Máximo Pacheco: “El comité económico está trabajando de manera muy seria”

31 agosto, 2015
pacheco energía

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El ministro de Energía defiende lo realizado por el gobierno de Bachelet y asegura que se está trabajando para generar mayor certidumbre y crear más confianza al inversor nacional. En Energía, destaca los cambios que está impulsando en transmisión eléctrica y cómo se le está dando al Estado un rol más relevante en la planificación energética del país.

Un Estado prospectivo. Ese es el calificativo que usa el ministro de Energía, Máximo Pacheco, para explicar el nuevo rol que debe tener el Estado para la planificación estratégica del sistema eléctrico. Y eso es parte de lo que contiene el proyecto de ley de transmisión eléctrica que el miércoles 19 de agosto comenzó su discusión parlamentaria en la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, y que espera esté aprobada en abril de 2016. La fecha no es menor, el gobierno espera que los beneficios económicos de contar, en el largo plazo, con un sistema eléctrico robusto y que genere competencia se comience a notar en el proceso de licitación convocado para esa fecha. Inicialmente su impacto será acotado -expertos hablan de una rebaja de US$ 5 por MW/h en los valores del sistema, cifra que hoy llega a US$ 117 por MW/h-, pero el gobierno ya habla de una rebaja que podría llegar hasta US$ 20 MW/h, impacto que se notará “de a poco”, recalca Pacheco.

Pero el ministro Pacheco no sólo habla de energía. El también integrante del Comité Económico que lidera el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se hace cargo de los problemas de incertidumbre que están afectando al país y que se reflejan en el menor impulso para invertir que ha mostrado durante este año el sector privado.

Pese a destacar que su sector, el segundo en importancia por monto en las inversiones del país, ha tenido resultados “espectaculares”, reconoce que es necesario generar mayor certidumbre y confianza al inversionista. Para el ex presidente de la forestal International Paper, esta labor es la “preocupación central” del comité que integra y que se reúne cada jueves en la mañana.

¿La incertidumbre que está afectando a China podría modificar el rumbo que ha tomado el gobierno?

Vamos a decir las cosas por su nombre: Chile es una economía pequeña y abierta. Por lo tanto, no hay ninguna posibilidad de que vivamos como si estuviéramos fuera del planeta. El mundo está viviendo las señales de enfriamiento de la economía china y de cierta volatilidad en los mercados. Además de una tremenda salida de capitales desde las economías emergentes hacia las desarrolladas. Estaba leyendo el Financial Times de esta semana, donde se estima que la salida de capitales ha sido de un trillón de dólares.

¿En Chile también está saliendo capital?

Me gustaría ver esos números. Estoy hablando de la salida de capital de las economías emergentes de lo que se llamaban los Bric, pero a Chile ha estado llegando inversión y fuerte. En el sector de energía eso fue claro con la llegada de los españoles Gas Natural Fenosa y mucha inversión en energías renovables,  pero lo que estoy diciendo es que el mundo hoy está mucho más incierto y volátil, y con las economías emergentes sufriendo mucho más que hace 90 días.

¿Cómo puede enfrentar ese escenario el país?

Yo soy ministro de Energía y he mostrado los resultados espectaculares que hay en inversión en energía en Chile. Cuando llegamos al ministerio había 28 centrales en construcción por 1.900 MW y hoy hay 45 por 3.900 MW, es decir, hemos sumado en 15 meses 2.000 MW en centrales que están siendo construidas. En materia de líneas de transmisión, tenemos 2.000 km de línea. Es más, durante 2014, en el sistema de evaluación ambiental habían entrado 25 proyectos por 2.500 MW, y entre enero y agosto de este año entraron 48 proyectos por 4.500 MW. Esto demuestra que hay una fiebre por invertir. Entonces, hablemos también de las cosas positivas. No me miren en menos el sector, porque este sector es el segundo más importante en Chile.

Pero el primero, que es la minería, donde está todo paralizado…

En las casas matrices de las grandes empresas mineras han cambiado la mayoría de los CEO en los últimos 18 meses, porque hay toda una discusión de cómo se hicieron las inversiones: proyectos que decían costaban US$ 100 millones, pero terminaron costando US$ 160 millones. Aquí hay una situación donde, por un lado, los precios de las materias primas y commodities están fuertemente impactados, lo que detiene las inversiones -porque, ciertamente, el flujo de caja de las empresas es distinto- y, por otro lado, también las casas matrices de las grandes mineras están diciendo: ‘Mientras no entienda bien por qué se sobregiraron de esta manera en los presupuestos de inversión, yo voy a esperar’… Por eso es que no me gusta mucho que relacionemos esto sólo a que en Chile se da un clima de incertidumbre.

¿Usted no le da peso a que efectivamente en el país hay un clima de incertidumbre?

Le doy tanto peso, que tengo la convicción de que como gobierno estamos enfrentando el tema de buena manera. Estamos trabajando para, justamente, darle a esta economía más certidumbre y crear más confianza al inversor. En el Comité Económico, el cual integro, nuestra principal actividad es cómo crear un ambiente más favorable para la inversión. Tenemos una preocupación central en darle un impulso al crecimiento económico a través de fortalecer la inversión privada que este país necesita para poder crecer.

Pero esa inversión privada no se está haciendo por las mismas reformas que se están impulsando…

Tengo la sensación de que, como ministro de Energía, le puedo decir que no estoy en un sector secundario ni es el pariente pobre de la inversión, estoy en un sector que es muy relevante para la inversión y en este sector la inversión está en un momento de mucho impulso y de mucho auge.

Para impulsar a los otros sectores, estos cambios que impulsa el gobierno, ¿deberían ser más graduales?

El comité económico está trabajando de manera muy profesional, muy seria y bajo una convicción muy firme del ministro de Hacienda (Rodrigo Valdés) para entregarle a esta economía todo lo que necesita para darle un impulso al crecimiento.

Energía: Estado planificador 

El proyecto de ley de transmisión contempla una baja de tarifa de alrededor de un 15% en el sistema eléctrico, ¿cómo se logrará?

Estamos hablando de una rebaja de entre U$ 15 a US$ 20 por MW/h, tomando en cuenta que hoy los precios de licitación están en US$ 117 por MW/h. Este proyecto de ley está planteado para lograr objetivos claros: tener un sistema de transmisión que favorezca el desarrollo de un mercado más competitivo. Para resolver el alto costo de energía que tiene tenemos que construir más centrales de generación, tener un sistema de transmisión más robusto, generar más competencia y usar mejor la energía. Si hacemos esas cuatro cosas vamos a conseguir bajar los costos de la energía y con esta propuesta, que es de largo plazo, creemos que estamos enfrentando un tema que para Chile es relevante.

¿Por eso están pensando obtener la aprobación en abril de 2016, para que haya un impacto a la baja en el precio en las licitaciones de ese mes?

Aspiramos a eso. Uno de los contenidos del proyecto tiene que ver con todo el sistema de remuneración y sobre la tasa de costo-capital de las nuevas instalaciones de transmisión, por eso para la licitación próxima es muy relevante que esto esté aprobado para que de esa manera se pueda incorporar la mejora de eficiencia y de costos que este proyecto tendrá para el sistema.

¿Se va a retrasar la licitación si la discusión del proyecto se atrasa?

No. La licitación está definida para abril. Necesitamos hacerla ese mes, porque vencen contratos. Hay que tramitar el proyecto de la mejor forma en el Parlamento y tengo fe en eso, porque el trabajo prelegislativo que hemos hecho es muy robusto e inclusivo. En el proyecto hay pocas sorpresas, hay muchos elementos que han sido elaborados a partir de una discusión que ha tomado tiempo.

¿Cuándo finalmente Chile tendrá este sistema robusto?    

Estos procesos en el sistema eléctrico se van dando de a poco. De a poco nos fuimos transformando en la energía más cara de América Latina, los gobierno han ido postergando decisiones y han ido enfrentando más las urgencias que las cosas que son relevantes para el largo plazo. Este proyecto nos va a ayudar a ir resolviendo con tiempo los problemas que presenta el sistema eléctrico, donde el principal es su alto costo. Con esto estamos diseñando un Estado que hace prospectiva y que tiene una orientación. Que estudia, tiene una visión y opinión sobre lo que está pasando en el campo de la oferta y de la demanda para poder hacer cierta prospectiva y planificación.

Este Estado más presente se notará en la planificación del sistema de transmisión, ¿se evitará la conflictividad que hoy afecta a estas inversiones, encareciéndolas y retrasando su puesta en marcha? 

Lo que haremos será administrar esa conflictividad con más planificación, con más trabajo previo y con más participación. Lo que estamos diciendo es que queremos como Estado ser responsables de hacer una definición de una franja para la instalación de las servidumbres necesarias para las líneas de transmisión. Con eso, este estudio de franja lo sometemos a un proceso de evaluación ambiental estratégica y finalmente será aprobado en el Consejo de Ministros para la sustentabilidad. Con todo eso hecho, vamos a licitar y con esto le hemos bajado la incertidumbre.

El rol del Estado presente también está en definir ciertos polos de desarrollos, ¿qué diferencia existe entre esto y el proceso de ordenamiento territorial?

El ordenamiento territorial dice de qué manera usamos el territorio con distintas actividades. Acá lo que decimos es de qué manera, a través de la transmisión, inducimos a que se desarrollen fuentes de generación. Estamos creando espacios de desarrollo para que varios proyectos que por escala no pueden solventar el costo de transmisión, se puedan desarrollar. Por ejemplo, si hay una cuenca de un río que sabemos tiene recursos eléctricos, pero que para hacerlo necesita una línea, esa cuenca puede tener una línea de transmisión que ayude a que se desarrolle un conjunto de minicentrales y así ese lugar se puede transformar en un polo de desarrollo.

Tarifa transparente

¿Cómo va a afectar a los grandes clientes el nuevo sistema de “estampillado” que busca ser más transparente con el pago por el uso de las líneas?

En el actual sistema de remuneración, el 80% del costo de transmisión lo absorbe el generador y el 20%, el cliente final. Pero este sistema 80/20 al final recarga el costo de la transmisión a los consumidores. No es algo que tenga toda la transparencia y visibilidad que requiere. No vamos a intermediar en el cobro, sino que se hará de forma directa al consumidor. Es decir, vamos a definir exactamente cuál es el costo de transmisión y ese se va a pagar.

¿Habrá un mayor costo para el cliente final?

Esto es una discusión que hemos tenido con las compañías mineras. Creo que al país en su conjunto le beneficia que enfrentemos el tema del costo de la electricidad en Chile. Acá estamos todos en el mismo bote y entre todos tenemos que conseguir que se construya en Chile un sistema de costos de electricidad más competitivo y razonable. Tengo la convicción de que para el conjunto del país es muy importante que bajemos el costo de la electricidad y creo que este proyecto está hecho con un sentido país.

¿Para lograr esa meta, las mineras deberían hacer un esfuerzo adicional?

No. Creo que ellas van a pagar menos, porque al final cuando tenemos este sistema de 80/20, el cargo que se le está haciendo por parte de la generadora al cliente es menos transparente, entonces, no sabemos cuánto sobrecargo puede haber ahí, pero al darle visibilidad y transparencia al cargo de transmisión nos protegemos de posibles sobrecargos que se estén haciendo. Creo que al final esto va a ayudar al consumidor final.

Fuente: La Tercera

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