Suecia: Entre un nuevo gobierno y una Europa en crisis

28 noviembre, 2022
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El recién electo primer ministro sueco toma las riendas de un país que enfrenta una situación compleja en medio de una inflación creciente, la guerra en Ucrania y la crisis energética que amenaza con recrudecerse en Europa.

Por Daniela Tapia
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Vientos de cambio soplan en Suecia. A mediados de octubre el parlamento de ese país eligió como primer ministro al conservador Ulf Kristersson, quien gobernará en minoría con demócratacristianos y liberales junto con el apoyo externo del ultraderechista Demócratas de Suecia (DS).

Kristersson sucedió en el cargo a la socialista Magdalena Andersson, convirtiéndose así en el primer jefe de gobierno sueco que llega al poder gracias a los votos de la extrema derecha.

De acuerdo con El País de España, las políticas del nuevo gobierno estarán condicionadas por el apoyo de la ultraderecha, un antecedente a tomar en cuenta ya que Suecia ha sido visto como sinónimo de valores liberales y de apertura. Hasta 2018, de hecho, ningún partido quería alcanzar acuerdos con la ultraderecha.

“El mensaje de que los problemas de las bandas callejeras en Suecia están ligados a las políticas de inmigración “demasiado generosas” a lo largo de varias décadas ha calado entre los votantes. En la última década, los sucesivos gobiernos endurecieron las reglas de inmigración, pero la nueva coalición irá aún más lejos en ese terreno”, plantea el destacado medio respecto a uno de los problemas que está afectando a Suecia.

Ante este panorama, lo cierto es que la nueva autoridad toma las riendas de un país que enfrenta una situación compleja, es decir, con los precios de los alimentos y de la electricidad en aumento, y con buena parte de sus 10,4 millones de habitantes siguiendo muy de cerca la evolución de la guerra en Ucrania.

Economía y crisis energética

Los pronósticos indican que el incremento de las tasas de política monetaria a nivel mundial llegue hasta casi 4% hacia el próximo año, lo que representa un aumento de más de dos puntos porcentuales por sobre el promedio de 2021.

“Hay que esperar en qué nivel de lo proyectado se ubicará Suecia. Además, se deberán analizar las políticas que el país europeo implementará para generar inversiones adicionales, el mejoramiento de la productividad y la asignación de capital para fortalecer el crecimiento”, señala Edgardo Riveros, académico Facultad de Derecho y Humanidades Universidad Central (UCEN).

En 2021 la economía sueca presentó fuertes signos de recuperación luego de la pandemia del Covid-19, emergencia que significó una contracción del PIB de -2.8% en el año 2020.

También tuvo un PIB de crecimiento interanual de una tasa cercana al 10% en 2021, pero existe consenso en que el impacto actual más directo en la economía sueca se debe a los efectos de la guerra en Ucrania.

En línea con ello, un factor que está agravando la situación en el continente europeo es la crisis energética a causa de las restricciones impuestas por Rusia. Los analistas, en este sentido, coinciden en que tendería a agravarse, particularmente por las limitaciones a las exportaciones de gas natural, lo que alcanzaría ribetes de mayor envergadura al acercarse el invierno.

“Es un hecho que la Unión Europea se ha estado preparando para fortalecer sus reservas con el fin de enfrentar los meses de invierno, pues debido a las bajas temperaturas el uso de energía aumenta y Rusia podría decidir la reducción del suministro a niveles aún superiores”, dice el académico.

Sin embargo, de acuerdo al analista, el almacenamiento efectuado por los integrantes de la Unión Europea (UE) se traduce en que actualmente las plantas alcanzan el 82% de su capacidad, siendo que para noviembre se había establecido como objetivo un 80% de ella.

“Esto abre expectativas en el sentido de poder superar la época de menores temperaturas sin tener que adoptar medidas significativas de racionamiento que afecten a las personas y las industrias y así evitar, en lo posible, las consecuencias de una recesión”, agrega.

Un vínculo importante

¿Cómo afecta este panorama a las relaciones entre Chile y Suecia? El especialista cree que las relaciones comerciales entre ambos países no debieran sufrir un impacto mayor a raíz del actual escenario mundial.

Cabe recordar que el vínculo entre ambos países se enmarca en el Acuerdo de Asociación que Chile tiene con la Unión Europea, vigente desde 2003, el cual está culminando su proceso de modernización. Asimismo, el monto comercializado entre ambos países supera los 600 millones de dólares.

Entre los productos que forman parte del intercambio comercial entre ambas economías destaca que Chile exporta a Suecia principalmente cobre y sus concentrados, otros productos minerales, además de vinos y productos agrícolas, principalmente frutas. Por su parte, Chile importa desde el país europeo partes identificables como destinadas, exclusiva y principalmente, para unidad de perforación o de sondeo, otras maquinarias destinadas a la minería, automóviles con características tecnológicas especiales, papel semiquímico, chasis con características especiales para camiones, entre otros.

Para Riveros, las oportunidades de ampliar el comercio, al igual que con los 27 países que forman parte de la Unión Europea, dependerá de manera decisiva de la puesta en marcha de la modernización del Tratado de Asociación. “Ello es fundamental luego de casi veinte años de su vigencia, época en que la UE tenía solo 15 miembros”, puntualiza.

Focos que unen

Un rasgo que comparten tanto Chile como Suecia es que ambos son países mineros. Particularmente, gracias a la fuerte colaboración entre las empresas mineras, los proveedores de tecnología, la academia y el gobierno, Suecia se ha transformado en un ejemplo a la hora de generar un entorno ventajoso para el desarrollo de innovaciones que buscan mitigar los impactos negativos de la minería.

Y es que el país europeo lidera el desarrollo de una minería sostenible sin dejar de lado la eficiencia y productividad, además de contar con algunas de las regulaciones ambientales más estrictas a nivel global y las minas más productivas y eficientes del mundo.

Se estima que alrededor del 50% del equipamiento para minería subterránea proviene de proveedores suecos. La mayoría de éstos están presentes en Chile desde hace muchos años, formando parte del desarrollo del sector minero chileno.

En el ámbito energético, en tanto, ambos países también han enfocado sus políticas y estrategias hacia el desarrollo de las energías limpias y fortalecer la sustentabilidad. Ejemplo de ello es que hoy Suecia planea generar toda su energía a partir de fuentes renovables para 2040, y aunque la hidroeléctrica y la eólica proporcionarán gran parte de esa generación, la energía solar es cada vez más importante.

Se espera que la capacidad total de energía solar para este año sea de 2 gigavatios, similar a la que producen dos reactores nucleares, lo que representa un aumento de 2.000% desde 2015.

¿Qué desafíos entonces les deparan a ambos países? Tanto Chile como Suecia están enfocando sus esfuerzos en avanzar hacia una economía sostenible, donde la electromovilidad y los desafíos del futuro sean los protagonistas.

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