Revista Nueva Minería

En el marco del vigésimo aniversario de la gremial, Philippe Hemmerdinger, presidente de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería (Aprimin), compartió con Revista Nueva Minería y Energía su visión sobre los temas que preocupan hoy al sector y de qué manera enfrentan los nuevos desafíos.

Por Constanza Schaub
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¿Cómo aumentar la productividad y la competitividad en un escenario que poco a poco comienza a recuperar certezas?, es una de las inquietudes que hoy mantiene la industria pero que, en voz del líder de los proveedores mineros, Philippe Hemmerdinger, se reconoce optimista y ve oportunidades.

Un reciente estudio de la Dirección de Presupuestos (Dipres) estimó que los aportes de la minería privada al Fisco aumentarán casi un 50% hacia finales de la década, producto del Royalty ¿Cómo percibe la nueva tributación?

La ley de Royalty fue un acuerdo necesario para generar mayores certezas a la industria, lo que debe permitir generar nuevas inversiones que son tremendamente necesarias. Lo que debemos tener claro es que, con estos tributos adicionales, Chile pierde competitividad como distrito minero, sumado al incremento de costos por menores leyes de mineral y encarecimiento de abastecimientos y mano de obra, resultado de una baja en productividad.

Todos estos factores, sumados a las incertezas legislativas y constitucional, además de una permisología burocrática e incierta, quitan atractivo en la industria, por lo que veo difícil llegar a esta meta planeada de recaudación por la Dipres.

La demanda de cobre se duplicaría para 2050, sin embargo, sólo cinco compañías han conseguido superar su producción entre enero y agosto de este año ¿Cómo ve el panorama en el mediano plazo?

Chile está enfrentando desafíos mayores en términos de bajas leyes de mineral y escasez de agua, esto ha resultado en una baja paulatina de producción de cobre de casi 6 millones de toneladas a los actuales poco más de 5,3 millones. Las grandes inversiones en proyectos de expansión de las minas centenarias de Codelco han dificultado su implementación por diversos motivos, lo que sumado a los mencionados de bajas leyes y falta de agua han provocado esta situación de caída de producción.

En el mediano plazo, con la puesta en marcha de desaladoras y la entrada en producción de nuevos proyectos va a mejorar la situación; sin embargo, no se vislumbran nuevos proyectos relevantes que vayan en línea con el incremento de demanda de cobre a nivel mundial lo que significa una pérdida de oportunidades para Chile, ralentizando el crecimiento del país.

Consultoras globales estiman que Chile se quedaría tras Argentina en la producción de litio al 2030, no obstante, en un hito de colaboración público-privada, Codelco adquirió la australiana Lithium Power International (LPI) ¿Cuál es su visión respecto a la política del mineral?

La cooperación público-privada ha sido muy exitosa, demostrada por el crecimiento del país durante décadas, que permitió disminuir la pobreza a niveles superiores a cualquier país de la región.

La Estrategia Nacional del Litio equivoca el camino al plantear el Estado como controlador, pues cada uno, sector privado y público debe enfocarse en sus competencias. Veo difícil nuevos acuerdos con un Estado controlador, aunque aporte los recursos, la estrategia utilizada por décadas con SQM y Albemarle ha probado ser exitosa, demostrado en los US$5.000 millones que se aportaron al fisco el año pasado en impuestos y arriendos.

Chile seguirá perdiendo mercado y oportunidades si no abordamos el tema de permisos y una estrategia de Litio razonable para invertir. ¡La oportunidad es ahora!

Tsingshan Holding Group anunció una inversión de US$233 millones para fabricar baterías de litio en Mejillones, sin embargo, que sean dos empresas chinas adjudicadas ha despertado suspicacias por temor a que se concentre el mercado. ¿Cree que esto es posible?

Todas las inversiones son bienvenidas. Los chinos están tomando posición en muchas áreas estratégicas, tales como energía, infraestructura y minería, basta ver las inversiones de los últimos años para entenderlo. Mientras todas las nuevas inversiones respeten las reglas y aporten a la economía, empleo de alta calidad, cuiden el medioambiente y generen crecimiento, son bienvenidas, sin importar su origen. Hoy la mitad de las exportaciones de minerales van a China, ya estamos concentrados en ese mercado.

Estamos ad portas de plebiscitar una nueva propuesta constitucional con avances que la industria ha valorado ¿Cree que el nuevo proyecto ayuda a disminuir la incertidumbre del sector?

Esta es la segunda oportunidad que tenemos de generar una carta constitucional que nos una como país y creo que la estructura mixta de expertos con miembros electivos, garantizará un texto equilibrado que resuelva esta demanda. No podemos seguir eternamente en este proceso, si no existe acuerdo debemos cerrar el proceso por el tiempo que sea necesario y seguir avanzando en lo que Chile requiere hoy, crecer y dar mejores condiciones a las personas.

En todo caso, tengo mucha esperanza de que el texto será aprobado en diciembre por una alta mayoría y eso generará nuevos incentivos a los inversores, siempre y cuando resolvamos las otras trabas.

Uno de los problemas que enfrenta el sector es la “permisología”, que también ha acusado el gremio del hidrógeno verde en la tramitación de sus proyectos. ¿Ve factible un esquema que agilice los procesos en el corto plazo?

Existe un compromiso del gobierno, a partir del acuerdo del Royalty, de gestionar una agenda rápida para disminuir la burocracia y estandarizar el proceso de permisos. Esperamos esto se concrete, de otra forma veo imposible aprovechar el potencial del hidrógeno verde de Chile, y los proyectos se irán a regiones que sean atractivas para desarrollarlos, aun cuando las condiciones no sean tan ideales como acá.

20 años

¿De qué manera llega Aprimin a su vigésimo aniversario y cuáles son sus desafíos a futuro?

Aprimin llega a los 20 años como una asociación reconocida por el ecosistema por su aporte en diversas áreas. Nuestras más de 130 empresas concentran más de 200.000 colaboradores directos y 350.000 indirectos, con un volumen de facturación por sobre los US$17.500 millones.

Además, generamos negocios para miles de contratistas, apoyándolos en su desarrollo, pronto pago y establecimiento en el sector para expandir sus servicios y venta de insumos y productos. Estamos constantemente preocupados por la seguridad, innovando y trabajando en mejoras de productividad por medio de nuevas tecnologías de punta, operando con un estándar de clase mundial y enfocados en la sustentabilidad, reducción de desechos, de uso de aguas continentales, de energías fósiles, incluso recuperando pasivos y midiendo nuestra huella de carbono para lograr mitigarla.

La capacitación, inclusión y diversidad han sido parte importante de nuestra mirada, enfocada en el crecimiento de las personas, del sector minero y el país. Estamos recién comenzando, lo que viene será mucho mejor.