Revista Nueva Minería

Glencore es una compañía que se encuentra en constante evolución. Sus prioridades de trabajo apuntan a seguir consolidándose como una empresa líder a nivel mundial: desde el cumplimiento de los más altos estándares legales, medioambientales y sociales, junto con el crecimiento de sus operaciones.

Por Paula Chapple
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2022 fue un año de grandes logros para la filial chilena de la compañía Glencore. Por una parte, las operaciones de la minera -complejo metalúrgico Altonorte y compañía minera Lomas Bayas- tuvieron ejercicios exitosos, al alcanzar diferentes hitos, tanto en términos de producción, como también respecto de continuidad operacional, en este caso relativa a la extensión de vida útil de Lomas Bayas.

“Altonorte alcanzó un récord histórico, tras procesar 1.105.482 toneladas de carga nueva de concentrado. Lomas Bayas, en tanto, entregó 72.616 toneladas de cobre fino, manteniéndose dentro del promedio proyectado anual”, señala a Revista Nueva Minería y Energía Carlos Prat Guarachi, gerente Legal y de Asuntos Corporativos Glencore Cobre para Chile.

A nivel corporativo, la compañía concretó un proceso muy positivo, que forma parte del establecimiento de una nueva estructura regional, dando vida a un robusto equipo de servicios corporativos. El nuevo organigrama permitirá disponer de una serie de mejoras administrativas, de manera de gestionar y disponer los recursos de manera efectiva y eficiente.

Continuidad Lomas Bayas

Se trata de un proyecto cuya inversión alcanza los US$254 millones, y que tiene por objetivo la continuidad operacional de la faena, enfocada en la extensión de su vida útil, por un período de trece años. De éstos, seis son para operación (2024-2029) y siete para fase de cierre y post cierre.

La iniciativa -cuya Declaración de Impacto Ambiental (DIA) fue calificada favorablemente por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de la Región de Antofagasta a fines de 2022- permitirá incorporar nuevos recursos mineros a las fases de lixiviación y abastecimiento de planta.

Asimismo, “permitirá seguir utilizando las instalaciones existentes, como por ejemplo la Pila HEAP, la cual continuará operando durante la extensión de vida útil dentro de la capacidad autorizada, toda vez que no ha alcanzado dicha capacidad de 600 Mt de mineral. El proyecto permitirá aumentar la producción de cátodos de cobre en torno a las 80.000 ton/año”, adelanta Carlos Prat Guarachi.

Camiones autónomos

La consolidación de la división de servicios corporativos ha permitido fortalecer a las distintas áreas que prestan servicios internamente, y cuyo trabajo -en conjunto con los sitios- ha logrado desarrollar diferentes iniciativas que buscan implementar nuevos avances tecnológicos.

Un ejemplo es el proyecto de “Camiones Autónomos para Lomas Bayas”, iniciativa clave dentro de la estrategia de trabajo de Glencore para realizar transformaciones tecnológicas, operacionales y culturales, y que buscan no sólo obtener el mayor potencial de la operación, sino que también agregar valor a sus procesos.

Este plan considera incorporar los equipos y tecnología idónea para que los CAEX operen de manera autónoma, “dirigidos desde salas de control, reduciendo en un 90% la exposición al riesgo, mejorando así las condiciones de seguridad y bienestar de nuestros trabajadores”, sostiene el ejecutivo.

En una primera etapa piloto, cuyo inicio está proyectado hacia el tercer trimestre de 2023, estarán operando cuatro camiones autónomos (AHS), para luego ir aumentando de manera gradual la flota.

Eficiencia hídrica

Actualmente el complejo metalúrgico Altonorte opera casi en su totalidad con agua servida tratada proveniente de la ciudad de Antofagasta. Adicionalmente, la fundición ha desarrollado importantes proyectos de innovación con el objetivo de ser más eficientes en el uso de agua fresca en sus procesos.

Un buen ejemplo de ello es el actual sistema de enfriamiento de escoria en ollas, que busca reducir el consumo de este vital recurso desde 1,36 a 0,42 m³/tonelada de escoria durante este proceso.

Lo mismo ocurre con Lomas Bayas. La operación utiliza actualmente agua de la cuenca de Calama, “pero se está trabajando en un plan de transición responsable al uso de agua no continental, que consiste en dejar de utilizar los Derechos de Agua que la empresa tiene, para comprar este elemento a una planta de tratamiento de aguas servidas en la comuna de Antofagasta”, adelanta Carlos Prat Guarachi.

Collahuasi, por su parte, ya adjudicó el diseño y construcción de una planta desaladora en Puerto Patache, en la Región de Tarapacá, la que tendrá una capacidad inicial de 1.050 litros/segundo.

Sostenibilidad

La protección del medioambiente es una prioridad estratégica para Glencore, no sólo en Chile. “Aquello está plasmado en nuestro propósito, que es proveer de manera responsable los productos que hacen posible la vida cotidiana. Ese es nuestro foco, el cómo entregamos los materiales que harán posible la transición energética de forma responsable, reconociendo también los desafíos y obligaciones del proceso”, comenta el ejecutivo de Glencore Cobre para Chile

Carlos Prat Guarachi comenta que la compañía se encuentra trabajando en distintas iniciativas para reducir su huella de carbono. “Es importante destacar que, aparte de tener metas de reducción de emisiones de Alcance 1, 2 y 3, es que contamos con metas que son a más corto plazo: reducción del 15% de emisiones al 2026 (respecto de nuestra base del 2019); reducción de 50% al 2035 y, finalmente, el 100% al 2050”.

En la práctica, “nos encontramos trabajando en la eficiencia de la operación y en la electrificación de equipos de acarreo. Aunque aún nos encontramos en proceso de definición del tipo de tecnología final a aplicar, por ahora estamos trabajando en pilotos para utilizar trolley en nuestras operaciones en Chile”, complementa el ejecutivo de Glencore.

Las prioridades de Glencore en Chile en el mediano plazo están puestas en la protección y cuidado del medio ambiente; en el fortalecimiento y consolidación de la cultura corporativa, “donde además estamos llevando a cabo importantes avances en políticas de diversidad e inclusión y HSE; y la continuidad de los proyectos de transformación tecnológica”, concluye Carlos Prat Guarachi.