Revista Nueva Minería

A fines del año pasado se dio a conocer el nombre de la nueva presidenta de la Red de Ingenieras de Minas, RIM Chile. Se trata de Paola Huenumán, profesional con más de 19 años de experiencia en el sector, que buscará continuar avanzando en el posicionamiento del talento femenino en la industria minera.

Por Camila Morales
Revista NME
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Por estos días la agenda de Paola Huenumán es agitada. Es que luego de que asumiera como la nueva presidenta de la Red de Ingenieras de Minas, RIM Chile, la ingeniera civil en minas ha debido conciliar su vida personal y laboral con la misión de liderar la entidad que nació en 2018, buscando mayor protagonismo para la mujeres ingenieras en el rubro.

En entrevista con Revista Nueva Minería y Energía (NME), Paola Huenumán da a conocer los objetivos y desafíos que visualiza como presidenta de la entidad, tomando en cuenta que el debate por la inserción de la mujer en rubros tradicionalmente dominados por hombres llegó para quedarse.

¿Qué significó a nivel personal asumir como presidenta de RIM Chile?

A nivel personal esta presidencia es un reconocimiento a mis 19 años de trabajo en minería, es una gran oportunidad para transferir mi experiencia y potenciar equipos de trabajo. Al mismo tiempo, requiere de un esfuerzo por conciliar mi vida personal, laboral, familiar y profesional con esta tarea voluntaria por las mujeres ingenieras de Chile.

¿Cuáles son los objetivos y/o áreas de trabajo en los que se quiere enfocar como presidenta de RIM Chile?

El esfuerzo que estamos enfocando junto al nuevo equipo de directoras y asesores es continuar avanzando en el posicionamiento del talento femenino de nuestras ingenieras en la industria, impulsándolas a participar en toda la cadena de valor del mercado minero, además de visibilizar la inclusión y diversidad de género.

Para el período 2022 nos estamos planteando tres ejes de desarrollo: potenciamiento interno de la red y de nuestras socias, posicionamiento internacional, y fortalecimiento del trabajo colaborativo con diversas organizaciones vinculadas al ecosistema minero.

¿Cuáles son los principales retos que identifica en la minería respecto a derribar los paradigmas de género y aumentar la participación de las mujeres en cargos ejecutivos?

Los principales retos tienen que ver con desafiar el paradigma de la desigualdad e inequidad, en términos de la cultura masculina, especialmente en las operaciones mineras. Todavía, por ejemplo, hay faenas donde no se han resuelto temas de infraestructura como baños y casas de cambio. Todavía no hemos logrado equidad en los cargos de mayor influencia, todavía la carrera profesional de las mujeres tienen que conciliar la crianza, el cuidado y la familia con los turnos y trabajo en terreno que no lo facilitan.

¿Qué medidas busca potenciar RIM Chile para contribuir en reducir la brecha de acceso de mujeres en la minería?

Como RIM Chile estamos trabajando fuertemente en empoderar a nuestras estudiantes y profesionales, capacitándolas y entregándoles habilidades que las pueden ayudar a enfrentar distintas situaciones laborales, desde prepararlas para su primera entrevista laboral, brindarles oportunidades laborales tanto en el país como en el extranjero (Artemisa Project), como también prepararlas para seguir ascendiendo (programa Mentoring).

Actualmente tenemos 23 alianzas de colaboración con diferentes entidades y organizaciones. En el sector público estamos trabajando activamente con Sernameg, impulsando las buenas prácticas laborales con equidad de género y abordando temas de corresponsabilidad y conciliación laboral, familiar y personal. Durante el año, a través de nuestras embajadas regionales, se realizaron talleres en colegios e institutos de cada región con el fin de fomentar el ingreso de mujeres a carreras STEM (disciplinas de ciencias básicas, tecnología, ingeniería y matemáticas).

Por otro lado, llevamos a cabo algunas iniciativas y actividades con empresas mineras y proveedoras como Orica, Epiroc, Bechtel, Teck, entre otras, cuyo foco principal es visibilizar el aporte de la mujer, tanto en cargos de operaciones como ejecutivos y avanzar en la incorporación del talento femenino a través de oportunidades laborales.

En cuanto a nuestra relación con la academia, hemos establecido fuertes lazos con distintas universidades estatales y privadas a lo largo del país, donde se busca apoyar a las ingenieras de minas fortaleciendo sus competencias técnicas. Esperamos seguir robusteciendo estos lazos y generando nuevas alianzas, estamos convencidas que cuando trabajamos y colaboramos en red todo es posible.

¿Considera que las compañías mineras están activamente trabajando para potenciar el trabajo femenino en el sector?, ¿por qué?

Si bien hay muchas compañías comprometidas en aumentar la participación femenina y están trabajando activamente en las estrategias para lograr equidad de género en sus equipos, lo que falta es justamente dar solución a aquello que impide que las mujeres salgan a trabajar. Las mujeres son las mayores responsables de las labores domésticas y de cuidado, por lo que mientras estas responsabilidades no sean compartidas o las empresas no tengan medidas más flexibles para garantizar un balance entre lo laboral y lo personal, no veremos avances en este tema.

¿Qué rol podría o debería jugar el sector público para potenciar la inclusión femenina en minería?

Existen muchos mecanismos que deben ponerse en marcha en forma integral, principalmente en lo relacionado a educación, facilitando y motivando a las mujeres a estudiar carreras STEM. Luego, asegurar la igualdad salarial en cargos similares, donde se debe regular y fiscalizar que así se haga. Y finalmente la flexibilidad laboral para que horarios y turnos hagan eco de las exigencias del cuidado para hombres y mujeres por igual. Es relevante que más empresas comprendan la importancia e implementen la Norma Chilena 3262.

¿Qué mensaje les quisiera transmitir a la industria minera, tomando en cuenta la transformación que ha habido en el país respecto al rol de la mujer en espacios de toma de decisiones?

Nuestro mensaje es que efectivamente hemos avanzado en la incorporación de la mujer, pero debemos tener claro que aún estamos muy lejos de la equidad. Todavía no podemos siquiera visualizar el alto potencial de las mujeres, mientras el acceso a cargos ejecutivos no sea igualitario. El llamado es a empoderar a las mujeres, promover cambios culturales reales, que se transformen en procesos de trabajo que den cuenta de la importancia de la diversidad de género en las organizaciones que las empresas deben atreverse a cambiar, lo que además será clave para sortear el mundo cambiante e incierto de estos tiempos.