Nuevos desafíos en mantenimiento y las barreras conductuales

18 abril, 2022
Columna de opinión - Víctor Barrientos_foto_16x9

“Influir para que se produzcan los cambios en las conductas de los técnicos y supervisores de mantenimiento -al incorporar nuevas tecnologías y procesos- es, quizás, el mayor desafío que debemos enfrentar”.

Por Víctor Barrientos, consultor en mantenimiento y autor del libro
“El Cerebro del Mantenedor”
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En la actualidad, las áreas de mantenimiento están sufriendo numerosos cambios tecnológicos, como la incorporación de centros de operación remotos, camiones autónomos, uso de Big Data e inteligencia artificial (IA) para el análisis de millones de datos obtenidos de los sensores de los equipos.

Sin embargo, algunos de estos cambios no han tenido los impactos esperados en cuanto a ahorros en consumo de energía, repuestos o aumentos de disponibilidad y de confiabilidad de sus equipos. ¿Qué pasó? Una de las explicaciones está en el hecho que la incorporación de estas tecnologías y procesos afectan la forma habitual de trabajo de los técnicos y supervisores, por lo que surgen barreras para su aplicación.

El tomar en cuenta estas barreras conductuales debe ser parte de un plan de implementación para cualquier iniciativa de incorporación de nuevas tecnologías. Pero, ¿podemos influir para cambiar las conductas? Efectivamente, podemos hacerlo. Para ello, previamente debemos conocer cómo las personas tomamos decisiones.

Nosotros solemos no dar mucha importancia a observar de qué manera tomamos numerosas decisiones en forma involuntaria, soslayando el factor cognitivo y actuamos guiados por las emociones y memorias previas. Reconociendo esta situación, podemos incorporar en nuestro plan estratégico de implementación, decisiones para establecer empujones del comportamiento que guíen a los técnicos y supervisores a sumarse a estas iniciativas.

Algunas de estas iniciativas pueden ser tan sencillas como instalación de letreros, simplificación de normas, tableros de control, formación de grupos de trabajo, inscripción automática a ciertas iniciativas, incluir obstáculos para desalentar algunos comportamientos o definición de tareas prioritarias.

La aplicación de estas estrategias ha permitido ahorros en el consumo de combustible, aumentos de productividades, la disminución de errores en la ejecución de tareas, registro exhaustivo de las órdenes de mantenimiento y ahorros en el consumo de neumáticos.

Abordar de forma estratégica los cambios conductuales que traen consigo los procesos de incorporación de nuevas tecnologías, nos permitirán tener una mayor probabilidad de éxito en la ejecución de estas iniciativas.

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