Proyecto Quebrada Blanca Fase II: Avanzando paso a paso

22 noviembre, 2021
Quebrada Blanca Fase II

Hace poco se informó que el proyecto -que involucra una inversión de US$5.260 millones- ha superado la marca de los dos tercios en cuanto a su progreso general de construcción.

Por Daniela Tapia
Revista NME

Es catalogado como uno de los recursos de cobre no desarrollados más grandes del mundo. Se trata del proyecto Quebrada Blanca Fase 2 (QB2) de la canadiense Teck -el cual cuando se complete- se transformará en un activo con bajos costos operativos, una vida útil inicial de la mina de 28 años y un significativo potencial para expandir aún más la operación en fases futuras.

También es considerada la iniciativa privada en minería más grande que se está construyendo no solo en Chile, sino en Sudamérica.

Iniciado en 2018 y con fecha esperada de término de obras en 2022, el proyecto QB2, ubicado en la Región de Tarapacá, tendrá una tasa de producción promedio anual de aproximadamente 316.000 toneladas equivalente de cobre para los primeros cinco años.

A grandes rasgos, la iniciativa contempla, entre sus principales obras, ampliar la faena y vida útil de la mina ubicada a 4.400 metros sobre el nivel del mar, en la alta cordillera, además de la construcción de una concentradora de 143.000 toneladas por día e instalaciones relacionadas, la conexión con un nuevo puerto y a una nueva planta desalinizadora a través de tuberías de agua desalinizada de 165 kilómetros de longitud.

Recientemente se informó que el proyecto ha superado la marca de los dos tercios en cuanto a su progreso general de construcción.

Según se detalló en la presentación de resultados al tercer trimestre, el taller de camiones y el circuito de la mina están casi terminados en preparación para la puesta en servicio a finales de este año. Y, además, las subestaciones eléctricas están a punto de completarse para respaldar las actividades generales de puesta en servicio.

Respecto a los desafíos que plantea la construcción del puerto en alta mar y de la instalación de relaves, han ejercido presión sobre el costo de capital estimado (sin tener en cuenta los costos relacionados con el Covid-19), el cual asciende a US$5.260 millones, por lo que esperan que la estimación de costos de capital aumente hasta un 5% al añadir más contingencias al presupuesto.

“También hay presión sobre nuestra estimación del capital relacionado con el Covid-19 de US$600 millones. La cuantía de cualquier aumento de nuestras previsiones dependerá en parte de los avances en la gestión de las repercusiones de la crisis sanitaria durante el cuarto trimestre de este año”, explican en la empresa.

En este último tramo que queda del año, en Teck argumentan que están enfocados en continuar optimizando las ventas y la producción para capitalizar los altos precios de las materias primas y avanzar en su proyecto de cobre prioritario QB2.

Asimismo, y en conferencia con analistas, el presidente y CEO de Teck, Don Lindsay, reiteró que esperan emitir una guía actualizada de costos de capital en febrero. Además, estimó que la primera producción del proyecto se prevé para la segunda mitad del próximo año y que la iniciativa duplique la producción consolidada de cobre para 2023.

Visita ministerial

Durante el primer semestre el biministro de Minería y Energía, Juan Carlos Jobet, visitó las obras del Área Puerto de QB2 en Iquique.

La autoridad ministerial destacó la magnitud del proyecto, afirmando que generará en su etapa peak más de 25 mil puestos de trabajo durante la fase de construcción.

“Va a producir más de 300 mil toneladas de cobre y es un proyecto que combina una planta desaladora de agua, que permitirá que la minería siga siendo cada día más sustentable. Pero además va a ser manejada desde el Centro Integrado de Operaciones en Santiago, a 1.800 km de distancia, lo que es una muestra de cómo la minería está incorporando mayor tecnología”.

Sobre este Centro de Operaciones (IOC por su sigla en inglés), entre sus características principales destaca que permitirá monitorear la cadena productiva completa de la operación, sin barreras geográficas, a través de un amplio soporte de procesos integrado de Mina a Puerto, para obtener datos operacionales en tiempo real del yacimiento.

En esta infraestructura trabajarán 180 personas en distintos turnos para garantizar un funcionamiento 24/7 los 365 días del año, lo que implicará que un 15% de la dotación total de Quebrada Blanca dejará de trasladarse al yacimiento y podrá operar desde el IOC. Cuenta con casi 300 computadores conectados y seis videos wall 100% digitales, además de tener un 100% de iluminación LED.

Participación femenina y cuidado arqueológico

Jobet, además, afirmó que el proyecto tiene un rol esencial en la recuperación económica, donde la participación femenina resulta fundamental, recordando que cerca de un 10% de quienes trabajan en el proyecto son mujeres.

En su recorrido por los trabajos de construcción el ministro, junto a otros ejecutivos del proyecto, visitaron las obras portuarias para el atraque de naves de capacidad de 15,000 a 60,000 DWT para el carguío de concentrado de cobre.

Del mismo modo, pudieron conocer el avance de la planta desaladora, la cual tendrá un procesamiento de agua industrial de 1.000 litros por segundo, y recorrerá 165 kilómetros hasta la mina Quebrada Blanca a través de un acueducto de 90 cm de diámetro, con la ayuda de 5 estaciones de bombeo. Será la segunda planta desaladora de agua de mar más grande de Chile.

“QB2 será el primer uso a gran escala de agua de mar desalinizada para la minería en la Región de Tarapacá, eliminando el uso de aguas continentales. Esto nos permite impulsar la tendencia en la industria de llevar agua desalinizada a operaciones a mayor altura y así cumplir con uno de nuestros grandes desafíos ambientales, que son críticos para la minería actual”, señaló en esa oportunidad el gerente general de Quebrada Blanca, Enrique Castro Gatica.

Adicionalmente, la obra minera utilizará energía verde para minimizar las emisiones de carbono, asegurando un 50% de energía renovable.

Cabe relevar, por otro lado, que la compañía habilitó una zona para conservar los restos humanos arqueológicos que fueron hallados durante las obras en el puerto de QB2.

“Se trata de cuatro fosas mortuorias que se encontraron en excelente estado de conservación y que podría corresponder a restos humanos del período Formativo Temprano, entre el 1100 A.C. al 400 A.C”, plantearon desde la propia firma, que según ha dicho, ha enfocado sus esfuerzos en proteger el lugar de emplazamiento de QB2.

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