Revista Nueva Minería

Un exuberante abanico de soluciones, con fórmulas cada vez más específicas para cubrir las necesidades de cada faena, brinda hoy la industria, al tiempo que levanta con fuerza al profesional experto en lubricación.

Por Marina Parisi
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Maximizar la calidad, el servicio, la capacidad de entrega y el costo del producto, son los principales desafíos que, a juicio de Ricardo Roco, jefe de Ejecución Electrohidráulicos de Pucobre, hoy enfrentan los proveedores de lubricantes y grasas para la industria minera.

“Aquí el principal reto es ofrecer la mayor cantidad de formulaciones a la medida de cada faena”, detalla el experto. “Por ejemplo, las grasas deben ser capaces de maximizar su rendimiento, manteniendo su película de adherencia la mayor cantidad de tiempo posible entre pasador y cojinete, lo que redundará en una mayor duración de estos elementos”.

Para ello la formulación de la grasa debe ser idónea y medible en condiciones de trabajo extremo, agrega Roco, “con alta resistencia al desplazamiento por agua, calor, frío intenso y a otras situaciones que caracterizan a cada operación minera”.

“En cuanto a los aceites, los desafíos no son menores ya que su comportamiento durante el ciclo de vida debe ser tan alto como sea posible, permitiendo extender la vida útil de cada componente, mientras realiza un eficiente trabajo a elevadas temperaturas”.

Hoy diversos clientes están solicitando a los laboratorios que analicen la respuesta de estas soluciones, advierte el experto, “ante lo cual la misión de los proveedores es mejorar permanentemente la calidad de su oferta”.

Importantes ahorros

Si Collahuasi no actuaba pronto para aliviar la sobre exigencia en los motores de sus camiones, el colapso era inminente. “La flota enfrentaba un desnivel de un kilómetro en su ruta, desde el punto más bajo hasta el más elevado, poniendo en jaque a sus motores”, describe Jaime E. Fuentealba, jefe de Ingeniería de Productos de Copec.

La empresa minera decidió probar el lubricante Mobil™ de Copec, cuyo comportamiento fue monitoreado por el laboratorio del proveedor. ¿Resultado?, 1.000 horas de operación continua sin requerir cambio de aceite y menor presión sobre el motor. “Lo mejor fue que al aumentar el tiempo de recambio del lubricante de 500 a 1.000 horas, Collahuasi obtuvo un ahorro que superó los $1.600 millones anuales”, precisa Fuentealba.

“También se redujo en más de 1.200 horas al año la exposición de los trabajadores a riesgos por manipulación de aceite, mejorando significativamente la seguridad de la operación”, enfatiza el ejecutivo. “Mientras que su impacto en el medio ambiente también fue positivo, dado que la minera ahorró más de 125.000 litros de lubricante al año, reduciendo así en 350 toneladas sus emisiones de CO2”.

Tales resultados son fruto de una alianza entre Copec y ExxonMobil, para desarrollar una línea de lubricantes especialmente dirigida a motores de alta potencia, asevera Rodrigo Valenzuela, jefe de Marketing Industrial Lubricantes y Sostenibilidad de Copec. “Dada la naturaleza de altura extrema, geografía y clima que caracteriza a la actividad minera, esta colaboración nos permite ofrecer productos exclusivos y de elevada calidad, que han sido probados por nuestros clientes y fabricantes de equipos en la industria nacional”.

Las soluciones para motores de elevada exigencia “va desde lubricantes minerales hasta productos sintéticos de última generación, que brindan mayor eficiencia y continuidad operacional, además de un menor impacto ambiental y reducida actividad de mantenimiento”, grafica el ejecutivo.

Aunque la propuesta del proveedor no se limita a motores de alta potencia, aclara Valenzuela. “Además contamos con un amplio abanico de productos y servicios que cubren las necesidades de diferentes equipos mineros, como palas, molinos y flotas de apoyo, entre otros”.

Eficiencia y sustentabilidad

Una importante minera subterránea del país enfrentaba serias dificultades para monitorear el engranaje del sistema piñón-corona, en sus molinos de bolas. El motivo era el uso de una solución de grasa oscura que impedía visualizar el correcto funcionamiento del engranaje.

Sin pensarlo dos veces, la faena reemplazó el producto por una tecnología de aceites claros de alta viscosidad, denominada Lubrilog Gearfluid y desarrollada por TotalEnergies. “La nueva solución hoy permite inspeccionar en todo momento la superficie de los engranajes, gracias a su película transparente”, subraya Germán Castillo, gerente comercial Industria de TotalEnergies.

“De hecho, el lubricante extendió la operación de los 12 molinos de la minera de cobre, brindando ahorros significativos por consumo del producto”, indica el ejecutivo. “Potenciamos este resultado aún más implementando aceites sintéticos y grasas de calidad, en otros puntos de la operación”.

Con todo, la compañía cuenta con otras soluciones, como la gama rubia especialmente dirigida a motores de elevada exigencia y flotas multimarca, precisa Castillo. “Este aceite reduce la fricción de las superficies y controla la formación de depósitos adherentes, producto de la combustión, resistiendo la oxidación y las variaciones de viscosidad gatilladas por las altas temperaturas. El resultado es una disminución de los costos de mantenimiento, menor uso de lubricante y mayores ahorros”.

Aunque el objetivo de potenciar aún más el ahorro hoy es posible, recalca el gerente, gracias a una línea especial de lubricantes desarrollada por la empresa, que promueve menor consumo de combustible frente a los productos convencionales, y denominada Fuel Economy.

“En tanto, los sistemas de post-tratamiento de emisiones como catalizadores SCR, válvulas EGR y filtros de partículas (DPF), también pueden arrojar ahorros con el uso de nuestra línea Low Saps”, añade Castillo. “Su bajo contenido en cenizas sulfatadas, fósforo y azufre extiende en forma eficiente la operación”.

Sin embargo, la innovación del proveedor también abarca la producción metalúrgica, ya que su solvente Elixore actúa eficientemente, durante la extracción de cobre en el proceso de lixiviación. “Su casi nula presencia de componentes aromáticos (0,03%) así como de azufre, permite una mayor eficiencia en la extracción de cobre y menor pérdida del producto por evaporación”, detalla el ejecutivo. “Ello además de ser biodegradable y presentar baja emisión de compuestos orgánicos volátiles (COV)”.

Servicio integral de lubricación

Otro importante actor de la industria es Bel-Ray, quien ha logrado “extender la vida útil de mangos de palas eléctricas CAT (ex Bucyrus) en un 147% sobre el TBO (Tiempo Entre Intervalos), gracias a nuestra gestión de lubricación”, destaca Lincoyán Castillo Gutiérrez, jefe Departamento Técnico de Bel-Ray Chile.

“Estos resultados también se pueden obtener en otros equipos, toda vez que se utilice un producto especialmente seleccionado por un experto, con experiencia en las últimas tecnologías de lubricación”, sostiene el ejecutivo. “Ello además de acompañar al lubricante con un adecuado cuidado y sistemas de suministro al punto”.

Por ello hoy la empresa cuenta con un Servicio Integral de Lubricación, donde además de elegir la mejor solución y suministro, despliega una tecnología de control para la correcta aplicación del lubricante, en colaboración con un equipo de expertos. “Gracias a este servicio hemos aportado significativas mejoras a plantas y diversos equipos de la minería, que se han traducido en un salto cualitativo en disponibilidad operativa”, enfatiza Castillo.

“Hoy además estamos abocados a ofrecer alternativas eficientes a las grasas de litio y complejo de litio, dado que éstas han experimentado importantes alzas por la mayor demanda de litio y asociada al desarrollo de la electromovilidad”.

Formando a profesionales

Pero no solo la investigación y el desarrollo copan el quehacer de Bel-Ray. La docencia ha ganado un sitial importante, debido a una alianza con Inacap para integrar el equipo académico que hoy imparte el “Diplomado en Gestión de Lubricación Centrada en la Confiabilidad”, el primero y único en su tipo en Chile.

“Se trata de una iniciativa largamente acariciada y que surge dada la falta de un sistema nacional de capacitación y certificación de competencias en lubricación para el mercado nacional”, describe Castillo.

Hasta hace poco los programas de formación disponibles, eran proyectos empaquetados traídos desde el extranjero e impartidos por profesores que no conocían la realidad chilena, asevera el experto. “Por ende, estaban limitados a abordar la actividad en general, sin profundizar en lo que requiere un especialista en lubricación que apunta a desempeñarse en el mercado local”.

La adecuada selección del lubricante va más allá de la marca y su composición, y esta decisión debe ser complementada con eficientes métodos de aplicación y una asistencia experta, reitera Castillo. “He aquí la importancia del diplomado. Los egresados podrán auditar, analizar, diseñar e implementar estrategias y programas de lubricación según las necesidades particulares de cada caso.

El Diplomado “Gestión de Lubricación Centrada en la Confiabilidad” tiene una duración de 130 horas y cuenta con una parrilla de profesores especializados en cada uno de sus temas, con amplia experiencia en la escena local, tanto en minería como en los demás sectores de la industria. Una vez concluido el diplomado, el profesional recibirá una certificación como ingeniero de lubricación en ICML, que tiene validez internacional.

Adicionalmente, Bel-Ray e Inacap hoy están desarrollando programas de acreditación de competencias orientados a técnicos, interesados en especializarse en el mundo de la lubricación, “y quienes finalmente estarán a cargo de realizar el monitoreo y control de cada proyecto de lubricación”, concluye Castillo.