Revista Nueva Minería

En entrevista con Revista Nueva Minería y Energía, Laura Ropolo da a conocer los avances y desafíos de la industria en el país vecino, donde la inclusión de género, la sustentabilidad y una mayor inversión, asoman como ejes relevantes. Asimismo, detalla el foco de trabajo con que el gobierno de Alberto Fernández busca potenciar el sector.

Por Camila Morales
Revista NME
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“Argentina es adolescente en minería metalífera”. Con esta frase Laura Ropolo intenta explicar parte de los desafíos que ha identificado como subsecretaria de Desarrollo Minero de Argentina. Los retos son varios, pero los avances en la materia también suman y siguen.

En entrevista exclusiva con Revista Nueva Minería y Energía, la también economista, docente e investigadora, da a conocer detalles de los pasos a seguir de la industria minera en el país vecino, donde el cobre y el litio son minerales de interés prioritario.

¿Qué significó para usted asumir como subsecretaria de Desarrollo Minero?

Una gran responsabilidad y un orgullo profesional. Una función técnica en un cargo político es un desafío personal y de conformación de equipo de gestión para el desarrollo. Ser servidor público para una industria que tiene el potencial de irradiar procesos efectivos de desarrollo territorial, es realmente una gran oportunidad para devolverle a la sociedad argentina todo lo que me dio en la formación profesional en la universidad pública. Siento que la mayor tarea en mi cargo es la articulación pública privada y cooperar a que se destraben los obstáculos a la inversión, tanto de pequeñas como grandes empresas, y co-crear con otras áreas instrumentos de fomento de la competitividad de la industria.

¿Qué le parece estar a la cabeza de una industria dominada mayormente por hombres?

Ser mujer y ser autoridad superior de uno de los estamentos de la industria minera, que de por sí es masculinizada, es una oportunidad de trabajar todos los temas con perspectiva de género. Hoy en día somos varias las mujeres que estamos en roles de dirección, tanto en el sector privado como público.

Se está trabajando desde el gabinete de Género del Ministerio de Desarrollo Productivo (…) en programas específicos para trabajar las brechas de inclusión de las mujeres y de todo el colectivo LGBTQ+. La pandemia puso en práctica los sistemas mixtos de trabajo (presencial y remoto), y ello habilitó a muchas más compañeras a su posibilidad de inserción laboral. La visibilidad y la consideración de las habilidades y competencias propias del género femenino, la mayor apertura de los líderes masculinos, y el trabajo de las organizaciones feministas, ayudan al proceso de aumento de oportunidades para las mujeres y todo el colectivo.

En su opinión, ¿cuáles son los mayores desafíos de la industria minera en Argentina?

La industria tiene como desafío poner en marcha la Era del Cobre y consolidar la industria del litio; ambos minerales críticos de la transición energética global. La minería en Argentina está diversificada en su potencial. Tenemos grandes reservas y recursos identificados para producir Carbonato de Litio Equivalente (LCE) desde los salares, en la cordillera (desde Salta a Mendoza) se encuentran los pórfidos de cobre, acompañado de oro y plata y otros minerales. En los macizos de la Patagonia se encuentran las mayores leyes para producir oro y plata. Hay uranio, cobalto, carbonatos de calcio, cales, rocas ornamentales, todo tipo de arenas.

Argentina es adolescente en minería metalífera y a partir de `la niñería` del oro ha ganado en lecciones aprendidas y algunas buenas prácticas que pueden ser aprovechadas. Apenas asumimos, conversamos y escuchamos abiertamente a todas las partes en el proceso de co-construcción del Plan Estratégico para el Desarrollo Minero Argentino. Dicho proceso se concluyó en julio de este año y de allí surge que la ciudadanía acepta una minería con cinco atributos: que sea competitiva regionalmente, integrada a los territorios, socialmente responsable, ambientalmente sustentable y con institucionalidad en todo el proceso.

¿Cuáles han sido las mayores adversidades del sector en tiempos de pandemia?

La industria se encuentra en lugares remotos y de difícil acceso, por lo cual el movimiento de personas e insumos es parte de su ADN. Los protocolos y procedimientos de logística en la minería son de altísimo rigor, y aquello en pandemia se agudizó aún más. Los costos de las operaciones han aumentado, ya que tanto los traslados como los alojamientos y todo el layout se modificó para cumplir con los protocolos sanitarios.

Por su parte, las empresas mineras que están radicadas en Argentina mayoritariamente son controladas por sus accionistas en otros países, y gran parte del know-how y de las supervisiones en nuevas plantas, necesitan venir al país desde otras naciones, por lo cual existieron ralentizaciones en agendas de inversión (…). Desde el Estado se está trabajando para levantar dichos obstáculos en el menor plazo posible, considerando que la minería es parte de la solución a los problemas de falta de divisas que acontece en Argentina.

¿Cuáles son los focos de trabajo más importantes que el gobierno busca desarrollar en el sector?

Más productividad, empleo formal y de calidad, inversiones y desarrollo de distritos industriales mineros integrados a las capacidades locales. Sumado a ello, las articulaciones desde Cancillería y las Embajadas de los países inversores, en búsqueda de acuerdos de cooperación y de un proceso más virtuoso de radicación de la Inversión Externa Directa, junto a poner en valor las capacidades de servicios industriales y de economía del conocimiento local; permitirá que la minería pueda evidenciar mejores indicadores de desarrollo. A ello agregaría la estrategia de dejar de ser productores de bienes y servicios básicos, a ser productores de productos industriales innovadores en el largo plazo.

¿Cuáles son las proyecciones de inversión minera para los próximos años en Argentina?

(…) Se ha analizado y evaluado una cartera de proyectos de inversión en minería en diferentes estados de avance. De dicho trabajo se confirma hoy la potencial concreción de la inversión en algunos proyectos. Con aquellas iniciativas en producción se estima un ingreso neto promedio anual de divisas de aproximadamente US$ 6.000 millones, lo que representa cerca de un tercio de lo que genera anualmente toda la cadena agroindustrial de Argentina (…).

¿De qué manera cree que el gobierno podría atraer más inversión al sector?

Estabilizando la macroeconomía y aprovechando los regímenes especiales como la ley 24.196 y el decreto 234 de fomento de grandes inversiones. Dando señales de cumplimiento de la seguridad jurídica, Argentina vuelve a ser un destino prioritario de inversión minera.

¿Qué lecciones han podido desprender de las experiencias que han tenido países mineros cercanos como Chile y Perú?

Desde el atributo de competitividad, la seguridad jurídica mantenida en el tiempo es prioritaria para el desarrollo de una actividad industrial que requiere grandes volúmenes de CAPEX y OPEX. Desde los atributos de sustentabilidad ambiental, de responsabilidad social y de necesidad de calidad institucional pública privada, las últimas experiencias en Chile y Perú, nos lleva a reflexionar respecto a qué minería nos merecemos (…).

La minería en la región nos desafía a ser muy responsables y administrar como sociedad la oportunidad del auto despegue. Creo que podemos aprender y evolucionar. Tenemos la responsabilidad en todos los estamentos del ecosistema productivo social de defender las oportunidades de proceso endógeno y aumento de oportunidades, en palabras del economista Amartya Sen, y así ir hacia procesos endógenos de desarrollo.

Las manifestaciones sociales contra la industria es un tema transversal en los países mineros de la región, ¿de qué manera aborda la minería argentina ese aspecto?

Es una realidad que existen grupos anti mineros y también existen ciudadanos que son críticos de la actividad con argumentos como “se la llevan toda”, “no dejan nada”, “contaminan”, entre otros. En lo personal considero que con escucha activa, diálogo respetuoso y empatía con todos y entre todos, se puede llegar a buenos entendimientos y a poder considerar un modelo de desarrollo territorial a medida de lo que cada territorio nacional, provincial/regional, local desee y acuerde.

Los recursos naturales en mi país son de jurisdicción provincial, por tanto son los ciudadanos junto a sus estamentos quienes deben determinar si quieren o no minería como vocación productiva y parte de su matriz productiva. El Estado al cual pertenezco desde la cartera productiva, damos los espacios y el `paraguas` para poder hacer de esta actividad un factor de desarrollo, como hoy lo es en cinco de las 23 jurisdicciones provinciales que tiene el país.

(…) Creo que se ha hecho bastante, somos un país con una riqueza en recursos naturales, talento local y tecnología internacional y local, que nos permite transformar la realidad socioeconómica manteniendo la identidad cultural de los pueblos. Existirán siempre grupos radicalizados que abogan por otros modelos de desarrollo productivos más primitivos, donde la industria minera no es considerada en sus esquemas ideales. Pero también existen territorios de Argentina que si no existiera la minería estarían sometidas a la pobreza extrema. (…) Soy promotora de escuchar mucho al `antiminero` o al que no está convencido de la actividad, y ahondar en sus argumentos, y juntos construir un futuro posible y viable para que exista más bienestar para todos.