Mineras nacionales bajan costos en más de US$ 730 millones y redoblan esfuerzos para el resto de 2015

31 agosto, 2015
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“La industria ha pasado de preocuparse de aumentar la producción cuando los precios estaban altos a, ahora, defender los márgenes operacionales”, dice Diego Hernández.

Defender el margen operacional es la consigna en las principales mineras del país, afectadas por el derrumbe en el precio de los commodities. Aunque ya habían iniciado planes de reducción de costos, perspectivas menos alentadoras para el cobre hace que refuercen estos programas que han mostrado frutos ya durante el primer semestre.

La estatal Codelco, así como las firmas controladas por capitales nacionales Antofagasta Minerals (AMSA), SQM o CAP han detallado sus esfuerzos por disminuir los costos. Sólo en estas compañías acumulan ahorros superiores a los US$ 730 millones, cifra que crece al considerar las faenas controladas por firmas extranjeras.

En periodos de disminución del precio de las materias primas, las compañías tienen que “apretar los dientes”. “En general las empresas hoy día están refugiándose en la capacidad de estrenar sus organizaciones para disminuir los costos”, señala el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro.

La principal cuprífera del mundo fue la minera que más fuerte redujo sus costos. A junio de este año calculó ahorros por US$ 603 millones, dividido en US$ 246 millones por el ítem de eficiencia y productividad, mientras que otros US$ 357 millones a través de menores gastos en insumos críticos.

El objetivo de la empresa es alcanzar US$ 1.000 millones en reducción de costos, monto similar a los excedentes que se proyectan entregaría durante 2015 producto de la fuerte caída del cobre. En los últimos cuatro meses, el metal rojo disminuyó en 22% su precio.

En AMSA -controlada por el grupo Luksic- tienen una ambiciosa meta ahorros durante 2015. El CEO de Antofagasta plc, Diego Hernández, señaló que “tenemos que revisar todas nuestras prácticas de trabajo, los insumos y los contratos. Estamos en eso y nosotros tenemos un programa de reducción de US$ 160 millones de menores costos para este año y al primer semestre llevamos US$ 70 millones”.

Actuar que dista del periodo de la bonanza, cuando la libra de cobre se empinaba por los US$ 4 la libra. “La industria ha pasado de preocuparse de aumentar la producción cuando los precios estaban altos a, ahora, defender los márgenes operacionales a través de los costos”, explica el ejecutivo.

Este es el paso previo a la detención parcial de faenas, como lo planteado por Freeport McMoran en El Abra. “Los que están disminuyendo producción lo hacen en donde no están cubriendo sus gastos operacionales. Hay algunas minas con leyes más bajas, costos altos y, si no cubren los costos operacionales, es normal que traten de paralizar temporalmente esa producción”, explica Hernández.

Otros ejecutivos de la industria dicen que la reducción intensiva de costos está “recién partiendo”, puesto que si bien los planes son anteriores a la fuerte baja del cobre, un precio por debajo de lo esperado hace pensar que todas redoblarán los esfuerzos por recortar gastos.

Más allá del cobre

Los esfuerzos no sólo se concentran en la minería de cobre. La caída del hierro ha sido más acentuada y por eso en CAP han tomado medidas de reducción de costos tras constatar la reducción de 35,5% en el precio promedio del mineral despachado en el período en el primer semestre. Por eso, bajaron su costo de caja promedio de US$ 50,6 la tonelada en 2014 a US$ 36,4 la tonelada al primer semestre.

Según ha informado, la compañía ha tomado una serie de medidas para reducir costos y compensar los ingresos. Por ejemplo, se ha focalizado en tener una cartera de productos con mayor valor agregado. Mientras tanto, SQM informó una reducción de costos de US$ 60 millones a junio, en donde 50% es explicado por la depreciación del peso y menores gastos por combustible.

La minera no metálica comenzó en 2014 un proceso de optimización, el que incluso incluyó una reducción de trabajadores, fundamentalmente de contratistas por internalización de funciones.

Fuente: Diario Financiero

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