Proyecto Santo Domingo: Una historia de progresos y obstáculos

9 enero, 2017
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Panorámica de Santo Domingo. (Foto: Santo Domingo)

Panorámica de Santo Domingo. (Foto: Santo Domingo)

Panorámica de Santo Domingo. (Foto: Santo Domingo)

Actualmente, Capstone, uno de los propietarios de Santo Domingo, está revisando las opciones para que el proyecto contemple sólo cobre en su explotación. De hecho, en el tercer trimestre de este año se encargó un estudio de nivel de alcance para evaluar cuán económico resulta combinar Santo Domingo con otro depósito de cobre bajo una planta central de procesamiento.

Revista Nueva Minería y Energía

Daniela Tapia

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A 7 kilómetros al sureste de la ciudad de Diego de Almagro, en la Tercera Región de Atacama, se sitúa uno de los proyectos mineros más relevantes del último tiempo en la zona. Se trata de Santo Domingo, cuya historia ha estado marcada por sus progresos y también por los obstáculos que ha debido sortear.

Hace poco el Comité de Ministros rechazó dos recursos de reclamación interpuestos por integrantes del proceso de participación ciudadana en contra de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto.

¿La razón? Según el comité, los temas reclamados habían sido abordados en el proceso de evaluación de la iniciativa, tales como la calidad del aire, recursos hídricos y riesgo sísmico.

Pero fue en septiembre del año pasado cuando la empresa Capstone, que tiene el 70% del proyecto, anunció su suspensión, el que había sido presentado en ocasión de su compra en 2011 como un proyecto de desarrollo de gran envergadura de minas de cobre, hierro y oro.

“Pese a que seguimos pensando que el proyecto Santo Domingo es excelente, varios factores, entre ellos la incertidumbre sobre la dirección de los precios del cobre y de nuestra capacidad para financiar el proyecto, vuelven prioritaria la conservación del capital”, dijo en ese entonces el presidente de Capstone, Darren Pylot.

Cabe recordar que la Comisión de Evaluación de la Región de Atacama aprobó la RCA del proyecto el 7 de julio de 2015.

Y uno de los puntos a favor que en esa oportunidad destacó la autoridad ambiental fue que la iniciativa de Kores (30%) y Capstone utilizará un 50% de mano de obra local. A ello se suma que el sistema de depósito de relaves que plantea la compañía “garantiza un mejor comportamiento estructural frente a algún evento telúrico o de otra naturaleza”.

Por ahora, Capstone está revisando las opciones para que el proyecto sea sólo de cobre. De hecho, en el marco de la entrega de resultados, la compañía minera planteó que en el tercer trimestre de este año se encargó un estudio de nivel de alcance para evaluar cuán económico resulta combinar Santo Domingo con otro depósito de cobre bajo una planta central de procesamiento.

Características preliminares

Según se señala en el estudio de evaluación ambiental (EIA), el proyecto se basa en la explotación de reservas minerales de cobre y magnetita desde los rajos denominados Santo Domingo e Iris Norte, ubicados en la sierra de Santo Domingo, en la comuna de Diego de Almagro.

En un principio, contempla una inversión de US$1.800 millones para una producción aproximada de 3,6 millones de toneladas de concentrado de cobre y 75 millones de toneladas de concentrado de magnetita.

“El mineral extraído será procesado a través de flotación convencional para obtener concentrado de cobre, luego los relaves de la flotación serán sometidos a un proceso de separación magnética, para obtener concentrado de magnetita”, señala el documento.

Mediante este proceso se espera obtener concentrado de cobre y de magnetita, a través de la explotación bajo el método de cielo abierto. La capacidad nominal de extracción se espera alcance las 65.000 toneladas por día para los primeros cinco años de operación, bajando a 60.000 toneladas los años 6 a 18.

¿Cómo avanzará esta apuesta? ¿Qué futuro le depara? Por ahora, la alternativa que se está evaluando podría modificar el rumbo del proyecto si se acepta que contemple sólo cobre en su explotación.

Y es que se trata de una iniciativa no menor, considerando que desde el año 2013 que la autoridad ambiental no aprobaba un megaproyecto minero “greenfield” de más de US$500 millones de inversión.

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