciones cambiantes del entorno.

Para hacer frente a estas circunstancias y mejorar nuestros resultados operativos, continuamente estamos incorporando nuevas tecnologías. Después de nueve años de operación, sólo en los últimos tres años logramos reportar ganancias, debido a que nuestros costos unitarios de producción son más elevados que los de la minería tradicional. Por lo tanto, insistimos en que es preciso contemplar las realidades distintas que enfrentan las faenas y aplicar el royalty en consecuencia, considerando el componente sobre la utilidad, para proteger a la minería de baja ley y generar las condiciones para hacerla, dado que los desafíos actuales de Sierra Gorda SCM van a ser la realidad de muchas más empresas en los próximos años.

Entre los proyectos de Sierra Gorda está la optimización del depósito de relaves. ¿Cómo se vincula esta obra y otras con el crecimiento de la compañía en Chile?

Estamos en permanente búsqueda de tecnologías que nos encaminen hacia una operación más segura, sustentable y eficiente. En línea con este compromiso medioambiental, dicha optimización involucra los temas hídricos. Nuestra operación ha utilizado, desde sus inicios, 100% de agua de mar en todo el proceso productivo sin desalinizar y, en consecuencia, la superficie del depósito de relaves está recubierta naturalmente por una costra salina, lo que representa una gran ventaja, puesto que, al secarse, este material se endurece y no existen partículas finas volátiles. Realizamos un estudio para proyectar su comportamiento y estabilidad a largo plazo y pudimos establecer que no se requerirá recubrimientos adicionales para controlar potenciales emisiones de material no consolidado al final del proyecto, ofreciendo un mayor control del depósito.

Recientemente recibimos aprobación ambiental para el proyecto “Actualización del Depósito de Relaves e Instalaciones Anexas” el cual modifica el plano del depósito. Aprovechamos las lecciones aprendidas para modificar y mejorar el diseño original, con muros más bajos, firmes y seguros. Este proyecto significará una inversión de alrededor de US$400 millones.

¿En qué etapa se encuentra el proyecto?

El proyecto comenzó en 2018, se hizo la ingeniería y se inició la tramitación ambiental. Fue aprobado finalmente el año 2022, cuando obtuvimos la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del Servicio de Evaluación Ambiental, el permiso de Sernageomin y el del Consejo de Monumentos Nacionales. En 2023 trabajamos en los permisos sectoriales pertinentes. Gran parte de la ingeniería de detalle está en desarrollo y terminada, varias licitaciones están en proceso y otras adjudicadas.

Ajustarse a condiciones cambiantes

Respecto de los proyectos que han puesto en marcha para llegar a ser una operación sostenible, ¿qué nos puede adelantar?

Parte de nuestra estrategia es reducir las huellas de carbono e hídrica para diferenciarnos como productores de materias primas, y por esa razón nuestros ejecutivos están en contacto con empresas top del área minera en Australia y Europa, entre otros, manteniéndonos al tanto de sus investigaciones para así estar a la vanguardia a nivel global. Implementamos innovaciones que aportan a la rentabilidad y sostenibilidad de nuestra empresa. Por ello, cada vez se escucha con mayor frecuencia que Sierra Gorda SCM es la “escuela” de la minería de baja ley que en comparación con la minería tradicional está caracterizada por costos unitarios relativamente mucho más altos.

Recientemente en 2023 terminamos un proyecto que da cuenta de lo anterior: el tercer espesador de relaves, con tecnología que nos permitirá recuperar 200 litros de agua por segundo para reutilizarla en el mismo sistema productivo, reduciendo costos de bombeo y minimizando el impacto ambiental. El agua recuperada volverá a ser procesada en el circuito productivo, en lugar de inyectarla al depósito de relaves.

Al ser una minera de baja ley, ¿qué medidas han implementado para lograr el crecimiento?

Una constante a lo largo del territorio y de todos los yacimientos explotados en Chile es la presencia de leyes decrecientes de mineral, fenómeno que incide en la rentabilidad de los proyectos al requerir minas más profundas y la extracción de un volumen mayor de material para mantener la producción. En este contexto, es preciso controlar los costos y buscar soluciones que posibiliten alcanzar la máxima eficiencia de nuestra operación comercial. En los últimos 5 años hemos logrado varios hitos que nos hacen pioneros y referentes en la industria: récord mundial al mover 230.000 toneladas de material con una pala eléctrica en 24 horas; un costo C1 récord en 2021 que bajó hasta 0,76US$ por libra; la segunda minera más segura en Chile en 2022. A partir de 2023, somos una de las pocas operaciones mineras en Chile que usan solo agua de mar y energías verdes.

Sin embargo, la gran diferencia en nuestra productividad la logramos a través del Proyecto Debttlenecking, donde a través del método científico, que consiste en análisis de datos operacionales y formulación de hipótesis, identificamos varios cuellos de botella en nuestro proceso productivo. Posteriormente, usando la metodología ágil, testeamos distintas soluciones y fuimos capaces de subir el tratamiento de nuestra planta concentradora de 100.000 toneladas por día a 130.000 en un plazo de 3 años.

Nuestra gente, su experiencia y compromiso, fue clave en este proceso, porque en un esquema de gestión de proyectos estándar, solo los estudios correspondientes e ingeniería tradicional con todas sus etapas nos tomaría los 3 años. Estamos satisfechos por los importantes logros obtenidos, nos enfocamos en el futuro: estamos estudiando la factibilidad de incorporar una línea de producción adicional con un cuarto molino de bolas a nuestra planta.

Compromiso ambiental

¿Qué importancia tiene la innovación tecnológica en Sierra Gorda?

La innovación es parte de nuestro ADN. Todo lo que hacemos, lo hacemos innovando para superar los obstáculos que puedan surgir en distintas áreas de la mina y planta.

Entre las acciones que nos ubican a la vanguardia en la industria, somos pioneros en Chile en la utilización de molinos HPGR (“High Pressure Grinding Rolls”), tecnología que consume hasta 20% menos energía que la tradicional molienda SAG.

En cuanto a la autonomía, este año incorporamos tres perforadoras PitViper-351 que operan de manera autónoma. Junto con ello, contamos con el SierraBot, herramienta única a nivel latinoamericano en minería. Se trata de un operador robótico encargado del inventario, que realiza un ‘conteo cíclico’ con la ubicación exacta de cada material, lo que nos permitió reducir el tiempo destinado a la tarea de contabilizar Códigos de Stock de 12 horas a 12 minutos y a la vez disminuir el riesgo de manipulación de materiales, mejorando el desempeño en seguridad y obteniendo una mayor productividad en nuestros procesos.

Además, implementamos iniciativas de reciclaje: el aceite empleado en las mantenciones a los equipos se utiliza para fabricar explosivos para las tronaduras y recuperamos el mineral adherido a las bolas de molienda mediante un proceso de separación mecánico-magnético, que corresponde al 2,7% del material procesado.

A todo eso se agrega el hecho que desde el 1 de enero de 2023 operamos con 100% de energías limpias, y esta decisión nos permite dejar de emitir alrededor de un millón de toneladas de CO2 al año, corroborando nuestro compromiso indeclinable con el medio ambiente.

¿Cómo observa la complejidad que hoy tienen los proyectos mineros para obtener los permisos ambientales en Chile y en Latinoamérica.

Estamos llamados a contribuir al abastecimiento global del cobre necesario para la transición energética, que requerirá duplicar el suministro para satisfacer la demanda mundial por esta materia prima. Sin embargo, considerando las crecientes restricciones normativas y operacionales, que se suman a la fluctuación de precios y otros riesgos, esta tarea a menudo se ve entrampada. La simplificación del proceso de los permisos -manteniendo un alto estándar de evaluación y cumplimiento-, la reducción de los tiempos de tramitación y la eliminación de superposiciones entre entes revisores es crítico para que Chile logre entregar al mundo los minerales necesarios para la descarbonización del planeta.

La minería del futuro en Chile es de baja ley. Los yacimientos tienen cada vez menos cobre, y esta realidad geológica es conocida por los inversionistas extranjeros: la cual implica inversiones más altas, plazos de puesta en marcha más largos, retornos más alejados en el tiempo. Por ello, es necesario crear incentivos para la minería de baja ley y fomentar estas iniciativas.