Retrasan puesta en marcha de Central Ñuble por bajo crecimiento

24 mayo, 2017
Central Ñuble

Los dueños de Eléctrica Puntilla decidieron posponer la puesta en marcha a fines de 2022 de central Ñuble, su proyecto más ambicioso.

El terreno ganado por las energías renovables no convencionales (ERNC), sumado a las menores perspectivas de crecimiento de la demanda eléctrica, son factores que están afectando a los proyectos tradicionales, haciendo que los generadores revisen estas iniciativas o retrasen su ingreso al mercado.

Ese es el caso de Eléctrica Puntilla -compañía controlada por los Canalistas del Maipo, liderados por la familia Pérez Cruz- quienes decidieron posponer la puesta en marcha a fines de 2022 de central Ñuble, su proyecto más ambicioso.

La firma solicitó permisos a la autoridad ambiental para desplazar la construcción de la hidroeléctrica de 136 MW ubicada en la Región del Biobío y que contempla una inversión de US$ 420 millones.

“En un contexto de un mercado eléctrico que está cambiando hacia la generación de energía solar y eólica, unido a un menor crecimiento de la demanda asociada al bajo crecimiento económico actual, se configura una reducción importante de energías tradicionales como la de este proyecto”, señala el documento ingresado al Servicio de Evaluación Ambiental por Hidroñuble, filial de Eléctrica Puntilla a cargo de la central.

Agrega que esta situación se ha reflejado en una importante baja en los precios de la energía en la actualidad y en el futuro cercano. Explican que el proyecto fue evaluado con el estudio de comportamiento del consumo realizado por la Comisión Nacional de Energía (CNE) el 2012, muy diferente al efectuado por el organismo este año. “El proyecto Central Ñuble de Pasada fue evaluado con el primero de estos estudios, lo que impacta sus ingresos y eventualmente su producción”, señalan.

En la consulta de pertinencia en que se solicita el aplazamiento explican que “lo anterior obliga a extender el período de inversión hasta que la demanda vuelva a los niveles originalmente estimados para la evaluación de este proyecto, todo lo cual redunda en un desplazamiento de las actividades de la etapa de construcción hasta el segundo semestre del año 2022”.

Esta iniciativa fue adquirida por Puntilla a CGE y se calculaba su puesta en servicio para 2019.

La central ya presentó inconvenientes en su ejecución luego que se decidiera poner término anticipado al contrato de construcción firmado entre Puntilla y Vial y Vives-DSD, filial chilena de Graña y Montero.

En su oportunidad, la constructora peruana informó que durante la ejecución de las obras surgieron diferencias entre las partes que motivaron finalizar el acuerdo.

Fuente: El Mercurio

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