Retos tecnológicos del sector minero
La implementación de nuevas tecnologías incluso podría lograr que la tasa de fatalidad llegara a cero.
Por Sebastián Sagner, Abogado
Claussen y Velasco
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La Real Academia Española define inteligencia artificial como la disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o razonamiento lógico.
Es decir, mediante esta inteligencia se pueden ejecutar operaciones similares a las que realiza el humano en diferentes especialidades, como, por ejemplo: las intervenciones en el área de la salud, en los procesos industriales y, evidentemente, en el sector minero. Esta inteligencia puede ser la solución a los problemas actuales que enfrenta la minería: las minas a rajo abierto son cada vez más antiguas y profundas, en consecuencia, la cantidad de material estéril que se tiene que remover es cada vez mayor y las leyes de explotación han disminuido. A esto se debe agregar el problema de contar con agua continental para futuros proyectos mineros.
Así y a modo de ejemplo, ya en el año 2020 Codelco señalaba que su división El Teniente, implementaría inteligencia artificial para mejorar el rendimiento de sus molinos, logrando un potencial de 2% de mejora en el procesamiento del mineral. Esto es un fiel reflejo de que las empresas están evaluando e implementando el uso de tecnologías para mejorar su desempeño, a través del aumento en productividad y eficacia de su trabajo.
Sumado a lo anterior, debemos recalcar que la inteligencia artificial tiene y va a tener, un rol fundamental en el aspecto más relevante de cualquier sector productivo como es la seguridad de sus trabajadores; esto presenta dos desafíos para el sector minero. El primero, es evitar que se pierda la cultura de seguridad que impera en la minería, producto de la automatización de etapas productivas que -en definitiva- generen un exceso de confianza en el ambiente de trabajo. Especialmente, cuando a mediados del año 2022 la tasa de empleabilidad en el sector minero alcanzó su máximo histórico con aproximadamente 269.000 trabajadores, muchos de los cuales no poseen esta cultura de seguridad que es propia del sector minero.
El segundo desafío, es conseguir que el avance de la tecnología permita ir eliminando progresivamente los riesgos inherentes a esta actividad; así en los últimos 12 años, la tasa de accidentes fatales en la industria minera bajó un 75%. La implementación de nuevas tecnologías incluso podría lograr que la tasa de fatalidad llegara a cero. Por ejemplo, la toma de decisiones inteligentes en base a la data histórica podrá crear, mediante los signos de una máquina (temperatura, ruido, presión), un modelo predictivo que permite calcular la probabilidad de falla del equipo y evitar accidentes que afecten a los trabajadores y con esto, al proceso productivo.
En definitiva, la transformación digital en la minería es necesaria e incluso prioritaria al momento de hablar de seguridad para los trabajadores del rubro. Es hora de ocupar la gran cantidad de datos históricos con los que se cuentan en nuestro país para generar, mediante la inteligencia artificial, un aumento en la productividad y, principalmente, en la seguridad.
