Mineros de Atacama firmarán su primer contrato bajo la marca “Los 33 del milagro”
30-07-2012 El Mercurio – Noticias
A través de empresa que fundaron para explotar historia de su odisea:
Mineros de Atacama firmarán su primer contrato bajo la marca “Los 33 del milagro”
A dos años de quedar enterrados a 700 m de profundidad, inscribieron “marca oficial” para venta de variados productos, mientras esperan grabación de película
El próximo 5 de agosto se cumplen dos años desde que 33 mineros quedaran enterrados a 700 m de profundidad en la mina San José, en Atacama. Fue el inicio de una odisea que terminó 69 días después con el rescate de todos vivos, y que dio la vuelta al mundo.
Tras ello vino la exposición pública de los sobrevivientes y las promesas de una vida mejor. Pero hoy muchos de ellos han vuelto a la minería para subsistir, agobiados por problemas económicos, y recién empiezan a concretarse algunos de los contratos millonarios que soñaron.
La empresa Propiedad Intelectual Minera (PIM), sociedad cuyos accionistas son los 33 mineros, creada a fines de 2010 con la asesoría del estudio jurídico Carey y Cía, se apresta a firmar en los próximos días un contrato con una empresa chilena para crear una completa gama comercial de productos, que se venderán principalmente en aeropuertos.
“Ellos van a hacer todo tipo de productos, como tazones, poleras o medallas, para que los turistas se lleven un recuerdo de nosotros, de Copiapó o de Chile”, explica José Ojeda, el autor del escrito “Estamos bien en el Refugio los 33”, la prueba clave de que estaban con vida.
Todo esto se hará bajo una marca oficial inscrita hace poco: “Los 33 del milagro”. “Inscribimos esa marca porque todas las otras frases alusivas al rescate -como ’33 de Atacama’ u ‘Operación San Lorenzo’- ya fueron inscritas por terceros”, dice Luis Urzúa, jefe de turno del grupo al momento de quedar atrapados y presidente del directorio de PIM.
De hecho, los asesores jurídicos de los mineros ya han presentado reclamos administrativos ante el Tribunal de Propiedad Intelectual, ya que hay cerca de 120 marcas relacionadas con el rescate inscritas por terceros, asegura uno de sus abogados, Remberto Valdés. Estas reclamaciones aún están en trámite.
Mientras, esperan la concreción del proyecto mayor: la filmación de una película -cuyo rodaje comenzará en los próximos meses- y el lanzamiento de un libro con su historia, que está casi terminado.
Charlas y minería
La reinserción de “Los 33” no ha sido fácil. Tras el rescate, el empresario Leonardo Farkas les regaló $5 millones a cada uno, y tras la constitución de PIM recibieron otros $4 millones como adelanto de futuras ganancias. Y 14 de los rescatados reciben pensiones de gracia de $250 mil. “Varios de los mineros tienen pocas entradas de dinero después que pasó todo esto”, afirma Urzúa.
Hoy, 22 de ellos realizan charlas con alguna frecuencia, por las que reciben entre $600 mil y $1,2 millones en Chile, y US$ 8.000 en el extranjero. Un 10% de lo que se recauda con ellas va a PIM y se reparte entre el grupo. Pero aunque unos pocos han logrado vivir de lo que significó el rescate, la mayoría ha tenido que buscar trabajo. Y muchos han vuelto a la minería.
“Lo que han recibido no son cifras bajas, pero tampoco lo son como para cambiarles la vida (…) Les ha sido difícil reinsertarse en el mundo laboral, muchos de ellos han querido volver a ser mineros, pero los empresarios no quieren a alguien con un perfil tan expuesto”, dice Remberto Valdés.
Juan Illanes, uno de los 33, trabaja como supervisor de una empresa minera en Santiago. En el último año dio un par de charlas y tiene tres en carpeta. Prefiere no hablar de platas, pero reconoce que “millonario no soy, por algo tengo que trabajar”.
Su compañero Ariel Ticona cuenta: “Desde abril trabajo en una mina en Atacama, en Tierra Amarilla. Me costó mucho volver a hacerlo, pero por apuros económicos… La actividad minera es lo más rentable en esta zona”.
Otros decidieron cambiar de rubro, como Raúl Bustos. Ahora trabaja en una empresa de mantención de equipos y estructuras, tras rechazar ofertas para volver a un yacimiento. “Me estoy dejando llevar. Yo creo que Dios nos sacó por algo (…) En las juntas con ‘los 33’ hemos hablado de eso. Ahora veo la vida de otra manera, veo lo mejor. Creo que estoy mejor que antes del accidente”, afirma.
